El Capitolio y la Casa Blanca: dos protestas en edificios del gobierno con resultados muy diferentes
Muchos estadounidenses y espectadores en todo el mundo vieron con asombro el miércoles cómo una multitud de partidarios de Donald Trump asaltó la sede del Congreso de Estados Unidos, generando caos con la aparentemente poca resistencia de la Policía del Capitolio.
Las imágenes y videos de policías abrumados retirándose dócilmente mientras los seguidores de Trump penetraban con éxito en las Cámaras del Congreso, contrastan fuertemente con una situación similar hace seis meses cuando la policía reprimió brutalmente una protesta anti-Trump en Lafayette Square, cerca de la Casa Blanca.
En esa ocasión, el 1 de junio de 2020, decenas de personas que protestaban pacíficamente por la justicia racial, junto con algunos periodistas que cubrían los hechos, sufrieron heridas graves por balas de goma y gases lacrimógenos que fueron utilizados por la policía para dispersar multitudes.
El miércoles, hubo algunos arrestos y una manifestante pro-Trump murió luego de ser baleada.. Pero las imágenes mostraban a la policía charlando con algunos alborotadores, incluso tomándose selfies.
La policía tardó horas en recuperar el control del Capitolio, uno de los edificios más sagrados de la democracia estadounidense, junto con la Casa Blanca y la Corte Suprema.
Guardia Nacional
Trump, quien ha demostrado durante el año pasado estar ansioso por desplegar a la Guardia Nacional cuando estalla la violencia, inicialmente se resistió a hacerlo en Capitol Hill el miércoles, según algunos informes de los medios. En cambio, fue el vicepresidente Mike Pence quien coordinó la respuesta con el Pentágono e instó a los militares a actuar más rápido.
Muchos especularon en las redes sociales sobre lo que habría sucedido si los manifestantes hubieran sido de 'Black Lives Matters'. Tuiteó en mayo en respuesta a las protestas por la justicia racial y la brutalidad policial, que " cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo". (Este Tuit fue luego bloqueado por violar las reglas de Twitter sobre glorificar la violencia.)
"A los manifestantes pacíficos se les roció pimienta para que Trump pudiera sostener una Biblia para una foto frente a una iglesia", tuiteó Shannon Sharpe, exjugador de fútbol americano, refiriéndose a un incidente que tuvo lugar durante el verano en medio de las protestas que siguieron la muerte de George Floyd a manos de la policía.
Doble estándar
La diferencia entre los dos incidentes fue difícil de pasar por alto: los partidarios pro-Trump que violaron y destrozaron el Capitolio fueron tratados con indulgencia, mientras que los manifestantes pacíficos anti-Trump en un parque público fueron recibidos con fuerza.
En la protesta de junio, se ordenó a los agentes antimotines que trataran con dureza a los manifestantes para proteger al presidente. Esta semana, fue el presidente quien encabezó la protesta. En un mitin el miércoles por la mañana, Trump hizo un llamado de 70 minutos a una multitud reunida en el National Mall para que "caminaran hasta el Capitolio" para protestar por lo que afirmó falsamente que fueron elecciones robadas.
"Vamos a tener que luchar mucho más duro", dijo. "Vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas y mujeres", continuó, "porque nunca recuperarán nuestro país con debilidad".
Después de dar luz verde a los manifestantes, Trump regresó a la Casa Blanca cuando los manifestantes avanzaron hacia el Capitolio, pareciendo ignorar la ira que sus palabras podrían haber desencadenado.
Junio 2020
Compare eso con el 1 de junio, 2020. La Policía de Parques y la Guardia Nacional usaron gases lacrimógenos, balas de goma y granadas 'flash-bang' para alejar a los manifestantes pacíficos de la Plaza Lafayette y sus calles circundantes, despejando un camino para que Trump cruzara la calle hacia una iglesia Episcopal para tomarse una foto sosteniendo la Biblia.
Periodistas denunciaron al menos 125 violaciones de la libertad de prensa en esos días de protesta, dijo el Comité para la Protección de los Periodistas. La organización independiente sin fines de lucro dijo en un comunicado que las infracciones incluyen 20 arrestos y varios relatos de periodistas que fueron golpeados y pidió a las autoridades locales y estatales que dejaran de atacar a los trabajadores de los medios.
"Actos de terror"
Ese mismo día, Trump expresó su ira por las protestas a los gobernadores durante una videoconferencia en la Casa Blanca, diciéndoles que "la mayoría de ustedes son débiles" y llamándolos "tontos". Pidió que se desplegara el Ejército para "dominar" a los manifestantes y exigió que los estados hicieran más para detener los "actos de terror interno".
"Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, desplegaré al Ejército de Estados Unidos y rápidamente les resolveré el problema", dijo.
Justo después de que Trump concluyó su discurso, la policía militar de la Guardia Nacional vestida con camuflaje y escudos antidisturbios surgieron frente a una línea de agentes de la ley que empujaban a los manifestantes desde la entrada de Lafayette Square, frente a la Casa Blanca.
Trump regresó tranquilamente a la Casa Blanca después de unos minutos.
Unos días más tarde, Trump emitió una orden ejecutiva para proteger la propiedad federal y enjuiciar a "cualquier persona o entidad que destruya, dañe, destroce o profana un monumento, memorial o estatua dentro de los Estados Unidos o que destroce la propiedad del gobierno".
