Cómo las prohibiciones del aborto afectan la formación de nuevos médicos y el aprendizaje para casos de emergencia

Los estudiantes de medicina familiar y obstetricia ginecológica, dos de las especializaciones médicas más populares en Estados Unidos, enfrentan decisiones difíciles sobre dónde avanzar en su formación en un panorama donde el legal al aborto varía de un estado a otro.

Las interrupciones de los embarazos las practican generalmente obstetras ginecólogos o médicos de familia, y la capacitación generalmente implica observar y ayudar en el procedimiento, a menudo en clínicas ambulatorias.

Pero muchos médicos y estudiantes ahora se preocupan por la formación inexistente o deficiente en los estados donde han cerrado las clínicas que practicaban el procedimiento o las leyes de aborto se endurecieron después de que la Corte Suprema anulara Roe v. Wade.

En algunos casos, los estudiantes de medicina que desean realizar abortos como parte de su carrera buscan residencias en estados con leyes reproductivas más liberales y tal vez continúen sus carreras allí también, lo que puede implicar que los estados menos permisivos acaben padeciendo escasez de especialistas en obstetricia y ginecología.

Los programas de obstetricia y ginecología deben capacitar en abortos

"Elegir un estado en el que tendré limitaciones o no tendré completo es esencialmente imponerme limitaciones a mí y a mis futuros pacientes en cuanto a la calidad de la atención que puedo brindar", dijo Deborah Fadoju, estudiante de medicina de cuarto año de la Universidad Estatal de Ohio.

Fadoju ha estado buscando programas de especialización a lo largo de la costa este, donde muchos estados tienen leyes que salvaguardan el derecho de la mujer a la interrupción del embarazo. Como obstetra y ginecóloga, agrega, debería poder "hacer todo el trabajo".

Por otro lado, los estudiantes que se oponen al aborto pueden encontrarse más cómodos en programas de residencia en estados que en gran medida prohíben el procedimiento.

La doctora Christina Francis, miembro de la junta y directora ejecutiva electa de la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos Provida, dijo que su organización ha recibido ya solicitudes de estudiantes que buscaban información sobre residencias en las que, sobre abortos, no tendrían que hacer más referir pacientes.

“Ahora estamos viendo residentes y estudiantes de medicina que no quieren participar en abortos diciendo: 'Vamos a buscar puestos de residencia en lugares donde el aborto podría estar restringido' porque, en teoría, y creo que esto se crecerá, allí debería haber menos presión sobre ellos”.

Pero los programas de residencia en obstetricia y ginecología deben proporcionar capacitación en abortos, según el Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Graduados, aunque los que presenten objeciones religiosas o morales pueden optar por no hacerlo. Una actualización del 17 de septiembre señala que los programas en estados donde los abortos son ilegales deben ofrecer capacitación en otros lugares. No existen requisitos similares para los programas de medicina familiar.

La legislación del aborto es clave al elegir residencia médica

Los médicos necesitan haber interiorizado los procedimientos a un nivel que solo la educación práctica puede brindar, especialmente para los abortos, dijo Pamela Merritt, directora ejecutiva de Medical Students for Choice, que promueve el a la educación sobre los procedimientos para interrumpir el embarazo.

“¿Cuántas horas quirúrgicas quiere que tenga un especialista en hígado antes de intentar hacer una biopsia?”, preunta Merritt. "Sobre cualquier otro procedimiento jamás nos estaríamos planteando cómo formar médicos sin interacción física con el paciente".

Un equipo de investigación dirigido por la Universidad Emory de Atlanta trabaja en una encuesta sobre las decisiones de solicitud de residencia de estudiantes de medicina de tercer y cuarto año, después del fallo que anuló Roe.

Los resultados iniciales muestran que muchos solicitantes están lidiando con dónde continuar su capacitación, según adelantan las estudiantes de medicina de Emory Nell Mermin-Bunnell y Ariana Traub, quienes también cofundaron un grupo de defensa que apoya el derecho al aborto.

“Hay muchas incógnitas y da miedo a las personas que solicitan la residencia”, dijo Mermin-Bunnell. “Realmente hay muchos interrogantes y la forma en que se practica la atención médica está cambiando rápidamente”.

