El gobierno endurece requisitos de visas de no inmigrante para trabajadores profesionales extranjeros
Casi cuatro meses después de una ordenanza emitida por el presidente Donald Trump y a menos de un mes de la elección presidencial, los departamentos de Seguridad Nacional (DHS) y de Trabajo (DOL) anunciaron la publicación de cambios al reglamento de visas para trabajadores profesionales extranjeros en el marco de la política migratoria de tolerancia cero.
El DHS publicó en su página digital una nueva regla provisional final (IFR) que, dijo, “fortalece el programa de visas de no inmigrante tipo H-1B para proteger a los trabajadores estadounidenses, restaura la integridad del programa y mayores garantías de que las peticiones se aprobarán solo para beneficiarios y peticionarios”.
Por su parte, el DOL publicó una segunda IFR que, aseguró, “ayudará a proteger los salarios y las oportunidades laborales de los trabajadores estadounidenses mediante la reforma de la metodología de salario prevaleciente utilizada por el Departamento en varios programas de trabajadores extranjeros”, siendo ellos las visas H-1B, H1B1 y E-3.
El ministerio dijo que las modificaciones ampliarán las oportunidades para los trabajadores estadounidenses, “que se han visto agravados por los efectos recientes de la emergencia de salud pública del coronavirus en el mercado laboral y requieren una acción correctiva inmediata”.
El sector de alta tecnología, uno de los principales solicitantes de este tipo de visados, ha dicho que el gobierno utiliza la pandemia del covid-19 como pretexto para imponer una agenda antiinmigrante acorde con el discurso de campaña del mandatario.
Las razones del gobierno
Según el DHS, el programa de visas H-1B “tenía la intención de permitir a los empleadores llenar los vacíos en su fuerza laboral y seguir siendo competitivos en la economía global”. Sin embargo, añade, “se ha expandido mucho más allá de eso” y a menudo “en detrimento de los trabajadores estadounidenses”.
“Los datos muestran que más de medio millón de trabajadores no inmigrantes H-1B en Estados Unidos se han utilizado para desplazar a trabajadores estadounidenses”, agrega. “Esto ha llevado a una reducción de los salarios en varias industrias en el mercado laboral y al estancamiento de los salarios en ciertas ocupaciones”.
“Estos esfuerzos sobre las visas H-1B son parte de un objetivo más amplio del gobierno para proteger a los trabajadores estadounidenses”, indica el anuncio.
Protección de salarios
Sin dar mayores detalles, el DOL dijo que la nueva regla final anunciada este martes se publica “después de una extensa revisión de los programas de Certificación de Empleo Permanente para las visas H-1B, H-1B1 y E-3” y que el ministerio “ha determinado que la metodología salarial existente conduce a posibles abusos de estos programas que, en algunos casos, socavan los salarios y la oportunidad de empleo para los trabajadores estadounidenses”.
“El DOL está fortaleciendo las protecciones salariales, abordando los abusos en estos programas de visas y asegurando que los trabajadores estadounidenses no sean socavados por mano de obra extranjera más barata”, dijo Eugene Scalia, secretario de Trabajo. "Estos cambios fortalecerán nuestros programas de trabajadores extranjeros y asegurarán las oportunidades de los trabajadores estadounidenses para obtener trabajos estables y bien remunerados", agregó.
Según el funcionario, la regla final provisional publicada por el DOL y que se relaciona con los salarios de los trabajadores profesionales extranjeros, “mejorará la precisión de los sueldos vigentes pagados a los trabajadores extranjeros al alinearlos con los salarios pagados a los trabajadores estadounidenses con empleos similares”.
La regla final del DOL será publicada en el Registro Federal (diario oficial estadounidense) y tendrá un período de comentario público de 60 días. Luego entrará en vigor.
Anticipan demandas
Abogados especializados en estas visas criticaron ambas reglas. Ambas IFR “restringirán el programa de visa de trabajo temporal H-1B, incluso aumentando los niveles de salario mínimo para los empleados extranjeros y reduciendo los criterios de elegibilidad del programa”, opinó Stephen Yale-Loher, profesor de la práctica de inmigración de la escuela de leyes de la Universidad de Cornell, Nueva York.
