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"Nunca debemos adaptarnos al miedo": Los inmigrantes nos cuentan por qué marcharán contra Trump este 1 de mayo

La comunidad marchará el lunes, Día Internacional de los Trabajadores, para exigirle al presidente que ponga fin al discurso de odio. Hablamos con algunos de los organizadores en la víspera de la protesta, que tendrá lugar en al menos 42 ciudades de 21 estados.
30 Abr 2017 – 02:11 PM EDT
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Vamos a salir a la calle para que el presidente valore el trabajo que hace uno”, dice Catalina Santiago, una activista del Movimiento Cosecha, en Homestead, ciudad agrícola ubicada a 34 millas al sur de Miami, Florida. “Nosotros, los trabajadores del campo, pizcamos frijol, calabaza y tomate en esta temporada. Esto no es un trabajo fácil, lo hacemos todos los días bajo el sol. Y hay que darle duro para pagar el alquiler y criar a los hijos”, agrega.

Al otro lado del teléfono se escuchan las voces de otros campesinos. Unos piden cubetas, otro avisa de que el camión viene en camino. Están en medio del campo, cosechando, agachados, con la espalda encorvada desde los primeros rayos del sol hasta que cae la tarde.

“Apenas nos alcanza el sueldo”, explica Catalina. “Nos pagan por contrato. En mi caso no hay domingo, tampoco doctor, ni medicinas ni nada de esas cosas. Ya tengo dos hijos grandes. Vine de Oaxaca, México, hace 12 años para sacarlos adelante”, cuenta. “Esto no es fácil, pero tampoco es fácil andar sin papeles, sobre todo ahora con tanta deportación”.

Catalina es una de los 11 millones de inmigrantes que viven indocumentados en Estados Unidos. Durante los dos gobiernos del presidente Barack Obama creyó que el Congreso aprobaría la reforma migratoria “que nos daría los papeles”, dice la activista, “pero solo nos dieron falsas esperanzas”.

Cuando Obama se fue, “vino este presidente (Donald Trump) que nos amenaza con mandarnos de vuelta. Eso no está bien. Debería pensar que tiene comida todos los días en su mesa gracias al trabajo de nuestras manos. Gracias a nosotros come. La gente (los trabajadores) de Estados Unidos no quieren hacer el trabajo del campo que hacemos nosotros”, apunta.

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La protesta: "No pueden tacharnos de criminales"

Durante la campaña presidencial Trump amenazó con deportar a los 11 millones de indocumentados. Después rebajó la cantidad a dos millones con antecedentes criminales y cuatro millones que dejaron expirar sus visas. Pero el 25 de enero firmó dos órdenes ejecutivas en las que decretó que todos los indocumentados eran una amenaza pública y para la seguridad nacional.

El magnate también ha reiterado la postura que fijó en junio de 2015, cuando lanzó su candidatura a la Casa Blanca, que los inmigrantes son criminales, violadores y traficantes de drogas, discurso antiinmigrante que encendió un debate que se sigue regando por todo el país.

“Es por eso que vamos a marchar este lunes”, dice el guatemalteco Raúl Pérez, originario de Tacaná, San Marcos, en el occidente de Guatemala. “No pueden tacharnos de que somos criminales o traficantes de drogas, menos amenazarnos con deportarnos a todos como si fuésemos delincuentes”.

Decenas de protestas por parte de inmigrantes como Pérez se llevarán a cabo el lunes en al menos 42 ciudades de 21 estados, explica Natalia Jaramillo, de la organización We Belong Together, en el sur de Florida. “La comunidad inmigrante se tomará las calles para pedir respeto y dignidad”, dijo.

Para Pérez, se trata de dar a respetar a una comunidad que labora día a día por mejorar el país. “Nosotros hacemos el cultivo del campo, somos la fuerza de Estados Unidos que estamos luchando por nuestros papeles”, dice. “Llevamos mucho tiempo pidiendo que nos escuchen, que el Congreso apruebe la reforma migratoria, pero con este presidente vemos que las cosas se pusieron peor que antes”.

Pérez cuenta que, si bien durante Obama no hubo reforma migratoria para los indocumentados, “ahora está todo más complicado". "Mire usted las amenazas, los discursos. Nos acusan de todo lo malo. Es muy duro escucharlo. Es odio lo que estamos viendo, racismo. Y si nos dejamos, nos van a meter a la cárcel y nos van a echar así no más”.

Negocios cerrados: "No me importa cuánto dinero pierdo"

Durante la protesta de este lunes decenas de negocios en todo el país permanecerán cerrados en apoyo al reclamo de los inmigrantes.

“No me importa cuánto dinero pierdo, es más importante cuánto vamos ganaremos este día, porque el gobierno escuchará nuestras voces”, dice Maribel Resendiz, propietaria junto a su esposo de Mr. Tutis Fruties, un negocio de venta de frutas y jugos en Homestead.

“Nosotros somos hispanos, gente que empezamos en el campo. Y si no nos apoyamos entre nosotros, no lo vamos a conseguir. Tenemos que luchar para que en Washington el Congreso reconozca nuestros derechos”, agrega.

Resendiz señala que los indocumentados llevan años esperando la reforma migratoria, y que contrario a lo que dice el presidente Trump, “la inmensa mayoría somos trabajadores que no tenemos antecedentes criminales. Yo tengo 25 años aquí, tengo cinco hijos ciudadanos americanos, y ninguno de nosotros tiene antecedentes criminales. Y tampoco tenemos miedo”.

