¿Por qué un jefe de la MS-13 prefiere estar preso en EEUU antes que en El Salvador?
El Departamento de Justicia afirma que Arístedis Dionisio Umanzor, alias ‘Sirra de Teclas’, es uno de los de una “junta ejecutiva” que controla las actividades criminales de la Mara Salvatrucha (MS-13) en cada uno de sus territorios, desde Centroamérica hasta Estados Unidos. A ese grupo selecto de jefes de la pandilla, casi todos presos en cárceles de El Salvador, le dicen 'Ranfla Nacional'.
En una amplia acusación presentada a finales de 2020 en una corte federal de Nueva York, los fiscales alegan que Umanzor y otros cabecillas de la MS-13 gozan de una serie de privilegios en cualquier penal salvadoreño, como seguir en comunicación con el exterior a través de celulares y mensajes escritos. Así ordenan golpizas, asesinatos, extorsiones y también pactan acuerdos con carteles mexicanos.
Hay una orden de extradición pendiente contra Umanzor y otros 10 integrantes de la ‘Ranfla Nacional’. Lo típico es que cualquier criminal, incluso los más temidos narcotraficantes, hagan lo posible para que no los envíen a una prisión estadounidense. Pero Umanzor ahora está rogando que lo saquen de la prisión salvadoreña de máxima seguridad donde está y lo manden pronto a Estados Unidos, según un funcionario.
“Ahora ya no tiene un beneficio y su estadía en la cárcel se ha vuelto un verdadero castigo”, aseguró el fiscal general salvadoreño Rodolfo Delgado sobre el que considera un “curioso” pedido de este líder de la Mara. “Este criminal solicita agilizar su salida hacia una cárcel norteamericana”, agregó.
Sin embargo, por los cargos que Umanzor afronta en el Distrito Este de Nueva York es posible que el trato que reciba de las autoridades penitenciarias en este país sea particularmente duro. Su caso lo vincula con cuatro cargos de terrorismo y narcoterrorismo, que lo enviarían a una de las 17 prisiones de máxima seguridad, incluyendo la de Florence USP, descrita como ‘el infierno en la tierra'. Allí colocan a los peores convictos del sistema judicial de Estados Unidos, como el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Una de las principales quejas de ese ‘Alcatraz’ moderno es que los presos pasan más de 20 horas al día sin hablar ni ver a otra persona, lo cual termina por minar su salud mental y emocional, según reportes.
Durante las pocas horas que pueden salir de las celdas, deben tener grilletes en pies y manos, y son escoltados por guardias. Todas sus llamadas, excepto las de tipo legal, son monitoreadas. No tienen privacidad siquiera en los dormitorios, donde jamás se apaga la luz y cámaras vigilan sus movimientos las 24 horas del día. Eso termina afectando el sueño de los reos, según han denunciado algunos de ellos.
“Me sentí como un animal, solo comiendo y durmiendo. Decidí dejar de comer para quejarme sobre el trato que me dan”, relató un preso citado en un reporte que Amnistía Internacional publicó en 2014 criticando las condiciones en Florence USP.
Además de Umanzor, otros de la 'Ranfla Nacional' que tienen órdenes de extradición pendientes son Hugo Quinteros Mineros, alias ‘Flaco de Francis’; Borromeo Enrique Henriquez, alias ‘Diablito de Hollywood’; Elmer Canales Rivera, ‘Crook de Hollywood’; Efraín Cortez, ‘Tigre de Park View’; y varios otros.
La Fiscalía neoyorquina señala que la mayoría eran integrantes de una clica conocida como ‘Los doce apóstoles del diablo’.
De esa lista, hay cuatro mareros que fueron liberados hace unas semanas por el gobierno salvadoreño, lo cual molestó a la Fiscalía neoyorquina. En un documento presentado en la corte el 4 de abril pasado, el fiscal Breon Peace pidió que se reactive la captura de los pandilleros Elmer Canales Rivera, Eduardo Erazo Nolasco, Hugo Armando Quinteros Mineros y Efraín Cortez.
“En resumen, el gobierno está trabajando activamente para localizar a los fugitivos y extraditar a todos los acusados de la 'Ranfla Nacional' al Distrito Este de Nueva York para que comparezcan ante la justicia”, advierte el fiscal.
40 cadenas perpetuas para la MS-13
No son menos restrictivas las normas en otros penales federales donde otros de la Mara Salvatrucha purgan condenas. Uno de ellos es Kevin Soriana Hernández, de 22 años, quien en 2019 fue condenado a casi tres décadas de prisión por crimen organizado, asesinato e intento de asesinato. Alias ‘Brocha’ se encuentra en el penal USP Terre Haute de Indiana, donde hay más de 1,100 reos considerados de alta peligrosidad. Su liberación está programada para diciembre de 2039.
En el penal de mediana seguridad Lewisburg USP de Pennsylvania coincidieron tres mareros: Arnold Miralda Cruz, de 24 años; Moisés Reyes Canales, de 24; y Selvin Salazar, de 30. Ellos cumplen condenas de entre 17 y 35 años de prisión por distintos crímenes violento, incluyendo un ataque a machetazos.
En los últimos años, el gobierno estadounidense ha endurecido las condenas contra de la MS-13. En 2016, el último año de la presidencia de Barack Obama, ningún pandillero de la Mara fue obligado a permanecer en una prisión hasta morir.
Pero en el año siguiente, ya bajo el gobierno de Donald Trump, quien le declaró la guerra a la pandilla, 14 mareros recibieron una condena a cadena perpetua. En 2018 fueron 9; en 2019 hubo 8 y en 2020 al menos 6, según un informe de la Fiscalía federal.
Desde la istración Trump y en lo que va de la gestión de Joe Biden, al menos 40 mareros han sido condenados a cadena perpetua. Este mes recibieron ese castigo Miguel Ángel Corea Díaz, de 41 años, y Junior Noé Alvarado Requeno, de 24. Ambos controlaban la clica Sailors Locos Salvatruchos Westside de Nueva Jersey. Según evidencia mostrada en su juicio, la banda asesinó a un alumno de preparatoria por una disputa relacionada con marihuana.
“Los pandilleros secuestraron al estudiante de su jardín y le cortaron la mano antes de matarlo. Después del asesinato, Corea Díaz y Alvarado Requeno ayudaron a ocultar y proteger a los asesinos de las fuerzas del orden”, describe un comunicado.
Las sanciones más severas parecen avanzar a la par de las designaciones cada vez más estrictas de las autoridades. De ser catalogada como una organización criminal transnacional en 2012 por el gobierno de Obama, fueron fichados como un grupo terrorista en 2015 por la Corte Suprema de El Salvador.
A esto se suma una riña interna entre pandilleros de la MS-13 que estalló en un conflicto mortal en Texas en febrero pasado. En una riña en el penal Beaumont USP murieron dos "soldados” de la banda Sureños en una aparente disputa entre mareros que siguen siendo leales a la pandilla Mafia Mexicana y otros que emigraron de Centroamérica y desconocen una vieja alianza por la cual le agregaron el número 13 a sus siglas, el cual los liga a ‘La Eme’, según fuentes familiarizadas con el tema.
Por ese incidente, más de 120 prisiones en todo el país fueron cerradas temporalmente.
Mira también:
