Cómo el gobierno federal perdió el rastro de 32,000 menores no acompañados detenidos en la frontera con México
Un grave fallo de procedimiento operado por distintas agencias federales que participan en el proceso migratorio reveló dos problemas: el gobierno perdió el rastro de unos 32,000 menores no acompañados detenidos por la Patrulla Fronteriza, y un sistema migratorio anticuado e incapaz de atender la crisis migratoria advertida por primera vez en 2013.
Así lo revela un informe elaborado por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (OIG-DHS) en donde afirma que la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) “no puede monitorear a todos los niños migrantes no acompañados liberados de la custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
El reporte de 18 páginas relata las investigaciones hechas funcionarios de la OIG-DHS quienes revisaron los procedimientos utilizados por tanto por el DHS como el HHS y el Departamento de Justicia (DOJ) en el complejo sistema migratorio desde el momento en que los menores no acompañados son detenidos o hallados en la frontera por agentes de la Patrulla Fronteriza.
“ICE no puede monitorear a todos los niños migrantes no acompañados liberados de la custodia del DHS y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos. Esta alerta informa sobre un problema urgente que descubrimos durante una auditoría en curso y las medidas que ha tomado ICE para abordarlo”, se lee en el documento.
En un memorando interno enviado por Joseph V. Cuffari, Ph.D., Inspector general del DHS a Patrick J. Lechleitner, director en funciones de ICE, la agencia advierte que ICE “no puede monitorear a todos los niños migrantes no acompañados liberados de la custodia del DHS y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU”.
En concreto, agrega, “descubrimos que ICE no siempre puede controlar la ubicación y el estado de los niños migrantes no acompañados que son liberados de la custodia del DHS y el HHS”.
La ley señala que los menores no acompañados que no provengan de países fronterizos (México o Canadá) no pueden ser deportados inmediatamente, deben ser procesados bajo el amparo del Acuerdo Flores de 1997 y solo un juez de inmigración puede decidir sus futuros en el país. El acuerdo, por su parte, estipula que los menores no acompañados no pueden permanecer más de 72 horas privados de libertad y deben ser entregados bajo la custodia del HHS, quien a su vez los entrega bajo la custodia Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) (si el menor no es reclamado por un familiar), dependencia que supervisa el proceso migratorio.
Qué dice el informe
El informe de la OIG-DHS afirma que ICE “no pudo monitorear la ubicación y el estado de todos los niños migrantes no acompañados ni iniciar los procedimientos de deportación según fuera necesario”. Y agrega que entre los años fiscales 2019 y 2023, los dos últimos bajo el gobierno de Donald Trump y los dos primeros bajo el gobierno de Joe Biden, ICE transfirió más de 448,000 de estos niños. “Sin embargo, ICE no pudo dar cuenta de la ubicación de todos los que fueron liberados por el HHS y no se presentaron según lo programado en el tribunal” en audiencias ante un juez de inmigración tal como lo estipula la ley y el debido proceso migratorio.
Los investigadores precisaron que “ICE informó que más de 32,000 menores no acompañados no se presentaron a sus audiencias en el tribunal de inmigración desde los años fiscales 2019 a 2023”. Y que, además, aunque el HHS es responsable del cuidado y la custodia de estos menores inmigrantes, “ICE no siempre informó a la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) cuando estos niños no se presentaron en el tribunal de inmigración después de ser liberados de la custodia del HHS”.
El fallo fue atribuido a la falta de coordinación y comunicación entre las distintas agencias que participan en el proceso, la ausencia de reglamentos para el intercambio de información permanente, fallos en el seguimiento de los casos y en muchos casos ausencia de un sistema computarizado cuyos datos se centralicen en una base de datos al que tengan las dependencias encargadas del proceso migratorio de estos niños.
Otro hallazgo detectado por los inspectores del DHS indica que “ICE no entregó una Notificación de Comparecencia (NTA) a todos los menores después de ser liberados de la custodia del HHS”, siendo que por ley se justifica “que hayan sido colocados en procedimientos de deportación según la Sección 1229(a) del Título 8 del Código de EEUU”.
