Activistas denuncian que al menos 6 padres de la caravana de migrantes fueron separados de sus hijos
María estaba entre las decenas de centroamericanos que llegaron a Estados Unidos en la caravana de inmigrantes. Vino con sus dos hijos, de 2 y 7 años, esperando poder obtener un asilo. El 2 de mayo se presentó frente a un funcionario en la caseta migratoria de Tijuana y la detuvieron, a ella y a los dos pequeños. Cinco días después un funcionario la separó de sus hijos y le dijo que serían trasladados a un albergue.
La organización Pueblo Sin Fronteras asegura que, como María, otros cinco inmigrantes centroamericanos que venían en la caravana fueron separados de sus hijos, a pesar de haber entrado por un punto fronterizo oficial y haber pedido asilo. En total, calculan que hay entre 15 y 20 menores de edad separados de sus familiares.
Hasta ahora, el gobierno de Donald Trump ha dicho que la separación de adultos de sus hijos no se realizaba entre inmigrantes que entraban por puertos de entrada fronterizo y pedían asilo. En varios emails y llamadas con Univision Noticias, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijeron que la separación ocurría cuando los inmigrantes entran ilegalmente al país, por el río o por el desierto, y se los persigue criminalmente por eso.
El DHS todavía no dio a Univision Noticias la respuesta sobre el caso de María.
Abrumado por el aumento de cruces clandestinos en la frontera en los últimos meses, el gobierno busca una manera de disuadir a los inmigrantes. Por eso, las autoridades quieren procesar criminalmente al máximo de indocumentados por entrar ilegalmente al país y, de esta manera, cuando pasan a disposición del Departamento de Justicia, los padres deben ser separados de sus hijos.
"No quiero que me separen"
Según Alex Mensing, vocero de la organización Pueblos Sin Frontera, ella ya tuvo la entrevista del miedo creíble, en la que un funcionario de migración evalúa sus razones para pedir protección de Estados Unidos, y su caso fue aceptado por lo que ahora se encuentra recluida en un centro de detención de ICE en California en pleno proceso para pedir asilo.
En una grabación obtenida a través de la organización Pueblos Sin Frontera, María narra que solo le explicaron que sus hijos no podían estar en el mismo lugar al que ella sería llevada y que serían trasladados a "donde hay más niños". Eso a pesar de que ella asegura haber probado con documentos el parentesco con los menores. "Me dijeron: 'Tiene 10 minutos para que se despida de ellos' (...) El niño más grande al escuchar eso comenzó a llorar y me decía llorando: 'Mami, no quiero ir, no quiero que me separen'".
María narra en la grabación que las autoridades trasladaron a sus hijos a un albergue y consultaron a su tío si estaría dispuesto a acoger a los niños mientras se resuelve su caso.
Para ella podrían darse dos escenarios. Que su asilo proceda y pueda recuperar a sus niños, explica Mensing, o que sea deportada y quede con la incertidumbre de qué pasará con sus hijos.