El niño de 8 años herido en el tiroteo de Highland Park despierta y pide ver a su hermano gemelo y a su perro
Cooper Roberts, el niño de 8 años que resultó gravemente herido en el tiroteo del 4 de julio en Highland Park, y permanece paralizado de la cintura hacia abajo, despertó este viernes de la sedación y pidió ver a su hermano gemelo, Luke, y a su perro.
Fue la primera vez que el niño estuvo consciente desde que ocurrió el ataque. Aunque fue retirado del ventilador y mostró una mejoría, su estado sigue siendo grave. Por el intenso dolor que sufre, volvió a ser sedado.
Según un comunicado de la familia, en el que confirman que el niño está paralizado, los médicos no creen que el pequeño haya sufrido ningún daño cerebral por las balas que dieron en su pecho, disparadas por un hombre de 21 años que abrió fuego indiscriminadamente contra los asistentes al desfile por el Día de la Independencia en ese suburbio de Chicago.
Tanto Cooper como su hermano gemelo, quien fue alcanzado por metralla pero ya está en casa, estaban disfrutando intensamente el desfile del 4 de julio en su comunidad, hasta que comenzó el tiroteo. La madre de ambos, Keely Robert, superintendente del Distrito Escolar Primario Zion, también resultó herida en el pie y la pierna pero pidió ser dada de alta para cuidar a Cooper en el hospital, a pesar de que se sometió a dos cirugías y podría necesitar una tercera, dijo a la prensa Tony Loizzi, un portavoz de la familia. Solo el padre de los niños, Jason Roberts, salió ileso de la balacera.
“Están devastados”, dijo Loizzi sobre la familia, “pero en este momento están enfocando toda su energía en Cooper. Ha sido un momento muy emotivo para todos en su círculo cercano. Y si conoces a Keely, ella es una luchadora. Y parece que Cooper heredó eso de ella porque está luchando tan duro como puede", agregó.
Los gemelos son los menores de seis hermanos. Tienen otras cuatro hermanas mayores, de entre 18 y 26 años, que ahora cuidan y conscienten a Luke mientras Cooper está siendo atendido en el hospital.
Cooper ha sido sometido a varias cirugías. Las heridas fueron de tal gravedad que los médicos no pudieron cerrar su estómago sino hasta el miércoles por la noche, unas 36 horas después del tiroteo.
Amigos de la familia han dispuesto una campaña de GoFundMe para ayudar a la familia a pagar los costos médicos y las futuras terapias que necesitará el niño, quien podría tener muy difícil volver a caminar. Hasta la mañana de este sábado había recaudado más de un millón de dólares.
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