En diciembre de 2021, Jazmen Hernández, su pareja y sus tres hijos pequeños fueron ejecutados a balazos en su casa en Tijuana, México. Se creía que el crimen organizado lo había hecho, pero el FBI descubrió que lo habían hecho los hermanos de ella por una añeja disputa por varias propiedades. Uno de los asesinos fue sentenciado en una corte federal de California a seis cadenas perpetuas; el otro pasará 45 años en prisión.