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México

¿Está funcionando el plan de AMLO para acabar con el huachicoleo?

A cuatro meses de que el gobierno de México inició una ofensiva contra el robo de combustible, mejor conocido como huachicoleo, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó los primeros resultados, donde asegura que los incidentes de robo han disminuido en 95%. Sin embargo, diversos expertos aseguran que su estrategia es solo como “patear el bote”, una expresión utilizada en México para referirse a que solo se posterga un problema.
9 May 2019 – 06:18 PM EDT
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Vista general este jueves del siniestro en un ducto de la estatal Petróleos Mexicanos, ubicado en el ejido Rafael Pascacio Gamboa, Reforma-Chiapas,en el estado de Chiapas (México), donde un grupo de los llamados 'huachicoleros' robaban el combustible, un suceso que no dejó víctimas, informaron este jueves fuentes oficiales. Crédito: Jaime Avalos/EFE

CIUDAD DE MÉXICO.-Han pasado cuatro meses desde que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador inició una polémica estrategia contra el llamado huachicoleo o robo de combustible, que ha incluido el cierre de ductos y un numeroso despliegue de seguridad en diversos estados del centro de México catalogados como focos rojos. Durante este periodo, de acuerdo con el propio mandatario, la estrategia ha sido tan efectiva que los incidentes de robo se han disminuido en 95%. Sin embargo, diversos expertos aún dudan que el problema esté siendo atacado de raíz.

Según informó el presidente durante su conferencia matutina del miércoles, de 800,000 barriles robados que se registraban a diario, la cifra pasó a 4,000. El mandatario señaló que esta tendencia a la baja muestra que, pese a lo que aseguran diversos expertos, su estrategia no es solo “patear el bote”, una expresión que se utiliza comúnmente en México para referirse a que solo se posterga un problema.

El presidente puso como ejemplo el estado de Hidalgo, que en 2018 se convirtió en la entidad mexicana con el mayor número de tomas clandestinas en el país, según información hecha pública por Petróleos Mexicanos (Pemex),que detalla que pasó de tener un registro de 146 ductos perforados en 2014 a 2,121 en 2018,un aumento de 1,352%. Esa misma actividad que a finales de enero provocó una explosión mientras cientos de personas tomaban gasolina de un ducto perforadoy que dejó más de un centenar de muertos.

Sin embargo, según detalló AMLO, de enero a lo que va de mayo de este año, la incidencia por este delito disminuyó en 60%, aunque aún hay 53 comunidades de alrededor de 10 municipios que aún están vinculadas al huachicoleo, se han localizado 7 bandas delictivas y 886 tomas clandestinas.

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Una de las principales estrategias para lograr estos resultados ha sido, en los primeros meses, el cierre de ductos que abastecen de gasolina a diversos estados, lo que provocó desabasto y protestas entre los mexicanos. Sin embargo, ahora que el suministro se ha restablecido, la principal apuesta para lograr la erradicación del huachicoleo es el despliegue masivo de fuerzas de seguridad a lo largo de los oleoductos.

Tan solo en el estado de Hidalgo, en los últimos meses se han desplegado 3,142 elementos de fuerzas federales para realizar actividades de seguridad pública, vigilancia de ductos y de instalaciones estratégicas. En los ductos que atraviesan el estado están desplegados 823 soldados en 20 bases.

De acuerdo con Gustavo López Montiel, politólogo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), las cifras muestran que con la presencia de fuerzas armadas las cifras de robo han disminuido, pero las fuerzas de seguridad no pueden ser permanentes, por lo que, lo que se está haciendo es solo una medida disuasiva que distrae recursos.

Lo que ha faltado, según López Montiel, es una estrategia de focalización, pero usualmente los gobiernos implementan estrategias que buscan impactos a gran escala y en buena medida tiene efectos inmediatos en algunos lugares pero no modifica el problema.

“Tendría que instrumentarse otro tipo de estrategia como se ha hecho en otros países, una estrategia basada en tecnología para monitorear y evitar que se roben el combustible”, detalló.


Sin embargo, este despliegue de fuerzas de seguridad, ha traído consigo también una ola de enfrentamientos entre presuntos ladrones de combustible y el Ejército, que, pese a que han sido una constante desde 2015, en los últimos meses ha sucedido con más violencia y frecuencia.

Días atrás, la Secretaría de Marina aceptó que los grupos dedicados al robo de combustible han incrementado el nivel de agresión ante el personal de la institución, pero aseguró que no cederá ante la amenaza de quienes atentan contra la sociedad y los bienes de la nación.

El último sucedió en el céntrico estado de Puebla el pasado fin de semana, otro de los territorios que representa un foco rojo para el robo de combustible, cuando un grupo armado atacó a personal naval que realizaba un patrullaje a lo largo de un ducto de combustible. El saldo fue de una persona muerta y tres heridos.

También los propios pobladores han sido quienes realizan las agresiones contra militares pues el pasado 12 de marzo, ocho militares fueron retenidos por pobladores del municipio de Tetepango, Hidalgo, después de un presunto enfrentamiento.

Javier Oliva, experto en seguridad nacional, recordó, en el mismo sentido que López Montiel, que la política en las decisiones que López Obrador, no ha arrojado los resultados que se esperan en cuanto a la detención y presentación ante la autoridad de los principales líderes de robo de combustible.


“Está sucediendo lo mismo que en sexenios anteriores cuando los mandatarios mantienen la lógica de la reactividad como respuesta. Me parece que hay demasiada improvisación y mucha ocurrencia, no se puede tener permanentemente 3,500 elementos en un solo cuidando ductos”, detalló.

Sin embargo, un aspecto que a Oliva le parece muy positivo del gobierno del López Obrador es que, según sus propios dichos, el 70% del recurso que se destina a la seguridad pública son programas de prevención.

“En los últimos dos años en el sexenio de Peña Nieto no se asignaron recursos considerables a este tipo de programas, pese a que se creó una subsecretaría para esos efectos, la Secretaría para la Prevención del Delito y participación ciudadana”, señaló.

López Obrador ha señalado que, como una estrategia adicional y de largo alcance, atenderá las causas que originan la violencia y la inseguridad en el país, y como parte de las iniciativas lanzadas para erradicar la violencia y delincuencia, se dará trabajo a jóvenes como aprendices en empleo permanente.

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