Control político, dinero y poder de fuego: las maras "ya no son solo pandillas", advierte un nuevo informe
Las llamadas 'maras' de América Central y del Sur se están conectando tan poderosamente con las instituciones del Estado que han dejado de ser pandillas aisladas y callejeras para convertirse en peligrosos "grupos armados transnacionales integrados en la comunidad" con vínculos corruptos con la policía y los partidos políticos, según un nuevo informe publicado por la Universidad Nacional de Defensa en Washington.
"Si se observa su control territorial, su poder financiero, su control militar y su influencia política, han ido mucho más allá de las pandillas", dijo a Univision Noticias uno de los autores, Douglas Farah.
"No son realmente el crimen organizado o los dueños de los cárteles, pero ciertamente ya no son sólo pandillas como lo que eran a principios de los '90, los tipos con pendientes en los autobuses que te roban la cartera y venden crack en la calle. Estos tipos son ahora estructuras, fuerzas económicas militares y políticas coherentes que deben ser vistas bajo una luz diferente", dijo Farah, que es un veterano analista de seguridad regional que realizó investigaciones para el gobierno de Estados Unidos.
'Ya no son pandillas' en nuevo informe sobre MS-13
Grupos como la MS-13 en Centroamérica y el Primer Comando de la Capital (PCC) en Sao Paulo, Brasil, "están creciendo en poder e influencia mientras el Estado está en retirada" y son en gran parte responsables de las crecientes olas de corrupción e inestabilidad en la región, afirma el informe titulado 'Ya no son pandillas: Reevaluación de los grupos armados transnacionales'.
Su "control territorial visceral", desarrollado a lo largo de tres décadas de existencia, les ha permitido cooptar a las entidades estatales mediante la corrupción y la intimidación, al tiempo que han establecido a los grupos como entidades de gobierno legítimas, concluye el informe de 44 páginas. Esta nueva madurez del liderazgo ha buscado poner fin a la extorsión y otras prácticas odiosas a cambio de apoyo político, con sus propios beneficios económicos, agrega el informe.
La influencia política de la MS-13 en El Salvador y Honduras
El reporte destaca la influencia política de la MS-13 en El Salvador y Honduras, incluidas las acusaciones de vínculos con el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador y el anterior gobierno de Juan Orlando Hernández en Honduras. En El Salvador, los medios de comunicación han afirmado que la MS-13 negoció la tasa de homicidios con funcionarios del gobierno a cambio de dinero, a puestos de nivel ministerial y condiciones carcelarias favorables.
En Honduras, la MS-13 se ha introducido en el tráfico de cocaína, incluyendo el transporte desde Sudamérica, y ha desarrollado la capacidad de procesar la pasta de coca para convertirla en cocaína refinada en sus propios laboratorios, con el fin de sacar provecho del valor mucho más alto del producto final. Esto también ha implicado la corrupción de las estructuras policiales, militares y judiciales para garantizar su control político sobre sus territorios.
El caso de 'Porky', ejemplo de la influencia política de la MS-13 en Honduras
Como ejemplo, Farah señaló el caso de Yulan Andony Archaga Carías, alias 'Porky', el líder de la MS-13 en Honduras que fue incluido en la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI en noviembre de 2021 y acusado de traficar con cargamentos de varias toneladas de cocaína a Estados Unidos y de múltiples asesinatos.
Los investigadores hondureños y estadounidenses creen que 'Porky' gozaba de la protección de funcionarios del gobierno hondureño, posiblemente del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo Farah a Univision. Escapó a plena luz del día mientras era trasladado bajo una fuerte vigilancia armada a una supuesta audiencia judicial en 2020 y no se le ha visto desde entonces.
Hernández está detenido en Estados Unidos acusado en una corte federal de Nueve York por tráfico de cocaína y armas.
Los de la MS-13 también habrían sido responsables del asesinato de un testigo principal contra Tony Hernández, el hermano del presidente.
Tanto Hernández, como Bukele en El Salvador, han rechazado enérgicamente cualquier vínculo o negociación con la MS-13.
El caso de Porky "muestra el mayor alcance que tiene la MS-13 en las estructuras gubernamentales. Ya no son extraños, pueden negociar directamente con el poder", dijo Farah, que habló directamente con funcionarios estadounidenses y hondureños que investigan a la MS-13 y sus vínculos políticos.
"Para los 'Porkys' de este mundo esto les permitió por primera vez desarrollar un político directo en el que podían negociar sus más altos deseos a un nivel gubernamental muy alto y obtener algo concreto a cambio", añadió.
Las maras son una amenaza existencial para los países centroamericanos y EEUU
Al igual que la MS-13, el PCC de Brasil se ha vuelto cada vez más activo en el comercio mundial de cocaína, expandiéndose para controlar puertos clave y rutas de tráfico en todo el hemisferio. Los ingresos procedentes de este comercio de cocaína también han dado al PCC los medios para buscar protección política a nivel local, regional y nacional en gran parte del país.
El MS-13 es más pequeño y no está tan bien estructurado como el PCC en Brasil, pero supone una amenaza más existencial en Centroamérica y en Estados Unidos. "Controlan pueblos en El Salvador y Honduras y operan en trozos de la frontera con Guatemala y México", dijo Farah.
Menos interesada en cruzar la frontera por sí misma, la MS-13 se dedica más al tráfico de drogas hacia Estados Unidos, así como a beneficiarse de las redes de tráfico de inmigrantes.
Los autores señalan que factores socioeconómicos como la violencia policial y la pobreza en Centroamérica, así como la discriminación racial contra los negros en Brasil, han hecho que los grupos sean más difíciles de derrotar.
El informe advierte que, a menos que se adopten nuevas políticas para hacer frente a estos grupos, su control territorial podría darles la capacidad de conseguir grandes bloques de votos con la correspondiente influencia política como resultado.
Hasta ahora, soluciones como la represión y el encarcelamiento masivo no han logrado debilitar a las maras y sólo las han fortalecido y ayudado a reclutar nuevos en los sistemas penitenciarios.
Los autores del informe recomendaron adoptar el doble enfoque de la istración Biden de combatir la corrupción y sus causas profundas, incluyendo reformas policiales y el enjuiciamiento de los políticos corruptos, al tiempo que se combate el crimen organizado transnacional.