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El plan de separar familias en la frontera sigue presente en el gobierno de Trump

Con el nuevo plan no sería el gobierno no será el que separe, sino que lo harán los padres “voluntariamente” al momento de ser detenidos. Tendrán que elegir entre renunciar a la protección humanitaria de los menores, permanecer junto a ellos y esperar encarcelados mientras dura el proceso de deportación, donde pedirán asilo, algo que puede demorar años.
10 Abr 2019 – 03:35 PM EDT
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La política no escrita de separar familias en la frontera con México volvió a ser tema esta semana luego de que tres funcionarios de la Casa Blanca citados por la cadena NBC y el diario The New York Times, dijeran que el presidente Donald Trump ha pedido durante meses restablecer las separaciones, una medida que fue implementada el año pasado pero detenida por una corte federal de San Diego el pasado 26 de junio.

La diferencia está en que en el 2018 las separaciones fueron forzadas y esta vez el plan apunta a que serán los padres quienes deberían elegir entre dos caminos en la búsqueda de asilo: solos o junto a sus hijos.

El plan viejo

Las separaciones forzadas se produjeron cuando el Departamento de Justicia presentó cargos criminales a los padres por ingreso al país por zonas no autorizadas.

La ley dice que cuando hay cargos criminales, las familias deben ser separadas y los padres podrán reclamar luego la custodia de sus hijos una vez concluya el proceso criminal.

Según documentos de una corte federal, entre el 5 de mayo de y el 26 de junio el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) separó a 2,654 familias. Pero un informe del Inspector General del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS) publicado este año, reveló que las separaciones comenzaron mucho antes y que los afectados fueron varios miles de familias.

La nueva versión

El nuevo plan de separaciones, denominado “binary choice” pudo haber sido la causa de la renuncia de la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, cuya salida del gobierno fue confirmada por el mandatario el domingo a través de su cuenta en la red social Twitter.

Según dos fuentes del ejecutivo mencionadas por la cadena NBC el lunes, Nielsen le dijo al presidente en varias ocasiones que los tribunales federales de justicia prohíben restablecer la política y que, si la instaura nuevamente, estaría revirtiendo sus propias órdenes.

Sin embargo, con el nuevo plan, el gobierno no será el que separe, sino que lo harán los padres “voluntariamente” al momento de ser detenidos. Tendrán que elegir entre renunciar a la protección humanitaria de los menores, permanecer junto a ellos y esperar encarcelados mientras dura el proceso de deportación, donde pedirán asilo, algo que puede demorar meses, incluso años.

O que los hijos naveguen solos por el sistema, donde serían liberados en un plazo de 20 días y entregados a la custodia, o bien del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS) o de familiares en Estados Unidos mientras los jueces de inmigración deciden sus futuros en el país.

El plazo de detención está determinado por el Acuerdo Judicial Flores de 1997 que impide al gobierno federal privar de libertad a menores de edad.

La oficina del Senador demócrata Bob Menéndez (Nueva Jersey), dijo a Univision Noticias que "escoger entre ceder los derechos para separarte o se queden juntos de forma indefinida, también viola los ñprincipios del Acuerdo Flores".

Por que lo hace

El nuevo programa en ciernes fue diseñado con el fin de disuadir a los futuros migrantes que huyen de sus países a causa de la pobreza y la violencia, y vienen a Estados Unidos en busca de asilo.

El diario The New York Times dijo activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes tildaron el plan de inhumano y que los tribunales de justicia lo hallarán ilegal.

Las esperas de los detenidos estarán condicionadas por las demoras en las cortes de inmigración, que a a finales de enero registraban más de 840,000 expedientes, de acuerdo con datos de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) a los cuales tuvo Univision Noticias.

Cambio de opinión

El 20 de junio del año pasado Trump firmó una orden ejecutiva con la que prometió poner fin a la separación de familias indocumentadas en la frontera, después de días de expresiones de indignación generada por la política de 'tolerancia cero', no solo entre la oposición al gobierno, sino también de organismos de derechos humanos y gobiernos del continente americano y de Europa.

“No me gustaba la visión o el sentimiento de familias siendo separadas”, dijo el presidente tras firmar el decreto, revirtiendo sus declaraciones de días previos en las que generalizó que las familias inmigrantes eran criminales afiliadas a bandas delictivas de centroamericanos, e incluso dijo que “infectaban” el país.

Previo a la firma de la orden ejecutiva, el mandatario no había expresado ninguna empatía con el dolor de los padres y niños que fueron separados entre el 5 de mayo y el 26 de junio pese a que, desde su propio partido republicano, grupos religiosos y de defensa de derechos humanos y hasta colegas mandatarios de otros países criticaron la política de la Casa Blanca de tolerancia
cero.

Diez meses m´ás tarde Trump recupera la idea original y su gobierno diseña una nueva estrategia para intentar detener la oleada de migrantes que provocaron una crisis humanitaria en la frontera con México.

“No debe, pero puede”

“Todo indica que hay planes para revivir el programa. Y el reemplazante de la secretaria Nielsen es una persona que tiene una postura fuerte, similar a la del presidente”, dice Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona y colabora frecuentemente con la redacción de Univision Noticias.

El reemplazante para dirigir el departamento fue nombrado por Trump el mismo día que anunció la salida de Nielsen. “Me complace anunciar que Kevin McAleenan, el actual Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, se convertirá en Secretario Interino de @DHSgov. ¡Tengo confianza en que Kevin hará un gran trabajo!”, indicó.

Hernández dijo además que “si lo hace (volver a separar familias, pero bajo un nuevo plan) será contra la ley, pero nadie (del gobierno) irá a la cárcel por esto. Aunque sí habrá un efecto adverso si lo lleva a cabo, quedan muchas dudas y temores respecto a las familias que se verán afectadas, sobre todo por las reunificaciones”.

De las 2,654 familias afectadas el año pasado y que fueron amparadas por la corte de San Diego, cientos todavía no han sido reunificadas. Y en algunos casos, de acuerdo con documentos del tribunal, el gobierno dice que juntar nuevamente a padres con sus hijos arrebatados en la frontera demorará hasta dos años.

Listos para demandar

Si bien la amenaza de nuevas separaciones preocupa a organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en la frontera con México, los temores los motivan a seguir batallando y acudir inmediatamente a las cortes de ser necesario.

“El presidente Trump piensa que las personas que huyen de sus países vienen de vacaciones y eso no es correcto”, dice Félix Villalobos, abogado gerente de RAICES, una organización basada en Texas que brindas asistencia jurídica a inmigrantes en la frontera. “Son personas que no tienen ninguna otra opción en sus países y huyen para proteger sus vidas, y la de sus hijos porque temen ser asesinados”.

Mientras el gobierno ajusta el programa y lo pone en vigor, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) dijo a Univision Noticias que las personas indocumentadas detenidas en la frontera “están siendo procesadas de la manera más rápida posible” y que el número de extranjeros inisibles “varía según la complejidad del caso; recursos disponibles; necesidades medicas; requisitos de traducción; espacio de detención/detención; capacidad del puerto de entrada y las acciones de cumplimiento en curso”.

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