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Huracán Irma

Tras el paso de Irma queda el calor: cómo la falta de luz amenaza a los ancianos de Florida

La muerte de ocho adultos mayores en un centro de rehabilitación de Hollywood ha puesto el foco en la falta de preparación de los asilos y las demás residencias para personas mayores en el estado. Aún hay 1.5 millones de hogares sin electricidad.
16 Sep 2017 – 08:49 AM EDT
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MIAMI, Florida.- Se suponía que lo peor ya había terminado, pero no. Para los residentes del Robert King High Towers de Miami, un edificio de 14 pisos para personas mayores en la Pequeña Habana, lo más duro no fue aguantar las fuertes lluvias y vientos que el huracán Irma trajo consigo, sino la falta de electricidad. Los días de calor sofocante en sus apartamentos de escasa ventilación, la falta de elevador y las complicaciones de salud que esto les generó.

¿Qué ha sido lo más difícil de estos días? "El calor", contesta un residente del piso 12 que prefiere no compartir su nombre. Sus riñones ya no funcionan y está volviendo de recibir tratamiento: "Acabo de venir de la diálisis y me encuentro esperando que el elevador funcione". No es el único.

La señora Ramona de 82 años vive en el piso seis. El domingo, cuando en su casa se sentían con más fuerzas los embates del huracán Irma, se cayó en medio de la sala. Amaneció el lunes y todavía estaba tendida en el suelo, sin poder levantarse. Una de sus vecinas la encontró y llamó a los servicios de emergencia. "No me quise ir con ellos, había muy pocos hospitales abiertos. Me sentía muy nerviosa. El calor me sube el azúcar. Soy diabética y cuando me pongo nerviosa me sube todavía más. Son muchos días solita aquí, pasé sola el ciclón".


A Lilian Plat, las altas temperaturas la han deprimido: "El calor de aquí es un calor peor que el de Cuba. Como hay un alto nivel de humedad, uno se siente peor", dice mientras nos pasea por su apartamento del piso dos, con una sola ventana. Apenas circula el aire y ya se acumula el olor de la basura que no han venido recoger desde hace una semana.

Para otra de sus vecinas, Araceli Millán de 80 años, lo peor no fue la falta de aire sino de ascensor. Ha sufrido dos fracturas de columna, tiene las piernas hinchadas y no puede usar las escaleras. "Yo no puedo subir una bolsa de hielo seis pisos". Tiene 15 años viviendo ahí y asegura que nunca había estado tanto tiempo sin servicio eléctrico.

La muerte de ocho ancianos en el centro de rehabilitación Hollywood Hills —que obligó a la evacuación de otros 158— ha puesto el foco en cómo están siendo afectados los adultos mayores de Florida, el estado "más viejo" del país donde el 19% de la población es mayor de 65 años. Aún no sabe si murieron como consecuencia de la deshidratación o si tuvo que ver alguna otra causa; el caso está siendo tratado como una investigación criminal. Sin embargo, está comprobado que el calor empeora las afecciones de los ancianos y pone en riesgo sus vidas.

De los 700 centros de atención para personas mayores que operan en Florida (asilos, apartamentos asequibles y comunidades para retirados), 64 continuaban sin electricidad este jueves, según datos de la Florida Health Care Association (FHCA) , la federación que representa a los hogares de cuidados de ancianos en el estado. "Trabajando de la mano con las operaciones de emergencia, nuestro equipo ha identificado esos centros con las necesidades más urgentes. Continuaremos haciéndolo hasta que ningún centro requiera de asistencia", señala un comunicado publicado por la FHCA tras la muerte de los ocho ancianos en Hollywood.

En ese número, sin embargo, no están incluidos los complejos de viviendas donde solo habita gente mayor, como el que visitamos en la Pequeña Habana. A pesar de que estas personas viven de manera independiente, también necesitan ayuda en este tipo de situaciones.

¿Por qué preocupan tanto las altas temperaturas?

Las personas mayores tienen dificultades para adaptarse a los cambios de temperatura. A veces, incluso, no tienen sensación de sed. "Se deshidratan muy rápido y si el clima está caliente, peor: no tienen forma de refrescarse, no tienen hielo, no tienen ventilación", explica María Susana Echavez, una médico internista que trabaja en distintos hogares para ancianos en el condado de Lakeland, en el centro de Florida.

"Los jóvenes se recuperan rápido, toman agua y se les quita, pero para ellos no es fácil. El calor les puede producir infartos o cambios mentales", dice.

Las regulaciones de salud de Florida no requieren que los hogares de ancianos tengan generadores eléctricos, a pesar de que lidian con un gran número de discapacitados y adultos mayores. En las nuevas reglas que entrarán en efecto el próximo mes de noviembre, sí está incluida una cláusula que exhorta a estos centros a mantener temperaturas templadas cuando hay cortes de electricidad. Aún así, no exigen claramente que los edificios cuenten con una fuente alternativa de energía en caso de que el servicio regular falle.


Los cambios en las reglas llegan 12 años después de que 35 ancianos murieran en Nueva Orleans durante el huracán Katrina. "Entre las lecciones que aprendimos con Katrina está que la pérdida de aire acondicionado es un gran problema para los hospitales y hogares de ancianos", dijo al diario Sun Sentinel Eric Cote, director del proyecto de Powered for Patients, una organización sin fines de lucro creada para ayudar a salvaguardar y crear mejores sistemas de energía de emergencia para los hospitales y hogares de ancianos.

Mientras tanto, inquietan los pronósticos del clima. El meteorólogo Albert Martínez, del programa de Univision Ventana al tiempo, asegura que las temperaturas actuales son muy preocupantes. Sobre todo si se toma en cuenta que tanta gente continúa sin servicio eléctrico, y como consecuencia, carece de aire acondicionado o de algún otro tipo de ventilación. Según él, la humedad ayudará a que la sensación supere los 100 grados Farenheit.

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