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CityLab Política

El poder de los alcaldes de Puerto Rico

La alcaldesa de San Juan, a quien Donald Trump criticó, ha estado ejerciendo una enorme influencia. Pero la situación de los líderes de los 78 municipios es desigual y, en muchos casos, casi no tienen dinero.
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3 Oct 2017 – 01:11 PM EDT
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Carmen Yulín Cruz, líder de San Juan, se ha hecho escuchar luego del paso del huracán. Ella es una de 78 alcaldes en la isla. Crédito: Joe Raedle/Getty Images

"Estamos muriendo. Y nos están matando con ineficiencia ", dijo Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan, la capital y ciudad más grande de Puerto Rico. Frente a las cámaras, criticó enérgicamente los esfuerzos insuficientes de Washington y la tardanza en el arribo de la ayuda luego de que la isla fuera devastada por el huracán María.

¿Siguiente escena? El presidente versus la alcaldesa. Una cascada de tweets desató la retórica de Trump en respuesta a las acusaciones de Cruz. "Un liderazgo tan pobre", dijo sobre la lideresa de San Juan.

El martes el presidente Donald Trump se encontraría cara a cara con Cruz cuando visite el devastado territorio estadounidense. La reunión puede reflejar tanto la importancia política de los alcaldes en Puerto Rico, como sus desafíos en coordinar una recuperación con ayuda limitada del continente y el gobierno federal.

En el papel, los líderes locales puertorriqueños en zonas ricas o más pobladas -como el San Juan de Cruz-, tienen más poder político que alcaldes en localidades similares ubicadas en los Estados Unidos continentales.

A diferencia de EEUU, que se divide en estados, luego en condados y finalmente en ciudades, los alcaldes son la primera línea de istración gubernamental después del gobernador en Puerto Rico, situación que refleja su histórico pasado colonial español.A pesar de su influencia política y pública, Carmen Yulín Cruz representa sólo uno de los 78 municipios de Puerto Rico, cada uno de ellos dirigido por un alcalde y un ayuntamiento que actúa como cuerpo legislativo.


Curiosamente, la Oficina del Censo de los Estados Unidos equipara a los municipios puertorriqueños con los condados del continente. En otras palabras, Puerto Rico tiene casi el mismo número de condados que Oklahoma, un territorio que es casi 20 veces más grande, pero 18 veces menos densamente poblado que Puerto Rico. Los municipios de la isla están a su vez divididos en 902 barrios, que no tienen representación política ni autonomía, pero que forman la menor división territorial legal de la isla para efectos del censo.

Esta división territorial supone un desafío adicional al endeudado gobierno central de Puerto Rico: tendrá que coordinar la ayuda, los suministros y los esfuerzos de reconstrucción con 78 entidades istrativas diferentes durante muchos meses. Según El Nuevo Día, uno de los mayores periódicos de Puerto Rico, todavía hay doce de los 78 municipios que no pueden acceder a los centros de distribución destinados para la entrega de la ayuda.

Esto es parte de la razón por la cual Cruz explicó en entrevistas el pasado fin de semana que San Juan está entregando y distribuyendo su propia ayuda a otros municipios circundantes más pequeños.

"Tengo (...) cuatro paletas de comida y cuatro palets de suministros para bebés de FEMA. Todo esto le di al alcalde de Camarillo, un pueblo cuyo alcalde había ido al centro de distribución de FEMA, donde le dijeron que esperara hasta el próximo lunes porque no tenían nada", le dijo Cruz el jueves a George Stephanopoulos de ABC,.

Hasta la fecha, FEMA ha otorgado casi 20 millones de dólares en ayuda a los municipios de Puerto Rico según el sitio web oficial de la agencia. Por su parte, Florida ha recibido 545 millones de dólares después de Irma; y Texas, 323 millones de dólares tras el paso de Harvey.

En áreas más pequeñas y más rurales de Puerto Rico, los alcaldes también asumieron posiciones reales de liderazgo. En la parte sur de la isla, a 80 millas de San Juan, seis alcaldes –tanto del gobierno como de la oposición– se reunieron para coordinar la ayuda y los esfuerzos de reconstrucción después del huracán. Esta acción fue dirigida por María Meléndez, alcaldesa de Ponce, la segunda ciudad más importante de Puerto Rico después de San Juan.

"Lo más importante de esta reunión fue la comunicación entre los alcaldes y los directores regionales de diferentes agencias", dijo María Meléndez, alcaldesa de Ponce, a Metro. "Pero, sobre todo, la comunicación entre nosotros los alcaldes, para empezar a apoyarnos".


El doctor Edwin Meléndez, director del Centro de Estudios Puertorriqueños de la City University de Nueva York, dice que los esfuerzos de reconstrucción serán más difíciles para los municipios más pobres, ya que tendrán que depender de la ayuda proporcionada por el gobierno central y no de sus propios recursos para restaurar lentamente los servicios públicos bajo su responsabilidad, como el mantenimiento vial y la gestión de residuos.

"Los municipios más ricos son mucho más poderosos. San Juan y Guaynabo (parte del área metropolitana de San Juan, por ejemplo) tienen mucho más poder político que otros municipios menos ricos ", dice Meléndez.

Impulsados en parte por la deuda del gobierno central, avaluada en más de 70,000 millones de dólares, los políticos y los legisladores de todos los espectros están debatiendo si se deben consolidar algunos de estos municipios. Según Meléndez, las municipalidades están siendo afectadas por la actual crisis económica, lo que empeorará tras el huracán María.

Las personas a favor de unificar algunas municipalidades sostienen que esto ofrecería un tipo de solución a la situación financiera de la isla: al reunir ciudades más pequeñas que no necesariamente requieren de un aparato de gobierno local propio, se podría reducir la cantidad de dinero en subsidios y salarios a cada municipio proveniente del gobierno central. Más de la mitad de los municipios de Puerto Rico tienen déficits financieros y no son capaces de mantener sus operaciones económicas sanas.

"La mayoría está en bancarrota, y siguen viviendo del gobierno central que los mantiene, y el gobierno central tampoco tiene dinero ahora", dijo Mario Negrón-Portillo, exdirector de la Escuela de istración Pública de la Universidad de Puerto Rico, a The New York Times el año pasado.

La unificación de algunos municipios tendría repercusiones políticas, ya que los municipios de Puerto Rico están ligados a una identidad y a un sentido de pertenencia, según Meléndez. Sostiene que será difícil para un municipio perder su autonomía uniéndose a un grupo más grande de ciudades y barrios. "Todos tenemos nuestras propias preferencias en términos de nuestra propia área geográfica, de nuestra ciudad natal", dice Carlos Méndez, presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico. Y algunos alcaldes argumentan que son los que mejor conocen sus comunidades y abogan por sus intereses.

Pero Meléndez cree que la isla no tiene otra opción. "La fusión de algunos de estos municipios es inevitable debido a la crisis económica", dijo.

Los alcaldes de estos municipios también desempeñan un papel fundamental en conectar a las comunidades que representan con el gobierno central. Son el principal puente entre los ciudadanos y las instituciones de poder fáctico, como los poderes ejecutivo y legislativo de todo el territorio. Ello es una diferencia sustancial en comparación a los alcaldes de las ciudades continentales de Estados Unidos.

Ese rol se está viendo ahora y se verá durante la recuperación del huracán María. Pero, a su vez, también se está viendo la debilidad de los pequeños municipios, que deberán seguir dependiendo de alcaldes más poderosos como Cruz, para ellos sean la voz que desesperadamente pida ayuda.

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