Tras una misma pelea, en Louisiana los estudiantes negros son suspendidos por más tiempo que los blancos

Los estudiantes negros en Louisiana son suspendidos por un poco más de tiempo que los estudiantes blancos después de ser parte de la misma pelea, de acuerdo con una nueva investigación que se suma a un agitado debate nacional sobre la disciplina en las escuelas.
El estudio se presenta en momentos en que el Departamento de Educación está considerando la posibilidad de deshacer las guías sobre la disciplina escolar que había establecido el expresidente Barack Obama. El trabajo muestra que los estudiantes negros son tratados con mayor severidad y que las tasas de suspensión para los estudiantes negros y pobres de EEUU siguen siendo desproporcionadamente altas, lo que refuerza el argumento de los grupos de derechos civiles que quieren que esas guías se mantengan.
(Aunque el estudio no trabajó con cifras sobre estudiantes hispanos en específico, vale la pena notar que un cuarto de los hispanos del país se identifican como afrolatinos, según el Centro de Investigación Pew. Además, muchos estudiantes latinos, aunque no se identifiquen como afro, si tienen piel oscura podrían ser sujetos a las mismas percepciones y sesgos a las que son los estudiantes negros).
"Dado que encontramos que la discriminación directa ocurre en este contexto, pues un estudiante blanco y un estudiante negro reciben castigos diferentes por el mismo incidente, parece probable que la discriminación directa [también] ocurre cuando las disparidades en la disciplina son menos visibles", escribieron los investigadores.
Aun así, la diferencia entre las suspensiones impuestas a los estudiantes blancos y negros fue bastante pequeña, lo que equivale a una fracción de un día escolar.
La investigación, publicada por la Alianza de Investigación Educativa de la Universidad de Tulane, utilizó una gran cantidad de datos sobre la disciplina en Louisiana que abarcaban desde 2001 hasta 2014. Según investigaciones previas, el estudio revela que los estudiantes negros y pobres tienen tasas de suspensiones sustancialmente más altas que sus compañeros blancos y con más dinero.
Averiguar por qué no es sencillo. ¿Es porque ciertos grupos de estudiantes se comportan de manera diferente o porque los maestros y los es responden de manera diferente al mismo comportamiento?
El estudio no puede descartar la posibilidad de que la pequeña diferencia en la duración de las suspensiones se deba a factores como si un estudiante instigó la pelea. Pero los investigadores argumentan que una pelea entre dos estudiantes es una ofensa objetiva donde se espera que los funcionarios de la escuela traten a los participantes de manera similar. El hecho de que incluso en este contexto haya evidencia de sesgo, por pequeño que sea, es preocupante, dicen.
El estudio es directamente relevante para el debate sobre la guía federal de 2014, que advirtió a las escuelas que el Departamento de Educación podría iniciar investigaciones de derechos civiles "basándose en informes públicos de disparidades raciales en la disciplina estudiantil combinadas con otra información".
La secretaria de Educación, Betsy DeVos, dijo recientemente que estaba "analizando atentamente" esta guía, y los conservadores la han instado a descartarla por completo, con el argumento de que ha contribuido al desorden en las escuelas.
Gran parte del debate gira en torno a cómo interpretar las disparidades bien documentadas en las tasas de suspensión.
Mike Petrilli, un crítico de los esfuerzos federales para supervisar la disciplina escolar y director del Fordham Institute –un grupo de estudio conservador–, analiza el debate en torno a la discusión sobre la ‘brecha educacional’ en los puntajes de los exámenes.
"Nadie diría al ver estas brechas de logros que todas se deben a que los maestros son racistas", dijo. "Podríamos decir que eso es parte de esto".
Petrilli sugiere que la guía hace que las escuelas teman arriesgarse a ser acusadas de discriminación basándose solo en las diferencias en las suspensiones entre los grupos de estudiantes.
Catherine Lhamon, quien se desempeñó como subsecretaria de derechos civiles en el Departamento de Educación bajo Obama y ahora es la presidenta de la Comisión de Derechos Civiles de EEUU, dijo que la guía no sugiere que las tasas de suspensión se deban interpretar como prueba de discriminación.
"Los datos por sí solos no son evidencia de discriminación", dijo, pero "son relevantes para una investigación".
El estudio de Tulane representa un intento por determinar si realmente hay discriminación. Los investigadores compararon la duración de las suspensiones impuestas a estudiantes blancos y negros por la misma infracción en Louisiana. Descubrieron que los estudiantes negros reciben suspensiones más largas: 2.6 días escolares, en comparación con 2.2 días. Esta brecha se reduce, pero aún existe cuando se comparan estudiantes blancos y negros en la misma escuela, grado y año escolar.
Eso sugiere, pero no prueba, que hay discriminación involucrada en esas decisiones.
Luego, los investigadores examinaron las suspensiones después de una pelea entre un estudiante negro y uno blanco. Descubrieron que, incluso controlando los incidentes anteriores de peleas, los estudiantes negros reciben suspensiones más largas, aunque la diferencia fue muy pequeña, equivalente a que los estudiantes afroestadounidenses enfrentaran un día adicional de suspensión por cada 20 peleas.
