¿Podrá Los Ángeles acabar con el mal olor en sus estaciones de Metro?

Los medios de transporte público no tienen por qué apestar. Ese es el mensaje que parece decirnos el metro de Los Ángeles. Y es que, como parte del mejoramiento de su sistema, la autoridad para el transporte de esa ciudad está instalando en los trenes un volumen importante de aromatizantes, con la esperanza de que combatan olores ofensivos como el sudor ácido, o el pegajoso hedor a cigarrillo.
“La idea pasa por tratar de neutralizar cualquier olor fuerte, sea bueno o malo”, indica Rick Jager, director de comunicación de Metro. “Ha habido quejas sobre problemas causados a raíz de estos malos olores en los trenes, desde los que trae un individuo encima, dígase un fumador, hasta la gente con perfumes muy fuertes o con un impregnado olor a comida. Es por ello que los encargados del mantenimiento decidieron ver si era posible colocar desodorizantes en los trenes y encontraron espacio para ponerlos justo cerca de los filtros de climatización”.

Estos son los purificadores que utilizará el metro de Los Ángeles (Anna Chen/The Source/L.A. Metro).
Estos purificadores (cuya marca comercial es 'Odor Genie') van a estar ubicados en las líneas Roja y Morada. Si funcionan bien, Metro podría entonces instalarlos en más líneas, donde pasivamente absorberán hedores mediante esponjas de carbón hasta que estas requieran ser reemplazadas en par de meses. Es muy probable que ni siquiera los s las noten.
“Por experiencia personal, sé que el aroma de lavanda y vainilla es muy leve y uno tiene que estar muy cerca de él para sentirlo”, añade Jager. “Con todo, me he percatado de que podría ser más fácil de notar en un lugar sin mucho ajetreo, como un baño o un cuarto, pero en un tren en movimiento no se percibe en lo absoluto”.
Jager señala que él no tiene conocimiento de que hoy día otra agencia de transporte en Estados Unidos coloque ambientadores, de modo que es posible que Los Ángeles sea pionera en la práctica de agradar el olfato de sus pasajeros públicos. En cambio, a nivel mundial, una empresa de autobuses en Singapur está buscando ganar s por medio del despliegue de vehículos que bombean un “olor característico”, como informara recién mi colega Linda Poon. Y si tuviéramos que remontarnos al pasado, la ciudad de Nueva York echó a andar en los cincuentas un vagón de metro experimental que incluía no solo desodorizantes, sino filtros contra gérmenes y una melodía ambiental ligera.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.