“Mi negocio tiene cuatro años. Lo abrí con mi esfuerzo. Pero veo en la calle a tantos otros inmigrantes que están peor que uno. Mire, muchos que yo conozco los han deportado, han dejado sus carros tirados, y sus casas. Es triste. Las deportaciones destruyen muchos sueños. Debemos luchar contra eso, es inhumano”.

En California, también defienden el legado de la comunidad inmigrante, y denuncian la hostilidad desatada después del 20 de enero. “Tengo 32 años en este país y nunca había sentido con esta intensidad tanta mala leche con la que ahora nos están dando”, dice Vicente Ortiz, dueño de los restaurantes El Pescador y Chente Bard and Grill, en Los Ángeles. “Estamos pasando momentos difíciles y tenemos que ayudar a nuestra comunidad”.

Ortiz asegura que los trabajadores de sus negocios “tienen plena libertad de asistir a las protestas de este lunes. Y no los estamos obligando, porque no podemos exponer a nadie. Les estamos dando todas las facilidades para que ejerzan su derecho a protestar y pedir”.

Un centenar de negocios en el país se han suman a las manifestaciones. Un sitio en internet recopila el nombre, la ciudad y el estado donde están ubicados.

También por la democracia: "Nunca debemos adaptarnos al miedo"

Para los activistas, el discurso de Trump no solo ha puesto en riesgo el futuro de los indocumentados. “También la democracia”, dice Jorge Mario Cabrera, director de comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles (CHIRLA). “Este lunes saldremos a las calles los inmigrantes y las organizaciones, para resistir los ataques de esta istración a nuestros derechos y a nuestras libertades”.

Cabrera también dijo que “esta marcha no es solamente de inmigrantes prorreforma migratoria, es prodiversidad, prounidad, prodemocracia”. Y añadió que, a diferencia de otras manifestaciones del 1 de mayo, esta vez “vamos a salir todos a expresar nuestro deseo de pertenecer a este país. Lo haremos en las calles, en nuestros hogares y en nuestros puestos de trabajo”.

Una de las 42 ciudades donde habrá protestas este lunes es Chicago, en Illinois. Las denominadas “marchas por la justicia racial, económica y de inmigración” contarán con la participación de inmigrantes con y sin papeles, jornaleros y trabajadoras del hogar.

"Así como los trabajadores de Chicago lucharon por la jornada de trabajo de ocho horas en 1886, este lunes estamos marchando por la libertad y en contra de la criminalización y el miedo en nuestras casas y en el trabajo”, dice Lucia Wrooman, una trabajadora del hogar y miembro de la organización Unión Latina.

“Mi vida ha sido una lucha constante para adaptarme a muchas cosas, un nuevo lenguaje, una nueva cultura y un nuevo tipo de trabajo. Pero nunca debemos adaptarnos al miedo. Quedarnos callados no es una opción cuando la policía, agentes de inmigración y empleadores sin escrúpulos nos tratan como trabajadores desechables”, agregó.

El 1 de mayo en todo el mundo se celebra en el Día Internacional del Trabajo, que recuerda una gigantesca huelga de trabajadores en Chicago que finalizó con nueve muertos a causa de la represión policíaca. El día del trabajador, en Estados Unidos, se celebra el primer lunes de septiembre.

"Necesitamos sentirnos seguros"

Las organizaciones proinmigrantes recuerdan las marchas de la primavera de 2006, cuando miles de indocumentados en las principales ciudades con alta concentración de hispanos salieron a las calles para exigir una reforma migratoria.

Pero esta vez resaltan que existe un objetivo adicional. “Nos estamos organizando para crear una comunidad donde nos mantengamos seguros”, dice Analía Rodríguez, directora ejecutiva de la Unión Latina de Illinois. “Rechazamos las acciones ilegales e inexplicables de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Chicago, así como el exceso de vigilancia policíaca que ha destrozado las vidas de miles de gentes de la comunidad afroamericano en nuestra ciudad".

El miedo también deambula en las calles del sur de Florida. “A pesar de que no hemos visto muchos cambios en las calles con la migra, sabemos que la policía de Homestead está entregando más gente que antes a ICE”, dice Pérez.

“Pero qué le vamos a hacer. Uno tiene que manejar obligadamente. Sin carro no hacemos nada. No hay otra manera de ir a trabajar. La migra está más dura y el alcalde apoya a Trump. Pero nosotros no podemos dejar de ir al campo. Ganamos como 1,000 dólares al mes y los alquileres cuestan 1,200. Casi todos nosotros vivimos con otra familia porque si no, no podemos. No es fácil: nos partimos el lomo, no somos criminales como dice el presidente; solo queremos que nos den papeles para seguir trabajando y que ellos sigan comiendo con el fruto de nuestra labor”, señala.

La comunidad inmigrante también pide un alto a las deportaciones. “Es parte de las exigencias de este lunes”, dice Maru Mora Villapando, directora de comunicaciones de Latino Advocacy, en Seattle, Washington.

Si bien los grupos reconocen que por ahora Trump está deportando menos inmigrantes que Obama (Trump lleva un promedio diario de 623 según datos de ICE, mientras que Obama promedió 923), “pensamos que el presidente está preparando la maquinaria para hacer lo que dijo durante su campaña, deportar a la mayoría de los 11 millones”, advierte Mora. “Hay señales claras de que existe una guerra que está recrudeciendo con el paso de los días”.

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