Los estudios anteriores han arrojado resultados contradictorios sobre la cuestión del sesgo: según la teoría del sesgo, los estudiantes afroamericanos tienen más probabilidades de ser suspendidos por esas ofensas discrecionales que por comportamientos objetivos. Los profesores negros también son menos propensos a suspender a los estudiantes negros en comparación con los profesores blancos y perciben el comportamiento de los estudiantes negros de manera diferente.
Por otro lado, hay indicios de que la brecha racial en la disciplina se explica por problemas de conducta pasados (aunque si esos comportamientos previos se informaron con sesgo, eso invalidaría estos resultados).
El estudio de Tulane señala que incluso si las disparidades disciplinarias no son causadas por un sesgo directo a nivel escolar, es probable que se deban a problemas sociales más amplios, incluyendo la discriminación histórica.
Incluso si las escuelas responden a las diferencias genuinas en el comportamiento entre los grupos de estudiantes, los autores escriben: "Esto no exonera ni a las escuelas ni a las fuerzas sociales más amplias de su contribución a los distintos niveles de mala conducta".
Mientras DeVos reconsidera, el debate se intensifica
Mientras tanto, Petrilli dice que está tratando de reducir la intensidad del debate, escribiendo una publicación de blog titulada, 'En busca de un terreno común en la reforma de la disciplina escolar'.
El debate parece estar cada vez más polarizado.
Recientemente, Petrilli organizó una visita para profesores que decían que las reformas de disciplina escolar habían provocado el caos en las aulas para que hablaran con los líderes del Departamento de Educación. Katherine Kersten, quien escribió un ensayo criticando los esfuerzos de reforma de la disciplina titulado 'No Thug Left Behind' (Que no se quede atrás ningún delincuente), ayudó a Petrilli a comunicarse con los maestros de Minnesota para la visita.
(Kersten dijo que no escribió el título, aunque no vio ningún problema con ello. "Algunos muchachos son delincuentes", dijo en una entrevista).
Un artículo de opinión en el New York Daily News de Max Eden y Robert Pondiscio vinculó los esfuerzos de reforma de la disciplina escolar en la ciudad de Nueva York con la reciente muerte por apuñalamiento de un estudiante de secundaria. (No hay evidencia de que los cambios en las políticas disciplinarias condujeran a esta muerte, aunque los autores señalan encuestas que muestran una disminución en el número de estudiantes que se sentían seguros en la escuela).
Los progresistas también están en alerta máxima por el historial de la istración Trump en materia de derechos civiles.
En un artículo de opinión a principios de este año, el ex secretario de Educación Arne Duncan relacionó las suspensiones estudiantiles con una crítica más amplia de la istración, al escribir: "Dejar la aplicación de las leyes de derechos civiles en manos de los estados provocará el caos, socavará la educación de millones de niños y someterá a los estudiantes de todas las edades al abuso, la negligencia, la indiferencia y el racismo descarado, el sexismo y la hostilidad contra los inmigrantes".
Aunque los críticos conservadores de la reforma disciplinaria han apoyado a los maestros que dicen que las políticas se han implementado de manera deficiente, los sindicatos nacionales de maestros dicen que respaldan la guía existente.
"Los estudiantes negros tienen casi cuatro veces más probabilidades de ser suspendidos que sus compañeros blancos por las mismas infracciones", dijo Randi Weingarten, presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros, en un comunicado. " Debemos enfrentar el sesgo racial que yace bajo esa realidad, lo cual la guía actual intenta hacer". Weingarten ha escrito sobre su propio cambio de opinión sobre las duras políticas de disciplina.
Harry Lawson, director de derechos humanos y civiles en la Asociación Nacional de Educación (NEA, por sus siglas en inglés), también dijo que el sindicato se oponía a la cancelación de la guía, pero dijo que algunos lugares que han implementado reformas disciplinarias han enfrentado desafíos.
Incluso los partidarios lo han reconocido. Por ejemplo, un informe del Advancement Project, un grupo de derechos civiles que respalda la reducción de la disciplina exclusionaria, reveló que la promesa del distrito escolar de Miami-Dade de eliminar las suspensiones estudiantiles llevó a la creación de "centros de éxito estudiantil" que se convirtieron en "poco más que bodegas para estudiantes que han sido expulsados de la escuela".
Lawson dijo que la clave es la capacitación y los recursos para implementar alternativas a las suspensiones. Dijo que la NEA a veces escucha comentarios de similares a los de los maestros de Minnesota que hablaron con los funcionarios del Departamento de Educación, pero que no eran representativos.
"Lo que también oímos más ahora es un reconocimiento por parte de nuestros de que algo anda mal [con la disciplina exclusionaria]", dijo. "Y generalmente lo que preguntan es, ¿qué hacemos ... y ustedes pueden apoyarnos?".
Chalkbeat es una página de noticias sin ánimo de lucro que cubre los cambios en las escuelas públicas.