“Primero, la regla del DOL aumentará significativamente los niveles salariales para la categoría de trabajador no inmigrante H-1B y para ciertas solicitudes de tarjeta verde basadas en el empleo. La regla cambia los niveles salariales prevalecientes y los incrementa”, indicó.
En segundo lugar, dijo, “la regla del DHS reduce la definición de “ocupación especializada” para la categoría H-1B” para exigir a las empresas que hagan ofertas reales a empleados reales, “cerrando las lagunas y previniendo el desplazamiento de trabajadores estadounidenses”.
La nueva norma también mejora la capacidad del DHS para hacer cumplir el cumplimiento a través de inspecciones en el lugar de trabajo y monitorear el cumplimiento antes, durante y después de que se apruebe una petición H1-B.
Nada nuevo
Yale-Loher, sin embargo, dijo que “las regulaciones actuales H-1B ya requieren que los empleadores paguen a los trabajadores extranjeros el mayor salario entre el prevaleciente o el salario real pagado por la empresa”.
“Al aumentar los salarios requeridos, las nuevas reglas perjudicarán a todos los empleadores que intentan contratar trabajadores extranjeros, pero especialmente a las empresas de nueva creación y las empresas más pequeñas que tal vez no puedan cumplir con los requisitos salariales aumentados”, advirtió.
El profesor señaló además que tanto el DOL como el DHS “justifican las nuevas reglas como una forma de ayudar a los trabajadores estadounidenses, pero pueden tener el impacto contrario”.
“Las empresas pueden decidir deslocalizar los trabajos en el extranjero, lo que perjudica a los trabajadores estadounidenses. Estoy seguro de que las empresas desafiarán estas nuevas reglas en los tribunales por ser demasiado amplias e innecesarias", precisó.
Cambios previos
Antes de la publicación de la proclama del 22 de junio, la Casa Blanca había advertido “cambios” al programa de visas H-1B, que cada año otorga 65,000 cupos más una cuota adicional de 20,000 para profesionales graduados con un título de maestría en universidades estadounidenses.
Otro de los cambios anunciados en esa ocasión fue la creación de una base de datos biométrica para un mayor control de trabajadores extranjeros una vez se libere el otorgamiento de las visas, suspendidas por la pandemia hasta finales del 2020.
Según el gobierno, la suspensión temporal de programas de visas de trabajo beneficia a unos 525,000 trabajadores estadounidenses.
Además de afectar el programa de visa H-1B, las restricciones de junio también afectaron la visa H4 (para dependientes de H-1B, tal como cónyuges hijos menores de edad solteros) y el programa de visa L, para ejecutivos de empresas multinacionales.
A finales de mayo un grupo integrado por 324 empresas envió una carta a la Casa Blanca en la que proporcionaron varios ejemplos de cómo la restricción de trabajadores extranjeros temporales perjudicará y no ayudará a la economía de nuestro país”.
“La nueva regla puede sumar puntos con la base política del presidente, pero fracasa en Economía”, advirtieron en la misiva. Y una vez publicada en el Registro Federal “será impugnada de inmediato en los tribunales de justicia", indicaron.
Quiénes las utilizan
La visa H-1B es usada principalmente para trabajadores de la industria de alta tecnología y para profesionales extranjeros con título universitario que desempeñan trabajos especializados que requieren conocimientos teóricos o técnicos. La lista de profesionales incluye ingenieros, periodistas y programadores de computadoras, entre otros.
"La visa H1B1, en cambio, similar a la H1B, esta destinada solo a profesionales procedentes de Chile favorecidos por un tratado de libre comercio entre ambos países" (fueron apartadas 1,500 de la cuota de 85,000), explicó Armando Olmedo, abogado de inmigración y coautor del libro 'Inmigración, las nuevas reglas'.
A su vez, la visa E-3, se destina para profesionales originarios de Australia. Tanto la H1B1 como la E-3 requieren la presentación de una Solicitud de Empleo Condicional donde el empleador indica y demuestra el salario que pagará de acuerdo con las reglas actuales, que no debe ser inferior al que ganan los trabajadores estadounidenses para una posición similar.