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Huracán Michael

Primero un huracán en 1975, luego un incendio y ahora Michael: esta mujer perdió su casa tres veces

Peggy Wood, de 77 años, vivía y tenía un negocio en Mexico Beach, Florida, que se ha visto arrasado por el huracán. Esta es su historia y la de otros afectados: la mayoría de viviendas y locales de esta ciudad desaparecieron cuando los vientos de 155 mph tocaron tierra.
17 Oct 2018 – 08:54 AM EDT
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Peggy Wood frente a lo que quedó del Driftwood Inn tras el paso de Michael. Crédito: Esther Poveda.

Mexico Beach, FL.- Mexico Beach no era el destino turístico más conocido del Panhandle de Florida. Más bien se ufanaba de ser un escape tranquilo, diferente a los resorts abarrotados de gente. Pero desde que el huracán Michael impactó la zona, este pueblo costero ha acaparado los titulares a escala nacional.

Las imágenes aéreas dan cuenta de los daños, que aún son incalculables. La ciudad de apenas 1,200 habitantes había estado en el camino de otros huracanes, pero sus residentes coinciden en que ninguno fue tan devastador como Michael.

La mayoría de los negocios y casas de Mexico Beach desaparecieron cuando los vientos de 155 mph tocaron tierra. Varios hoteles que recibían turistas todo el año, quedaron inhabitables, o completamente destrozados.

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En Mexico Beach solo quedó en pie su gente: estos son algunos de sus testimonios


El Driftwood Inn, sobre la carretera 98 que bordea la costa, es uno de ellos. Su dueña y manager, Peggy Wood, lleva con él 43 años. Lo compró en 1975, y precisamente fue el hotel lo que le sirvió de hogar después de que otro huracán arrasó con su casa.

Wood relata que cuando la tormenta Eloise destruyó su hogar en México Beach, su esposo y ella estaban en las negociaciones para comprar el Driftwood Inn. Poco después, cerraron el trato. “Entonces, tras perder nuestra casa, pudimos quedarnos a vivir en el hotel, que había resistido el huracán”.

Esta vez no corrieron con la misma suerte. Un día después del paso del ciclón, Peggy con ayuda de su hija, Shawna, envió un mensaje a sus clientes sobre lo que había sucedido.


“Como estoy segura de que muchos ya saben, nuestra pequeña ciudad, así como el Driftwood Inn recibieron un gran golpe del huracán Michael”, escribió en su página de Facebook.

Wood dice que la respuesta ha sido abrumadora. Cuenta que ha recibido mensajes de clientes de EEUU y otras partes del mundo, que visitan frecuentemente su hotel. “ Incluso alguien desde Alemania se ofreció a volar hasta aquí y ayudarnos”, declaró sorprendida y agradeció las muestras de apoyo desde la distancia.

Recuperar el turismo y algunos objetos

Una sobrina de los Wood abrió una cuenta de GoFundMe para ayudarlos a levantar otra vez el lugar. “Restaurar el Driftwood Inn será el comienzo de la reconstrucción de Mexico Beach. El turismo, que es el alma de este lugar, revivirá”, escribió Maired Moloney para aupar a la gente a donar dinero. Desde que se lanzó, la campaña ha recaudado más de 10,000 dólares.

Peggy Wood, de 77 años, regresó a Mexico Beach dos días después de que pasara el huracán Michael. Junto a su hija y nietos se le ve en la calle, entrando y saliendo de su posada, tratando de buscar cosas valiosas entre los escombros del hotel.

“Estamos intentando recuperar algunas pinturas de mi esposo que es artista”, comenta frente a las montañas de objetos, que van desde lavadoras hasta una calabaza decorativa de Halloween.


La casa de la familia Wood también se vio seriamente impactada por los vientos de Michael. “Se rompieron todas las ventanas, del primero al cuarto piso, y todo lo que estaba dentro también se destrozó”, explica.

A pesar de la tragedia que puede representar para alguien perder su principal fuente de ingresos y su casa en un sólo día, Wood se ve tranquila y no pierde la sonrisa. No es la primera vez que le sucede algo así.

Perdí mi casa con el huracán Eloise en el 75, perdí mi casa por un incendio en el 94, esta es la tercera vez que me quedo sin nada, así que, ¡ya sabes! Estoy aprendiendo cómo se hace”, dice riendo.

No saben si volverán

El Governor Motel, uno de los más grandes de la ciudad y a menos de una milla de distancia del Driftwood, también fue destrozado por Michael. Aunque el edificio se mantiene en pie, tiene daños estructurales.

El motel informó que los daños fueron tan severos que, por ahora, se retiran un tiempo sin saber si podrán restaurar el hotel.

"Las consecuencias del huracán Michael dejaron una carga muy pesada sobre nuestros hombros, por lo que, por ahora, nos despediremos mientras trabajamos para procesar este terrible infortunio y decidir qué podemos hacer desde aquí", escribieron en su cuenta de Facebook.


Wood es más optimista que su competencia. Está convencida de que se recuperará. "Toma tiempo, pero sí es posible reponerse. Tomará un tiempo volver a ponerlo en pie, pero lo haremos, y lo dejaremos mejor que antes", aseguró.

Un lugar de retiro

El turismo también fue lo que atrajo a los padres de Linda Harvey a instalarse en Mexico Beach. Luego de pasar unas vacaciones en el lugar, hace más de dos décadas, decidieron retirarse allí.

Harvey llegó allí hace seis años, para cuidar de sus padres, quienes hace 20 habían encontrado en la pequeña ciudad el lugar ideal para retirarse.

Mientras observa los escombros de lo que era una tienda de vasijas artesanales, recuerda que sus padres vivieron varios huracanes, pero ninguno como este, dice. “Opal fue uno de ellos, pero esa vez a su casa no le pasó nada”.

Dice que nunca pudo imaginar tanta devastación. “Sólo he visto algo así en televisión”.


Aunque se crio en California, Harvey se conoce Mexico Beach como la palma de su mano. Pero estos días está teniendo problemas para ubicarse en su propia ciudad.

“Cuando recorres la calle no reconoces nada. Llevo manejando estas calles más de seis años, y ahora me pierdo, porque todos los edificios y casas que había, ya no están, ni los árboles. Es catastrófico”.

Harvey no es la única que no reconoce el pueblo costero donde vive. Lance Hanson, pasea en bicicleta las desoladas calles de la diminuta ciudad. “Esto es como una zona de guerra, es peor que Andrew”, asegura, refiriéndose al huracán de 1992 que devastó gran parte del estado de Florida.

Hanson no halla cómo describir tanta destrucción, pero se le viene a la mente una imagen: “Esto es lo más parecido a lo que era Mexico Beach en los años 70, o sea, cuando todavía no había nada aquí. Estamos igual. Ahora no queda nada”.

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