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Elecciones 2016

Los hispanos de la universidad de Las Vegas a los que el debate Trump vs Clinton no les entusiasma

La sede del último debate presidencial es "la más hispana" de las tres universidades que organizaron debates. Muchos estudiantes de entre ese 25% del cuerpo estudiantil hispano tienen miradas críticas sobre el choque final entre Hillary Clinton y Donald Trump.
19 Oct 2016 – 06:10 PM EDT
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La Universidad de Nevada en Las Vegas, sede del tercer y último debate presidencial, es una de las universidades más diversas del país. 25% de los estudiantes son hispanos, y 54% pertenecen a algún grupo étnico minoritario, y no todos reciben bien a los candidatos en su visita. Crédito: Carlos Chirinos

Las Vegas, Nevada - El campus de la Universidad de Nevada en Las Vegas (UNLV) está lleno de carteles anunciando el debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump este miércoles, pero no se limitan a eso.

Y en otros carteles, aprovechando la atención de medios y el público, otras pancartas rojas dicen en letras blancas: "Audaces, distintos, diversos", en una celebración de lo étnicamente diverso que es el campus.

De los 23,801 estudiantes de la sede del último debate presidencial, más de la mitad se identifican cómo parte de una minoría étnica, y el 25% son hispanos, según datos de la universidad.

De las tres universidades que han sido sedes de los debates presidenciales este año, UNLV es la más latina de todas, y es la única en la que se hablará de inmigración, tema que ha sido obviado en los primeros dos debates a pesar de ser un foco central de esta campaña.

En comparación, los hispanos en la Universidad de Hofstra, en Long Island, donde se realizó el primer careo Clinton contra Trump, forman un 14% de la población estudiantil, y en la segunda Universidad de Washington en St. Louis, solo 5.98% de los estudiantes son hispanos.

El año pasado UNLV alcanzó los números demográficos para definirse como una "institución de servicio a los hispanos", una clasificación federal que le daría a la universidad más fondos para crear programas, cursos e iniciativas diseñadas para estudiantes hispanos.

Sin embargo, algunos de sus estudiantes hispanos ven con ojos escépticos esta definición y la celebraciones de diversidad que la universidad ha estado empujando.

Descontento entre los estudiantes

El día antes de que Hillary Clinton y Donald Trump se enfrenten en el estadio de básquet de la universidad, no había muchos estudiantes en el campus.

Cuando la universidad comenzó las preparaciones para el debate, no canceló las clases oficialmente, pero si animó a los profesores hacerlo o a tener "actividades alternas" fuera del campus, dijo Roberto Orozco, de 25 años, es el coordinador de programación en el Centro para Justicia Social del campus.

Aunque se supone que es un lugar donde todos los estudiantes se pueden juntar para aprender sobre causas sociales y abogar por ellas, es uno de los pocos lugares donde los estudiantes hispanos se pueden juntar y hablar de temas que los afectan.

Aunque el centro trata con todos los grupos minoritarios en el campus, Orozco dijo que por un tiempo el apodo del lugar era "La Casita" -así, en español-, porque la mayoría de los estudiantes involucrados ahí son hispanos.


Briceida Hernández, de 21 años, era la única estudiante en el centro el martes. Su opinión de este tercer y último debate es bastante crítica, aunque más que nada contra su universidad.

"Es bastante interesante que estén haciendo el debate acá, ya que UNLV es vista como la segunda universidad con más diversidad, pero no apoyan demasiado a sus estudiantes que forman parte de esa diversidad", dijo Briceida. "Es gracioso que tengan carteles que digan 'audaces, distintos, diversos' y diciendo que son una insitución que da servicios a minorías porque en realidad no lo son".

Hernández cree que esto está relacionado con las elecciones y los candidatos que el miércoles debatirán por última vez antes del 8 de noviembre.

" Los candidatos solo quieren hablar del apoyo a la diversidad cuando quieren y cuando necesitan el voto de la población latinx (sic) y de las minorías", ella dijo, agregando que muchos de sus amigos y ella no quieren votar por Trump porque "obviamente es un racista, es malo y es malo para el futuro y para EEUU".

Pero tampoco están muy convencidos con Clinton.

"Hillary también [es mala]. Ella ha hecho muchas cosas en el pasado que no apoyan a personas negras y que no apoyan a personas latinx. Solamente concede ayuda o a una reforma migratoria cuando la empujan a hacerlo", dijo Hernández. " Estámos bastante amargados con esto".


Mariana Sarmiento concuerda. De 21 años, ella estudia en Las Vegas aunque es indocumentada. Está en EEUU desde qué tiene 2 años, cuando su familia dejó México, y es presidenta de una organización de estudiantes indocumentados en la universidad.

"La frustración alrededor del debate se debe a muchas cosas. Creo que el principal sentimiento es frustración sobre toda la elección", dijo Sarmiento en la protesta afuera del hotel de Trump el miércoles. "No queremos votar por Trump, pero tampoco queremos votar por Hillary. Así que al final terminas eligiendo a Hillary pero a regañadientes".

Aun con la amargura, Hernández va a ver el debate y lo tuiteará en vivo cómo parte de un proyecto para los estudios de género y sexualidad que cursa. "Definitivamente estoy esperando a ver que va a decir Trump sobre la inmigración".

El clima político alrededor del debate

Orozco, el coordinador del Centro para Justicia Social, dice que los estudiantes con los que el trabaja en el día a día no están muy contentos con la visita de los candidatos.

"Ni Trump ni Hillary. No apoyan a ningún candidato, pero se que los que si pueden votar se siente como que tienen las manos atadas, y deben votar por el candidato que no viene usando retórica negativa alrededor de la comunidad latina, especialmente en lo que se trata de una reforma migratoria", dijo. "Se que muchos de mis estudiantes no están muy entusiasmados con el debate, ni con los candidatos que vienen al campus porque sienten que no representan a comunidades marginalizadas y a minorías en este país".


"Trump no es una buena persona para los indocumentados y para muchas otras personas", dijo Sarmiento, por eso cree que es importante ir a protestas como la que se dio la mañana del miércoles, donde el sindicato de trabajores culinarios construyó "un muro" de camiones de comida afuera del hotel de Trump, en protesta de la retórica que muchos interpretan como antiinmigrante de su campaña.

"Este es el mensaje que queremos mandarle a Trump: 'tu no eres bienvenido aquí, y no mereces la presidencia", dijo Sarmiento.

Ambos, Orozco y Sarmiento, dijeron que no se siente un clima de confrontación en el campus de la universidad, aunque si saben que hay seguidores de ambos bandos. El único incidente que citan es un grafiti a favor de Trump que alguien puso cerca de la biblioteca.

Sarmiento ite que esto la sorprende un poco, pero dice que este clima se trata menos de ser cordial y más de no querer hablar de temas políticos, como la inmigración, abiertamente.

"El tema de los estudiantes indocumentados es medio como 'no preguntes, no digas'", dijo Orozco.

Aún así, Sarmiento dice que está un poco preocupada por el evento para mirar el debate que organizó la universidad. "Habrá seguidores de Trump, y no los quiero ver".

Dijo que estaba pensando en ir al evento de la universidad pero mejor irá al evento de Clinton que es para la comunidad latina, en gran parte por el temor a los seguidores de Trump, y porque quiere llevar a su familia a ese evento.

"Creo que estarán más cómodos ahí", dijo.

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