"EEUU no será un campo de migrantes" y "no nos disculparemos": Trump y Nielsen defienden la 'tolerancia cero' en la frontera
Este lunes el gobierno de EEUU lanzó una ofensiva mediática para defender su política de detenciones en la frontera con duros comentarios tanto del presidente Jeff Sessions.
Trump indicó que el país no será un "campo de migrantes" al defender las prácticas que están implementando en la frontera sur, que consiste en separar a niños de sus padres cuando las familias cruzan ilegalmente. El presidente aseveró que EEUU tampoco será "una instalación de retención de refugiados".
"Vemos lo que ocurre en Europa y lo que pasa en otros lugares, no podemos permitir que eso suceda en EEUU, no mientras yo esté aquí", dijo al referirse a los esfuerzos de la Unión Europea para hacer frente a la ola de refugiados que huyen de la guerra civil en Siria o la oleada de personas provenientes de África subsahariana en pequeñas embarcaciones que cruzan peligrosamente el Mar Mediterráneo.
Mientras tanto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que no se disculparán por hacer cumplir las leyes migratorias del país que resultan en la seperación de niños de padres cuando grupos familiares cruzan ilegalmente la frontera entre México y EEUU.
" Los padres que ingresaron ilegalmente son, por definición, delincuentes (...) Al ingresar ilegalmente a nuestro país, a menudo en circunstancias peligrosas, los inmigrantes ilegales han puesto en riesgo a sus hijos", dijo Nielsen a los periodistas en una sesión informativa desde la Casa Blanca la tarde del lunes.
Nielsen insistió en que el poder de cambiar la situación de la separación de familias es del Congreso y que el organismo que ella dirige solo aplica reglas vigentes.
Aclaró que dijo esta política de "tolerancia cero" no es una herramienta del gobierno para presionar al Congreso para avanzar con la agenda migratoria de Trump ni tampoco un intrumento para disuadir a los inmigrantes que tienen intenciones de venir a EEUU.
"No podemos darnos el lujo de creer que todos los individuos que llegan a este país como una unidad familiar son en realidad una familia", había dicho más temprano la funcionaria ante la Asociación Nacional de Alguaciles en la ciudad de Nueva Orleans. "No nos disculparemos por hacer nuestro trabajo".
"No hay diferencia entre lo que hacemos todos los días en EEUU cuando un adulto de una familia comete un crimen", dijo para justificar el procedimiento que está ocurriendo una vez los adultos con acusados por el DHS de ingresar ilegalmente al país. "Este gobierno tiene un mensaje claro: si cruzas la frontera ilegalmente, te procesaremos".
Las declaraciones de Nielsen ocurren luego de que el pasado viernes el gobierno de Donald Trump anunciara que un total de 1,995 menores de edad fueron separados de sus padres o tutores en la frontera cuando intentaban ingresar indocumentados por lugares no autorizados. Para este lunes las cifras actualizadas llegaban ya a más de 2,300 niños.
Las separaciones ocurrieron entre el 19 de abril y el 31 de mayo, dijo a periodistas un vocero del DHS. Agregó que la aplicación de la nueva política de ‘tolerancia cero’ afectó a 1,940 adultos, quienes enfrentan cargos criminales.
Este lunes Nielsen aseguró que los niños separados de sus padres están siendo bien cuidados: "No crean a la prensa", aseguró. Las acciones ilegales tienen y deben tener consecuencias", dijo. "No más vía libre. No más boletos para salir de la cárcel. No más falta de ley", dijo.
La secretaria Nielsen indicó que los agentes de la Patrulla Fronteriza no están actuando con crueldad sino haciendo cumplir la ley aprobada por el Congreso. Agregó que gobiernos anteriores pedían a los agentes buscar otras formas de actuar cuando familias cruzaban ilegalmente la frontera, pero que eso se acabó.
El fiscal general, Jeff Sessions, también habló en el mismo foro en Nueva Orleans para también defender las prácticas de política migratoria del gobierno de Trump. "Estos niños no están ingresando por puntos de chequeo fronterizo, sino por lugares peligrosos", dijo. "Ellos pueden ir a nuestros puertos de entrada si quieren pedir asilo" y agregó que los niños están siendo bien tratados a un "enorme costo".
La política de ‘tolerancia cero’ anunciada a principios de abril por Sessions ha sido fuertemente criticada por la oposición demócrata, jueces de inmigración, republicanos moderados en ambas cámaras del Congreso, religiosos, abogados, grupos de derechos humanos y organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, entre otros.