El reporte también indica que, al mes de mayo de 2024, “ICE no había entregado NTA a más de 291,000 menores no acompañados. Por lo tanto, aún no tienen una fecha de comparecencia en el tribunal de inmigración”.
Expuestos a todo tipo de abusos
La mayor preocupación que muestra la OIG-DHS es el riego que corren los 32,000 menores no acompañados quienes, al haber el gobierno perdido sus rastros, “aumenta el riesgo de trata, explotación o trabajo forzado”.
“Estos problemas ocurrieron, en parte, porque ICE no tiene un proceso automatizado para compartir información internamente entre la Oficina del Asesor Jurídico Principal (OPLA) y ERO (la unidad de deportaciones de la agencia), y externamente con las partes interesadas, como el HHS y el Departamento de Justicia (DOJ), con respecto a los menores no acompañados que no comparecen ante el tribunal de inmigración”, dice el informe.
Agrega que la oficina de deportaciones de ICE “no ha desarrollado una política formal o un proceso para hacer un seguimiento de los niños que no se presentaron ante el tribunal de inmigración”, dependencia que además “tiene una supervisión limitada para monitorear a los inmigrantes menores no acompañados y enfrenta limitaciones de recursos” que deben ser proporcionados por el Congreso.
Abogados de inmigración consultados por Univision Noticias explicaron que las NTA “son notificaciones que el gobierno emite cuando refiere un caso a la Corte de Inmigración (EOIR) donde el inmigrante deberá enfrentar un juicio de deportación”.
El reporte halló estas cifras durante los cinco años fiscales revisados por los inspectores:
- Año fiscal 2019: 67,987 menores no acompañados
- Año fiscal 2020: 15,128 menores no acompañados
- Año fiscal 2021: 120,859 menores no acompañados
- Año fiscal 2022: 127,057 menores no acompañados
- Año fiscal 2023: 117,789 menores no acompañados
- Total: 448,820 menores no acompañados
(Fuente: Análisis de datos de ICE por parte de la OIG del DHS).
Causas del problema
Entre los factores contribuyen a la incapacidad de ICE para monitorear a los niños migrantes no acompañados, la OIG-DHS dice que “ICE no tiene un proceso automatizado para compartir información internamente entre OPLA y ERO, y externamente con las partes interesadas, como HHS y DOJ, con respecto a los niños que no comparecen ante los tribunales de inmigración”. Y que la oficina de deportaciones de ICE “tiene una supervisión limitada para monitorear a los menores y no ha desarrollado una política o proceso formal para hacer un seguimiento de estos inmigrantes que no comparecieron ante la corte de Inmigración”.
El reporte también revela:
- ICE carece de personal adecuado;
- ICE no tiene capacidad de respuesta para monitorear a los menores no acompañados durante el proceso;
- Las limitaciones de recursos también afectan la capacidad de ERO para emitir NTA a todos los menores después de su liberación de la custodia de HHS.
- ICE no puede compartir de manera precisa o efectiva la información judicial sobre los niños migrantes no acompañados liberados de la custodia del DHS y el HHS;
- ICE no tiene un proceso preciso, efectivo o automatizado para compartir información internamente entre OPLA y ERO, y externamente con las partes interesadas, como HHS y DOJ, para los niños que no se presentan a las audiencias de inmigración.
La lista de dificultades muestra que ICE no puede monitorear la ubicación y el estado de todos los niños migrantes no acompañados liberados de la custodia del HHS, es una de las principales conclusiones del informe.
La OIG-DHS añade que, en base a los hallazgos hechos, “se considera que los menores no acompañados que no comparecieron ante el tribunal de inmigración corren un mayor riesgo de ser víctimas de trata, explotación o trabajo forzado”. Y que las audiencias del tribunal de inmigración “suelen ser la única oportunidad que tiene ICE de observar y examinar a los niños en busca de indicadores de trata u otros problemas de seguridad”.
“Al no emitir NTA a todos los menores, ICE limita sus posibilidades de tener o con ellos cuando son liberados de la custodia del HHS, lo que reduce las oportunidades de verificar su seguridad”, indica.