La historia de Jimmy López, el hombre que todavía busca su casa porque el huracán se la llevó

MEXICO BEACH, Florida.- La mayoría de los residentes de Mexico Beach sigue buscando entre las ruinas de sus casas sus pertenencias más valiosas, secan los muebles al sol y piensan en cómo repararán las paredes o techos de sus viviendas. Pero Jimmy López lo que busca es su casa.
No la encuentra por ningún lado. Pasea de un lado a otro de la ciudad junto a su esposa tratando de hallar los restos de lo que era su hogar, pero no hay ni rastro. Ni paredes, ni techo, ni pertenencias. Donde antes estaba su casa de dos pisos, ahora apenas quedan una decena de palos. “Mi casa no se encuentra por ningún lado”, explica a un equipo de Univision Noticias este ingeniero de sistemas de 56 años que trabaja en la fuerza aérea mexicana de la base de Tyndall, a unas 15 millas de Mexico Beach.
El pasado jueves huracán de categoría 4 en esta tranquila localidad costera de unos 1,200 habitantes. Sus vientos de 155 millas por hora y una marejada ciclónica de hasta 13 pies la dejaron irreconocible. “Es como si hubiera estallado una bomba”, dijo el gobernador de Florida, Rick Scott, cuando visitó la zona. Al menos dos personas murieron aquí por el paso del huracán y no hay noticias de otras 30.
Cuando López evacuó el pueblo, Michael se acercaba a la costa como un huracán categoría 2 por lo que no le dio mucha importancia y preparó solo lo más imprescindible: “Unos documentos, algo de ropa y mi señora se llevó dos fotos de nuestros padres. Eran solo dos fotos, pero con eso basta para que esté feliz”. Todas sus pertenencias las subieron a la segunda planta para protegerlas del agua, pero ahora cree que están en el fondo del Golfo de México.
La casa frente al mar que el matrimonio compró en 2015 “era una de las primeras que se construyeron en Mexico Beach, los dueños eran los que establecieron la ciudad y había resistido otros huracanes”, cuenta López, aunque se lamenta que no tenía ventanas a prueba de huracanes, ni una estructura adecuada a la normativa actual para resistir estas tormentas.
El matrimonió pasó el huracán en Alabama y allí se enteró de que su casa ya no existía porque “ alguien tomó unos videos y los puso en YouTube, cuando vi la casa de mi vecino ya no se veía nada donde estaba mi casa”. Pero López se lo toma de la manera más positiva posible: “Mejor que se vaya la casa entera, si queda destrozada se tarda más en reparar”.
Mientras pasea por el lugar donde antes estaba su hogar, buscando por los rincones algún recuerdo que haya podido resistir el huracán, asegura con voz entrecortada que lo que más le duele es la otra gente, “nosotros vamos a estar bien”.
Y es que esta ciudad le recibió con los brazos abiertos cuando llegó en 2010. Entonces, el matrimonio buscaba una residencia para pasar las vacaciones, pero el ambiente les gustó tanto que solo les hizo falta unos días para decidir mudarse allá permanentemente. “Cuando llegamos desde Austin (Texas) abrimos un local de tacos que tuvimos por dos años y conocimos a mucha gente muy rápido. Aquí es difícil encontrar a alguien de mal humor”.
Viendo la zona y hablando con los vecinos esto se entiende. Mexico Beach era un destino turístico no muy conocido del Panhandle de Florida, más bien un escape tranquilo, diferente a los resorts abarrotados de gente y López contaba con un palco de ensueño. Entre su casa y el mar apenas había unos pies de distancia y contaba con un balcón desde el que veía el mar. “ Mi esposa me decía que no podía creer las vistas que tenía cada mañana”.
Pero su rutina ha cambiado por completo. Ahora se despierta a las 3:00 de la madrugada desubicado, sin saber qué hacer y cada día maneja desde Georgia, donde unos amigos le han acogido, hasta Mexico Beach para ayudar a sus vecinos y seguir buscando entre los escombros de las otras casas los restos de su vida.
Ha pasado casi una semana desde que Michael tocó tierra, pero López sigue en shock. Su mirada está perdida cuando contempla el vacío donde se levantaba su casa. “Todavía es temprano para pensar qué hago, gracias a Dios tengo otra casa para quedarme. Voy a esperar a ver cómo son las cosas de aquí en adelante”.
Y es que cree que Mexico Beach va a cambiar radicalmente tras el paso de Michael. Muchos de los propietarios adquirieron su vivienda por herencia familiar y en la zona residen ancianos que ya no trabajaban, por lo que “no tendrán dinero para reconstruir las casas”, según explica López.
“Creo que vendrán constructoras, empresas que compran locales y vienen con dinero para invertir”. Si esto pasa, el ambiente tranquilo al estilo de los años 60’s no podrá volver a ser el mismo. “Sí, se puede recuperar, pero será moderno, muy diferente, más turístico, ya no hay manera de que quede igual”.