4 desafíos extremos que complican la búsqueda del Titán, el sumergible desaparecido cuando iba a los restos del Titanic
Los grupos de rescate libran una carrera contra el tiempo para rescatar a las cinco personas que estaban a bordo del Titán, un pequeño sumergible que desapareció cuando se dirigía hacia los restos del Titanic el domingo pasado.
El capitán James Frederick, de la Guardia Costera de EEUU, dijo sobre la 1:00 pm (ET) del martes que la nave tendría solo 40 horas de oxígeno.
“Por los datos que tenemos, sabemos que habían empezado con 96 horas. En este momento, quedan aproximadamente entre unas 40 y 41 horas”, detalló en una rueda de prensa.
Frederick enfatizó que Estados Unidos y Canadá están haciendo todo lo posible para encontrar al sumergible, pero subrayó que la operación de búsqueda es “muy compleja”.
La Guardia Costera, auxiliada por la Marina de EEUU y equipos canadienses, lidera la búsqueda del Titán, en el norte del Océano Atlántico. Fue en esa remota región donde el Titanic chocó con un iceberg y se hundió en 1912. Apenas 700 de los aproximadamente 2,200 pasajeros y tripulantes sobrevivieron.
La travesía del Titán formaba parte del tercer viaje anual de OceanGate Expeditions, en el que la mayoría de los tripulantes deben pagar cientos de miles de dólares para llegar hasta la profundidad del lecho marino donde se encuentra el barco hundido.
Pero a medida que pasan las horas, las tareas de rescate no mostraban resultados y con ellas, las esperanzas iban también mermando.
Pero ¿por qué es tan difícil encontrar un sumergible tan desarrollado tecnológicamente que puede llegar a profundidades que incluso los del Ejército de EEUU no alcanzan?
Estos son algunos de los desafíos que complican la búsqueda del Titán.
1. El sumergible Titán desapareció en una zona remota donde se hundió el Titanic
Los rescatistas buscan al Titán en un área de hasta 9,000 millas cuadradas, una superficie similar a El Salvador o al estado de Connecticut.
Al tamaño del sitio para realizar el rescate se suma la distancia a la que se encuentra de la costa: el lugar está a unas 435 millas (700 kilómetros) al sur de St. John’s, en Newfoundland (Canadá), de acuerdo con el Centro Conjunto de Coordinación de Rescate en Halifax, Nueva Escocia.
Eso significa que algunas de las herramientas necesarias para realizar la búsqueda y el rescate no llegarán con la velocidad deseada.
Las naves capaces de llevar al CURV-21, el dron submarino más potente de la Marina de EEUU, solo alcanzan unas 20 millas por hora.
2. Las condiciones del tiempo
La visibilidad en la superficie es limitada, explicó el almirante John Mauger, también de la Guardia Costera de EEUU. La zona en que desapareció el Titán tiene una intensa niebla, y el oleaje alcanza hasta los 6 pies (dos metros) de altura.
El buque rompehielos canadiense Polar Prince, una nave que fungía como apoyo del Titán, seguía la búsqueda en la superficie con ayuda de un avión de reconocimiento canadiense Boeing P-8 Poseidon, así como dos aviones estadounidenses Lockheed C-130 Hercules.
Los vientos en la zona eran de hasta 10 y 20 millas por hora este martes, pero estos serán más intensos el miércoles, lo que podría aumentar la altura de las olas, explicó el meteorólogo de The New York Times, Judson Jones.
3. La profundidad a la que se sumerge el Titán
El Titán, un sumergible de un tamaño similar al de una miniván, tenía la capacidad de llegar a una profundidad de hasta 2.4 millas (4,000 metros), incluso mayor de la que reposan los restos del Titanic (3,800 metros).
La luz del Sol llega hasta los 1,000 metros de profundidad (unas 0.6 millas). A partir de ahí, el paisaje submarino está completamente a oscuras.
La reducida visibilidad hace que los equipos de rescate dependan de la tecnología sonar para determinar dónde está el sumergible.
Sonar es un acrónimo de sonido, navegación y rango, y se refiere a una tecnología que envía pulsos de ondas a través del agua. Cuando estos pulsos golpean en objetos, se reflejan en la superficie, y así se puede determinar la distancia a la que se encuentran.
Los equipos canadienses han lanzado sonares para percibir cualquier señal del Titán, pero los expertos han advertido que la complejidad de la zona exige herramientas más sofisticadas.
“ En esa profundidad, un sistema de búsqueda sonar tendría que estar muy especializado para llegar con una frecuencia lo suficientemente alta para hallar un sumergible pequeño”, indicó el lunes Jamie Pringle, investigador de geociencias forenses en la Universidad de Keele, a la cadena británica BBC.
Las autoridades sas dijeron este martes que desviarían un barco de investigación que se encontraba en una misión a 48 horas del sitio donde se realiza la búsqueda para ayudar en los esfuerzos.
El barco cuenta con un robot capaz de sumergirse a la profundidad en la que se encuentra el Titanic, según informó Hervé Berville, subsecretario de asuntos marítimos del gobierno francés, a través de un comunicado.
La profundidad, además, implica una enorme presión hidrostática. “Es como estar en el espacio, es el mismo peligro y la misma dificultad”, explicó Chris Parry, almirante retirado de la Marina británica, a Sky News.
4. Un rescate submarino es aún más complicado que uno en la superficie del mar
Si los equipos logran localizar al Titán en el plazo necesario para hallar a sus tripulantes con vida, hay otra serie de factores que complican el rescate de los viajeros submarinos.
Si el Titán llegó a la profundidad del océano, las posibilidades de rescate son muy limitadas. Los rescates submarinos son aún más complicados que los que se realizan en la superficie. Por ejemplo, los buzos capacitados para rescates en el mar solo pueden llegar a unos cuantos pies de profundidad, una diminuta fracción de la distancia requerida para llegar al sumergible. Los equipos que sí tienen la capacidad de alcanzar ese lugar son pocos, caros y difíciles de trasladar.
Además, existe la posibilidad de que el Titán o una nave de rescate queden atorados en el océano al momento de intentar salir de nuevo a la superficie, debido a lo irregular del lecho marino, la oscuridad y la poca –o nula– visibilidad.
El sumergible perdió o con la superficie una hora y 45 minutos después de comenzar su travesía, lo que es más de la mitad del trayecto hacia el fondo del mar, que usualmente duraba alrededor de dos horas y media.
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