Por qué Mark Zuckerberg se parece cada vez más a un político... y parece querer serlo

Una de las grandes conclusiones que dejó la elección presidencial de 2016 es que hay una parte importante de la población cuyas opiniones son ignoradas por la mayoría de las instituciones del poder: el gobierno, los partidos Demócrata y Republicano, los medios, los líderes políticos...
Y uno de los líderes más prominentes que decidió hacer algo concreto al respecto es, llamativamente, Mark Zuckerberg.
El CEO y fundador de Facebook, la red social más grande del mundo y una de las compañías de internet más exitosas, anunció que como propósito de Año Nuevo se dedicará a conocer y escuchar a gente de todo el país.
Para fines de año, espera poder decir que ha hablado con alguien de cada uno de los 50 estados. "Ya he pasado bastante tiempo en muchos estados, así que necesito viajar a unos 30 estados (más) este año para completar el desafío", escribió en su cuenta de Facebook.
Es un gesto más de un autodenominado 'hacker' treintañero que cada vez se parece más a un político... y que, en realidad, podría estar planeando serlo.
'Zuck' se destaca entre los líderes de Silicon Valley por sus constantes pronunciamientos idealistas (casi siempre en su cuenta de Facebook) y porque impulsa causas sociales ambiciosas, como su anuncio de septiembre de que donará 3,000 millones de dólares para tratar de curar o controlar todas las enfermedades.
Pero además, Zuckerberg diseñó una salida legal para no perder el control de la compañía si decide sumarse al gobierno durante hasta dos años.
El año pasado, propuso –y finalmente logró– que Facebook le dejara mantenerse al mando con derechos especiales a voto aun si dona la mayor parte de sus acciones (como pretende hacerlo).
En diciembre, algunos accionistas minoritarios demandaron a la empresa por cómo se manejó ese proceso. Y unos documentos de la demanda que obtuvo la agencia Bloomberg mostraron que Zuckerberg logró incluir en las nuevas reglas una cláusula que le permite tomar un cargo en el gobierno por dos años sin perder el control de la compañía. (El cambio en las reglas está pendiente de que se decida la demanda).
Como muchos líderes empresariales, Zuckerberg presenta un discurso idealista y positivo en sus declaraciones públicas (que, en general, dan la impresión de estar cuidadosamente preparadas y coreografiadas). Por ejemplo, nunca se olvida de repetir que la misión de Facebook es tener "un mundo más abierto y conectado".
Ideales como esos, claro, en general se alinean con lo que necesita su negocio.
El trasfondo de esas ansias de conectar al mundo es que Facebook se está quedando sin humanos a quienes ofrecerles su servicio, dado que ya tiene casi 1,800 millones de s. Esto no solo es una cuarta parte de la humanidad, también ya es más de la mitad de quienes tienen a internet.
Pero 'Zuck' defendió esa visión incluso ante las declaraciones del ahora presidente electo Donald Trump, si bien lo hizo antes de que éste ganara la candidatura del Partido Republicano. En abril, sin nombrarlo, criticó: “Escucho voces temerosas que piden construir muros y distanciar a la gente”.
Ahora que Trump va camino a la Casa Blanca, Zuckerberg dejó pasar la oportunidad de sentarse a hablar con él cuando en diciembre los altos ejecutivos de la industria tecno fueron a Trump Tower.
Facebook envió a su número 2, la jefa de operaciones Sheryl Sandberg, mientras que Apple, Google, Amazon y Tesla tenían allí a sus principales líderes.
Línea directa con el Trump Team
Si le interesara sumarse a la istración de Trump, el CEO de Facebook tiene línea directa con su equipo de transición. Peter Thiel, el inversionista que se convirtió en el principal asesor de tecnología de Trump, fue el primero en apostar a la idea de Facebook hace más de una década y aún es miembro del consejo directivo de la empresa.
Ésta ha estado envuelta en el último año en más de una controversia política, que han puesto incómodo a Zuckerberg y más de una vez mostraron que todavía le cuesta reaccionar como un político.
De hecho, su primera respuesta a los reclamos sobre la influencia en la victoria de Trump de las noticias falsas que cundieron por la red social (y aún lo hacen) fue decir que era "una locura". A los dos días tuvo que dar marcha atrás y finalmente anunciar un plan para erradicar esas publicaciones.
Meses antes, 'Zuck' había tenido que salir a calmar a políticos y comunicadores conservadores tras supuestas revelaciones de que los empleados de Facebook censuraban noticias favorables a la derecha en los trending topics (temas populares) del sitio.
Este 2017, el CEO dice que "tras un año pasado tumultuoso, mi esperanza (...) es salir y hablar con más gente sobre cómo viven, trabajan y piensan en el futuro".
De hecho, también creó un grupo de Facebook en que desafía a los participantes a conocer 12 lugares nuevos este año.
Zuckerberg reconoce en su mensaje que Silicon Valley es la fuente de muchas de las preocupaciones de la clase media trabajadora del país, los 'Estados Unidos del medio' que le dieron la elección a Trump.
"Estamos en un punto de quiebre en la historia –escribió–. Durante décadas, la tecnología y la globalización nos han hecho más productivos y conectados. Esto ha creado muchos beneficios, pero para mucha gente también ha hecho la vida más difícil. Esto ha ayudado a crear una sensación de división mayor que la que nunca haya sentido en mi vida".
Y siguió con una arenga propia de un candidato: "Tenemos que encontrar una manera de cambiar el juego para que funcione para todos".