Investigar a los troles rusos es más fácil (y urgente) de lo que uno puede imaginar

"Es fácil. Superfácil navegar por las redes sociales y ver a los troles rusos en acción. Estamos hablando de una operación de desinformación que ocurre delante del público. Y encontrar ejemplos concretos de este tipo de iniciativa no solo es urgente, sino que tampoco supone mucho trabajo. Tenemos que publicar más y mejor sobre estas operaciones".
Fue así, con una frase impactante y una invitación abierta a todos los que la escuchaban, como la periodista finlandesa Jessikka Aro, reconocida mundialmente por llevar casi una década investigando la desinformación rusa, empezó su conferencia en Global Fact 10, evento que reunió esta semana en Seúl, Corea del Sur, a más de 500 especialistas en temas de desinformación.
Reportera de investigación de la cadena de televisión pública finlandesa Yle, Aro subió al escenario para detallar cómo funcionan tras bastidores las campañas desinformativas prorrusas. Dijo que, al contrario de lo que podemos pensar, el gobierno de Vladimir Putin no se esfuerza por ocultar su interés en reclutar voluntarios para difundir mentiras online. Todo se hace a las claras, a plena luz del día. Hace falta reportear más sobre el tema.
"En internet, hay, por ejemplo, búsquedas activas de voluntarios que hablen diferentes idiomas y estén dispuestos a colaborar con Rusia. Yo misma me presenté para un puesto de 'copywriter', que es como los rusos muchas veces llaman a los troles, y al preguntar sobre el tipo de material con el que trabajaría, escuché por parte de una mujer que sería con 'noticias políticas'. Así mismo, sin ninguna vacilación", contó Aro.
Desde septiembre de 2014, la finlandesa reportea sobre cómo Rusia cuenta con miles de granjas de troles para promover su visión del mundo y, desde ese mismo año, ella es objeto de una fuerte campaña de difamación realizada por granjas de troles que la persiguen.
Aro dijo, en Seúl, que vive bajo amenazas –online y offline– y que esto ocurre porque sus datos personales llegaron a las redes sociales con la ayuda del sistema que ella misma denuncia.
"Hay quienes me siguen para abuchearme. Hay quienes me siguen para hacer transmisiones en vivo sobre mi vida. Hay quienes dicen que soy drogadicta o narcotraficante. Y también hay quienes llaman a mi casa haciéndose pasar por mi padre, que murió hace muchos años", reveló Aro, con una sonrisa nerviosa.
Al atacar a quienes les denuncian, los troles buscan sembrar confusión y discordia de forma que las investigaciones sobre ellos se detengan o desaparezcan. Pero, según Aro, los reporteros no deberían ceder ante esta presión.
"Los troles harán todo lo posible para intimidarnos", dijo. "Pero no podemos dejar que ganen. Tenemos que seguir informando".
Y el auditorio la aplaudió. De pie.
Aro destacó en su charla que las narrativas difundidas por los troles rusos hoy en día están –obviamente– muy conectadas a la guerra en Ucrania. Sus investigaciones indican, por ejemplo, que ellos promueven publicaciones que afirman que Ucrania inició la guerra, que Putin solo busca la paz y que los occidentales son los que se benefician del conflicto iniciado en 2022. Todo ya debidamente clasificado como falso.
Aro también subrayó que Rusia –sí– exporta su estilo de construir cadenas de desinformación a varias partes del mundo. Ella está al tanto, por ejemplo, según dijo, de la estrecha conexión entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y Putin, así como de la amistad del mandatario ruso con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
Ella, además, sabe de la expansión del canal de televisión Russia Today en espacios hispanohablantes de Estados Unidos y relaciona este movimiento con los intereses económicos de Putin.
Al contestar sobre dónde operan los troles con más frecuencia, Aro indicó que "en todas partes", y explicó que esas iniciativas suelen abarcar varias plataformas a la vez.
Empiezan por la prensa estatal, pasan por cientos de blogs de activistas y militantes prorrusos, utilizan las redes sociales y canales oficiales de las embajadas rusas alrededor del mundo.
Para combatir este tipo de iniciativa, que, según ella, se aprende incluso en las escuelas militares rusas, los verificadores de datos tendrán que ser creativos y obstinados. Deberán seguir publicando reportajes capaces de exponer las redes desinformativas.
"Tenemos que crear historias interesantes que lleguen a las más distintas audiencias. Debemos mostrar a las personas lo que hacen los troles y asegurarnos de que ellas sepan que es muy difícil silenciarlos".
El Global Fact 10 es la más reciente edición del encuentro anual y mundial de los verificadores de datos de la International Fact-Checking Network. elDetector, de Univisión Noticias, es miembro de esta red desde 2021.
Cristina Tardáguila es fundadora de Lupa.
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