Tres semanas después del anuncio de la implementación de la dura política migratoria en la frontera, Sessions anunció que el gobierno negará protecciones por violencia doméstica y de pandillas, debido a que estas causas no se encuentran contenidas en la ley de asilo.
Reacción de la Casa Blanca
Poco antes, la Casa Blanca reiteró este lunes que las autoridades migratorias continuarán separando niños en la frontera con México si las personas ingresan por zonas no autorizadas.
“Nadie está de acuerdo, a nadie le gusta la idea de que los niños estén separados de la familia” dijo Helen Aguirre, directora de medios hispanos de la Casa Blanca durante una entrevista este lunes con el programa Despierta América de Univision.
La portavoz, sin embargo, insistió en que el gobierno seguirá arrestando y formulando cargos criminales a los extranjeros que ingresan al país por zonas no permitidas por las autoridades de inmigración.
“Nosotros pedimos, abogamos a aquellos que tengan o con personas que traten de buscar cómo cruzar la frontera ilegalmente, que no lo hagan”, advirtió. “Desde el momento en que tu le entregas dinero a un coyote y te pones a disposición de alguien no confiable y cruzas todo ese camino, esos niños van sufriendo todo el tiempo. Vendrán acá y, si son capturados por la seguridad de fronteras, van a ser posiblemente separados de sus padres”, puntualizó.
Aguirre también defendió la política de ‘tolerancia cero’ en la frontera y aseguró que la separación de niños de sus padres está respaldada por un acuerdo judicial ratificado por la Corte de Apelaciones del 9º Circuito.
“Hay un dictamen judicial, Flores versus Meese, que dice claramente, y fue ampliado por la corte federal del 9º Circuito, que los niños no han cometido ningún delito y, por lo tanto,no pueden estar en la misma cárcel con su padre”, quienes son procesados criminalmente por ingresar ilegalmente a Estados Unidos, indicó.
“En ese dilema nos encontramos”, dijo Aguirre. “Estamos buscando una solución legislativa”.
El plan de Trump
La portavoz dijo además que el presidente Donald Trump se reunirá este lunes y martes con líderes de ambas cámaras del Congreso para decidir el futuro de dos proyectos de ley prometidos la semana pasada por el presidente del Congreso, Paul Ryan (republicano por Wisconsin), durante las conversaciones para acallar una revuelta de moderados.
“El presidente se está reuniendo con el cuerpo legislativo, se está reuniendo hoy y mañana con clave para buscar una solución”, que incluye la legalización de miles de dreamers protegidos por DACA y la separación de niños en la frontera, dijo dijo Aguirre.
La revuelta de moderados la integran una veintena de congresistas de distritos donde la mayoría de sus electores favorecen una reforma migratoria amplia que permita legalizar a la mayoría de los 11 millones de indocumentados que llevan tiempo en el país y carecen de antecedentes criminales.
Pero la Casa Blanca de Trump y el liderazgo republicano solo aceptan incluir una vía de legalización para soñadores beneficiarios de la Acción Diferida de 2012 (DACA) a cambio de unos $25,000 millones para seguridad fronteriza, que incluye la construcción del muro en la frontera con México.
El debate previo
El jefe de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, prometió la semana pasada debatir dos propuestas migratorias en el pleno de la Cámara Baja. Una de ellas corresponde al proyecto de ley HR 4760 del representante Bob Goodlatte (republicano por Virginia) y que cuenta con el pleno respaldo de Trump.
Si bien el plan no garantiza la legalización permanente de los dreamers, incluye los cuatro pailares migratorios del presidente: $30,000 millones para la construcción del muro en la frontera con México, reducir la reunificación familiar, cancelar la lotería de visas y aumentar la seguridad fronteriza, incluido el aumento de redadas y deportaciones aceleradas.
Un segundo plan, que cuenta con el apoyo de Ryan, incluye una vía de legalización para los dreamers a cambio de $25,000 millones para la seguridad fronteriza tal y como condiciona el presidente.
Los demócratas bautizaron el proyecto alterno como iniciativa Goodlatte versión 2.0 y advirtieron que no respaldarán ninguno de los dos proyectos porque excluyen al resto de los 10.3 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país, entre ellos padres y familiares de los dreamers.
Aguirre insistió en que la reforma migratoria de Trump está en manos del Congreso, pero no mencionó que en los debates de marzo sobre el presupuesto tanto republicanos como demócratas rechazaron las recomendaciones del mandatario en ambas cámaras del legislativo.