"Estamos conociendo la naturaleza del coronavirus": residentes de El Paso enfrentan el posible colapso de hospitales en noviembre
Laura*, una indocumentada de 45 años que vive en El Paso, Texas, cuenta que entre 15 y 20 de sus conocidos han tenido covid-19. Ella misma se enfermó, pero dice que el Departamento de Salud le confirmó el diagnóstico tres semanas después de que se hizo la prueba.
"Todo está bien descontrolado en El Paso", aseguró en entrevista telefónica con Univision Noticias. El 3 de agosto ella decidió hacerse el test de descarte porque su nuera salió positiva y, para entonces, Laura había estado cuidando de su nieta. Pero fue hasta el 27 de agosto que la llamaron con el resultado: "Me dijeron que había tenido coronavirus pero que ya estaba de alta porque los días de contagio habían pasado", contó con molestia, pues mientras transcurrió ese tiempo ella salió varias veces a la tienda a comprar víveres, así que pudo haber contagiado a más personas.
En menos de tres semanas, las hospitalizaciones por covid-19 en El Paso pasaron de 259 a 786 y los casos positivos escalaron de 24,146 a 42,332, según datos del Departamento de Salud local. Con esos números, El Paso es el quinto condado con más contagios en todo Texas y uno de los puntos más calientes de Estados Unidos, que roza los 9 millones de casos globales y las 230,000 muertes.
Según Laura, en marzo, cuando se declaró la emergencia y se cerró la frontera con Ciudad Juárez, las calles de El Paso quedaron vacías. Pero en junio, cuando el gobernador de Texas, Gregg Abbott, dio luz verde para que los negocios reabrieran al 50% de su capacidad, "toda la gente empezó a salir", recuerda.
Blanca Lilia Caraveo, otra residente de El Paso con 62 años, recrimina que quisieron reabrir la economía sin educar a la gente: "Todo el mundo pensaba que habíamos salido del problema y no". Ella también cuenta unas 20 personas que se enfermaron de covid-19, la mayoría de su familia. Entre ellos, un hermano, dos cuñados, dos sobrinos y la hija de uno de sus cuñados.
A punto de una crisis
Para responder a la pandemia, las autoridades de El Paso convirtieron su centro de convenciones y artes en un hospital provisional con 50 camas, que podrían aumentarse a 100 de ser necesario. El gobernador Abbott dijo que desplegarían dos equipos de 35 personas expertas en atención de desastres para asistir a los médicos y enfermeras que lidian con los contagiados al punto del colapso.
El domingo, el juez del condado de El Paso Ricardo Samaniego instauró desde esa misma noche un toque de queda para frenar la propagación del coronavirus: los más de 800,000 residentes de esta ciudad fronteriza deben quedarse en casa desde las 10:00pm hasta las 5:00am por las próximas dos semanas. Quienes rompan la norma estarán sujetos a una multa de hasta 500 dólares.
Además insistió en el uso de mascarillas. Aseguró que quien sea hallado sin ella y sin respetar el distanciamiento social podría enfrentar multas de hasta 250 dólares.
Endureció las medidas al advertir que El Paso "vive una crisis que requiere consideraciones adicionales". En cifras, el juez dijo que del primero de octubre al 21 de octubre, la tasa de resultados positivos pasó de 9.43% a 15.02%, casi 160% de aumento en esas tres semanas. Y para el 24 de octubre, advirtió, los hospitales de la zona trabajaban al límite de su capacidad, igual que las unidades de cuidados intensivos.
"Estamos poniendo en riesgo todo nuestro sistema de salud", reclamó la directora de salud pública de esa ciudad, Ángela Mora.
Según un estudio de la Universidad de Texas, El Paso es el condado de Texas con mayor riesgo de que su sistema hospitalario colapse para el 8 de noviembre. "Tienen 85% de probabilidades de exceder la capacidad de hospitalización por covid-19 y 96% de sobrepasar la de hospitalizaciones por cuidados intensivos", concluyen al revisar datos hasta octubre.
Las cifras del Departamento de Salud muestran el perfil de quienes son las personas que más están siendo hospitalizadas por covid-19.
Y entre los que se contagian, el Departamento de Salud de El Paso asegura que 90.35% son hispanos. Y en muchos casos son personas con enfermedades preexistentes, como muestra la gráfica:
El análisis de la Universidad de Texas estima que la propagación del coronavirus en el estado no ve un freno. "Nuestras estimaciones sugieren que 15 de las 22 regiones tienen al menos 50% de probabilidades de que aumenten los contagios", concluyen.
Sin embargo, además de El Paso, no muestran a ninguna otra zona con una situación de tal gravedad. La que más sufrirá será Galveston, donde calculan que el condado tiene 33% de probabilidades de que su capacidad en camas para atender a enfermos de la pandemia colapse, mientras que para cuidados intensivos el riesgo de que esto ocurra es de 46%.
"Ahora sí se siente el miedo", dice Laura. "La gente está en pánico, nadie quiere salir porque estamos conociendo la naturaleza del coronavirus y ya hay muertos cerca de nosotros". En su caso, una de sus amigas falleció y ahora, la hija y la nieta de esta conocida están contagiadas.
*Nombre cambiado a petición de la fuente.
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