Más de las tres cuartas partes de los 490 encuestados dijeron que el al aborto es probable o muy probable que influya en las decisiones sobre la ubicación de su residencia, dijeron los investigadores. La encuesta no preguntó directamente a los encuestados su postura sobre el aborto, para evitar introducir sesgos.

Connor McNamee, residente de medicina familiar de tercer año en la Universidad de Toledo, comenzó a explorar la capacitación en interrupción del embarazo fuera de Ohio el verano pasado. Una ley estatal prohíbe la mayoría de los abortos después de que se detecte actividad cardíaca, pero un juez lo ha bloqueado mientras continúa la impugnación.

McNamee ha empezado a buscar opciones en Virginia, donde los abortos son más accesibles. Había estado dispuesto a regresar eventualmente a Ohio, pero ahora dice que los límites del aborto son "el último clavo en el ataúd" para él.

“Realmente no puedo ser un proveedor de abortos en Ohio, y eso es una parte importante de mi carrera”, dijo McNamee.

Menos residentes ahora, menos especialistas en el futuro

La mayoría de los médicos especialistas terminan practicando en el estado donde completaron sus residencias, según un informe de 2021 de la Asociación de Colegios Médicos Estadounidenses.

Y algunos médicos temen que menos residentes signifique menos obstetras y ginecólogos en estados con estrictas restricciones sobre la interrupción voluntaria del embarazo.

En Carolina del Sur, los temores de los estudiantes sobre el a la educación en salud reproductiva (para su carrera) y los servicios de aborto (para ellos mismos) han obstaculizado el reclutamiento de médicos residentes y becarios, afirmó la doctora Elizabeth Mack, presidenta del capítulo estatal de la American Academy of Pediatrics, quien testificó en agosto ante los legisladores que buscaban restricciones más estrictas al aborto.

Francis, del grupo de obstetras contra el aborto, dijo que espera que las nuevas restricciones puedan abrir la puerta para que los estudiantes interesados en obstetricia y ginecología, pero que se oponen al procedimiento, ingresen al campo.

Casi el 44% de los 6,007 residentes de obstetricia y ginecología estaban localizados en un estado que se consideraba seguro o probable que prohibiría el aborto si la Corte Suprema anulaba Roe, según un artículo publicado en línea en abril por la revista Obstetrics & Gynecology.

El presidente Joe Biden prometió el martes codificar el derecho al aborto si los demócratas retienen suficientes escaños en el Congreso en las elecciones de mitad de mandato.

Pero mientras las protecciones legales federales sigan sin llegar, los líderes de educación médica buscan formas para que los residentes en estados restrictivos continúen con la capacitación, incluida la posibilidad de viajar a estados más permisivos.

Tales "rotaciones de viaje" han sido propuestas por el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, pero el gran volumen que se requiere hace que sea difícil cerrar la brecha, según el artículo de la revista.

El Programa Ryan, con sede en la Universidad de California San Francisco, impulsó las rotaciones para que los estudiantes entrenaran fuera de Texas el año pasado, según su directora, la doctora Jody Steinauer.

Steinauer sugiere que los programas colaboren para ayudar a financiar las rotaciones de viajes y guiar a los residentes a través del proceso de obtención de licencias médicas en nuevos estados. También sugiere reforzar la capacitación en simulación de aborto para enseñar habilidades básicas.

La doctora teme que los cambios legales pongan en peligro la capacitación en habilidades de emergencia, como vaciar el útero de manera segura después de un aborto espontáneo o voluntario.

Los procedimientos quirúrgicos para el aborto espontáneo y el voluntario son los mismos, algo que, según Francis, debería permitir que los residentes reciban capacitación sin participar en interrupción de embarazos.

Los residentes aún podrían aprender mucho de la atención del aborto espontáneo, señala Steinauer, pero la capacitación rutinaria en abortos voluntarios se correlaciona con una mayor preparación en todo el manejo de las pérdidas de embarazos temprano, incluido el asesoramiento y las complicaciones. Y, afirma, los residentes necesitan ver suficientes pacientes para sentirse competentes, algo que las restricciones dificultan.

“No tener una capacitación integrada y completa sobre el aborto deja a los especialistas a menudo con deficiencias en sus habilidades”, dijo Steinauer. “Los programas realmente tendrán que ayudar a los alumnos que puedan hacerlo a viajar a otros estados para recibir capacitación”.

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