Cómo Mark Zuckerberg piensa comerse al mundo en los próximos diez años

Mark Zuckerberg cumple 32 en mayo. Como pocos treintañeros —como pocas personas, en realidad— ya tiene un plan a diez años de lo que quiere hacer con su vida.
Y con las nuestras.
El fundador y CEO de Facebook preside esta semana uno de los grandes eventos del año de la compañía, la conferencia F8 que reúne a miles de desarrolladores en San Francisco para enterarse de los grandes lanzamientos que “Zuck” y sus 12,000 empleados han estado preparando.
Allí, Zuckerberg hizo algo poco frecuente para un gran empresario: presentó el plan maestro con el que piensa hacer crecer su empresa de aquí a 2026.
Claro, crecer y transformar una empresa que ya tiene 1,000 millones de s diarios significa cambiar, aunque sea sutilmente, los hábitos diarios de una de cada seis personas en el planeta. Y eso es lo que quiere hacer Zuckerberg.
El mapa hacia 2026
La primera frase de su discurso inaugural fue: “Hoy vamos a hacer algo un poco diferente. Vamos a recorrer nuestro mapa para los próximos diez años”.
Dicho y hecho, la siguiente imagen que apareció en la pantalla detrás suyo fue ese famoso mapa.
Obviamente, habrá mucho más que Zuckerberg se guardó bajo la manga (aunque siempre anda con la misma clase de camiseta de mangas cortas, gris para más datos). Estaría dejando ver demasiado a los competidores si contara todo lo que está pensando.
Pero lo que el CEO, uno de los diez hombres más ricos del mundo, reveló, alcanza para ver dos cosas. Una es el tamaño de la ambición —global, aeroespacial, robótica, virtual, táctil— de Facebook. La otra es cómo piensa hacer para dominar uno tras otro los mercados de vanguardia que hoy están naciendo.
El plan de "Zuck"
Sus prioridades son la realidad virtual, la inteligencia artificial y la conectividad global.
“Tenemos —contó Zuckerberg— un plan de tácticas para construir estos servicios”.
“Primero, construimos una tecnología nueva que ayude a la gente a compartir y conectarse de maneras nuevas”.
“Luego, tomamos esa tecnología y la convertimos en un producto que creemos que mil millones de personas, o más, podrían usar y del cual podrían beneficiarse”.
“Y, luego, finalmente, una vez que el producto es de gran tamaño, construimos un ecosistema completo alrededor de ese producto, con desarrolladores, empresas y socios”.
La madre de todos los ecosistemas
Para entender mejor lo que quiso decir, el producto original de Facebook —la red social en sus versiones móvil, web y app— es un ecosistema. Ya hay muchas empresas que publican anuncios, desarrolladores que crean apps internas como juegos, y socios como las empresas de medios que publican sus contenidos.
Según Zuckerberg, la red social original todavía puede crecer más “para alcanzar su potencial total”.
El siguiente paso
Luego vienen los productos de “segunda generación” de la empresa, a los que está apostando para que se conviertan en los próximos ecosistemas: Video, Messenger (que ya tiene 900 millones de s), WhatsApp (mil millones), Instagram, Búsqueda y Grupos.
El siguiente paso para estos es empezar a integrarlos con aplicaciones de desarrolladores externos —la audiencia en F8— y con empresas que quieran anunciarse.
El pensamiento de Zuckerberg es que primero los s tienen que ver en esas redes contenido “orgánico” —no pagado en forma de anuncios— de empresas y figuras públicas, como políticos y artistas.
“Y luego —reveló hace poco en una llamada con inversionistas— una vez que llevaste esto a una escala muy, muy buena, puedes empezar a aumentar la publicidad, logrando que se sienta bien y sea una parte buena de la experiencia, con buen contenido porque todas esas figuras públicas y negocios ya están participando de la plataforma en gran volumen”.
Así que, una vez que empiezas a ver posts de Hillary Clinton en Instagram, sabes que la publicidad empezará a crecer en esa plataforma.
“Y van a ver las mismas jugadas en Messenger y WhatsApp, en cuanto a lograr que haya presencia orgánica de empresas y figuras públicas —según Zuckerberg—. (...) Una vez que esos ecosistemas estén construidos, construiremos negocios alrededor de ellos. Y así es cómo pensamos sobre las cosas. Y lo haremos en todos nuestros productos y en todas las diversas cosas que hagamos de aquí en adelante”.
Tecno de vanguardia
La tercera generación son las tecnologías nacientes que apenas se están “productizando”, en jerga de Silicon Valley: las principales son la inteligencia artificial y la realidad virtual. Y una obsesión más de la empresa: lograr que más personas se conecten a internet (para que puedan entrar a Facebook).
Facebook reporta que apenas la mitad de la población mundial está conectada. La cuenta es fácil: si logra subir a la otra mitad a internet, la empresa podría ser el doble de grande.
En una catarata de anuncios durante los dos días de la conferencia, los ejecutivos de Facebook presentaron planes en esos tres ejes.
- Inteligencia artificial: Hoy la usan para seleccionar el contenido que los s ven y ya lanzaron una función que “lee” las fotos a personas ciegas. Pero prometen expandir su uso mucho más en imágenes, en la lectura de lenguaje natural o en “chatbots” de empresas que conversen con los s.
- Realidad Virtual: Hicieron demostraciones cautivantes, como cuando un ejecutivo en el evento en San Francisco y otro en la sede central de Menlo Park “pasearon” virtualmente por Londres, se sacaron una “selfie”, también virtual, y la postearon en el muro “real” de Facebook de uno de ellos.
- Conectividad: Facebook está tirando la casa por la ventana. Desarrolla el Aquila, un avión a energía solar que permanecerá meses en el aire para transmitir internet a tierra; redes de antenas terrestres para wifi que empezará a experimentar en California este año; rayos láser espaciales que reemplazarían a las redes de fibra óptica; el programa gratuito Free Basics, que regala una versión limitada de internet; y más.
Obviamente, este último tema es central para toda la estrategia. Tanto que Zuckerberg está dispuesto a defender la conexión entre personas incluso frente a Donald Trump.
Al espacio, también
La misión que se puso el CEO treintañero en los próximos diez años es: “Darle a todos el poder para compartir cualquier cosa con quienquiera”.
Algún asesor de estrategia podría decirle que tiene que enfocarse un poco, pero por lo visto su ambición por ahora no ha encontrado su techo.
Como muestra, la mañana del miércoles, entre todos esos anuncios, la cuenta de Zuckerberg posteó un nuevo artículo en su Facebook. Anunció que se suma al plan del emprendedor digital y espacial Yuri Milner de mandar “nanonaves” espaciales a la estrella más cercana a la Tierra, Alfa Centauri. Con la tecnología disponible hoy, ese viaje llevaría 30,000 años.
“Eso es demasiado tiempo”, escribió Zuckerberg, un hombre al que por ahora ninguna meta parece quedarle grande.