Felipe tenía influenza: la autopsia del niño guatemalteco que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza
Las autoridades de Nuevo México informaron este jueves que la autopsia practicada al influenza.
La Oficina del Investigador Médico de Nuevo México, citada por la agencia AP, dijo en una declaración el jueves a última hora que se necesitan más pruebas antes de que se pueda determinar la causa de la muerte de Felipe Gómez Alonzo.
Las autoridades dicen que Felipe Gómez Alonzo murió justo en la Nochebuena mientras estaba bajo resguardo migratorio en un hospital de Nuevo México tras sufrir tos, vómitos y fiebre. Otra niña guatemalteco, Jakelin Caal, de 7 años, murió bajo custodia estadounidense el 8 de diciembre. Ambas muertes están bajo investigación.
La senadora Dianne Feinstein pidió este jueves en una carta dirigida al Comité Judicial del Senado que celebre una audiencia para revisar ambos casos.
"Estos incidentes desgarradores son tristemente consistentes con informes anteriores de abuso generalizado de niños bajo custodia de inmigración y con la opinión de organizaciones médicas y de salud mental de que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza no cuentan con el personal o el equipo para cuidar adecuadamente a los niños", dice la misiva de Feinstein al senador republicano Lindsey Graham, quien presidirá el comité en el nuevo año.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo el miércoles que todos los niños bajo custodia de la Patrulla Fronteriza habían recibido exámenes médicos y que ella había "dirigido una serie de acciones adicionales para cuidar a aquellos que están bajo nuestra custodia".
El Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin K. McAleenan, aseguró el mismo día que estaba reiterando sus pedidos de más ayuda y recursos del Congreso.
Catarina Alonzo Pérez, de 31 años y madre del niño fallecido, dijo a través de su hijastra que habló con su hijo un día antes de que llegaran a Estados Unidos. Ella no habla español, pero se comunica en un lenguaje indígena maya conocido como chuj.
“Ya estoy en la frontera mami, cuando llegue allá voy a hablar contigo”, le dijo Felipe a su madre, según cuenta la media hermana de Agustín. “No iba enfermo, aquí no estaba enfermo”, agregó.
Felipe y su padre Agustín Gómez partieron de Guatemala el 14 de diciembre y fueron detenidos en la frontera de México con Estados Unidos cuatro días después.
El hombre quería hacer lo mismo que han hecho miles de guatemaltecos en el último año acompañados de sus hijos: cruzar México y llegar a Estados Unidos para entregarse a las autoridades migratorias.
De acuerdo con las autoridades migratorias estadounidenses, el niño estuvo bajo custodia de unidades fronterizas durante una semana y fue trasladado de una instalación a otra junto con su padre. El último lugar en el que el menor estuvo detenido, después de la primera de dos visitas al hospital el día que murió, fue un retén en una carretera en Nuevo México.
El padre de Felipe no detectó ninguna enfermedad en su hijo hasta el lunes 24 de diciembre, según el cónsul guatemalteco Óscar Padilla, quien habló con él el miércoles 26.
La mañana del día de Navidad un oficial de migración determinó que el niño tenía fiebre y los ojos irritados, por lo que fue trasladado junto con su padre a un centro médico regional en Alamogordo, donde le diagnosticaron un resfriado común y le suministraron tylenol.
Ambos salieron del hospital con una prescripción médica de ibuprofeno y antibióticos. Pero por la noche Felipe comenzó a vomitar y a las tres horas, sin señales de mejoría, fue llevado de nuevo al hospital donde llegó inconsciente; cerca de la medianoche fue declarado muerto.
A raíz de los recientes fallecimientos de niños, el CBP ordenó este miércoles chequeos médicos a todos los menores de diez años bajo su custodia.