El Ejército está dando de baja silenciosamente a inmigrantes a quienes prometió la ciudadanía

Algunos inmigrantes alistados o reservistas que se sumaron al Ejército de Estados Unidos con la promesa de lograr un camino hacia la ciudadanía fueron dados abruptamente de baja.
Abogados de inmigración dicen conocer más de 40 casos que han sido dados de baja o cuyo estatus cuelga de un hilo, poniendo en peligro su futuro, según supo la agencia de noticias AP.
Algunos de los del Ejército dijeron que no les notificaron la razón por la que habían sido dados de baja. Otros afirmaron que les informaron que habían sido catalogados como riesgos de seguridad debido a que tenían familiares en el extranjero, o porque el Departamento de Defensa no había completado sus revisiones de antecedentes.
Sea como sea, el camino a la ciudadanía estadounidense fue siempre una promesa del país, pero no está mandado por ley.
Hasta ahora, a los inmigrantes elegibles se les pide tener un estatus legal en Estados Unidos, como una visa de estudiante, para poder enrolarse. Más de 5,000 inmigrantes se sumaron al programa en 2016 y unos 10,000 sirven hoy en día en las Fuerzas Armadas. La mayoría se va al Ejército, pero algunos también van a otras ramas militares.
Para naturalizarse estadounidenses, los de las fuerzas armadas necesitan una designación de servicio honorable, la cual pueden obtener incluso después de solo unos días en el campo de entrenamiento. Sin embargo, a los que fueron dados de baja recientemente, les habían aplazado su entrenamiento básico para que no pudieran naturalizarse.
Lucas Calixto, un inmigrante brasileño que interpuso una demanda contra el Ejército, dijo que su sueño fue entrar a la institución. "Ya que este país fue tan bueno conmigo, pensé que lo mínimo que podía hacer para devolvérselo era servir a su Ejército".
Margaret Stock, abogada de inmigración radicada en Alaska y teniente coronel retirada que ayudó a crear el programa de reclutamiento de inmigrantes, dijo que en los últimos días se ha visto abrumada por reclutas que han sido dados de baja repentinamente.
Todos tienen contratos firmados de reclutamiento y prestaron el juramento del Ejército, indicó Stock. Muchos eran reservistas que habían asistido a simulacros, recibido un salario y capacitación, mientras que otros habían estado en un programa de “ingreso aplazado”, agregó.
“Los inmigrantes han servido al Ejército desde 1775”, puntualizó Stock. “No habríamos ganado la revolución sin ellos y no vamos a ganar la guerra mundial contra el terrorismo hoy sin inmigrantes”.
Si usted conoce a un inmigrante en esta situación, puede enviar un email al periodista Damià Bonmatí, [email protected].