La OEA abre la puerta para la posible suspensión de Venezuela del organismo
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este martes una resolución en la que llama a iniciar el proceso para la suspensión de Venezuela del organismo por la ruptura del orden democrático del gobierno de Nicolás Maduro.
Con 19 votos a favor, 4 en contra y 11 abstenciones, la OEA asegura que considera ilegítima la reelección de Maduro y pide aplicar la Carta Democrática Interamericana al alegar "alteración del orden constitucional". Para que la suspensión sea efectiva es necesaria la aprobación de dos tercios de los Estados miembro en una asamblea general extraordinaria, equivalentes a 24 votos.
La OEA en su resolución llama además a que se garantice la separación de los Poderes Públicos en Venezuela y que se restaure a la Asamblea Nacional –de mayoría opositora– que fue desconocida tras la elección de una Constituyente promovida por el gobierno. Pide que se permita la entrada al país de ayuda humanitaria e insta a los países a prepararse para atender la emergencia epidemiológica que se vive en Venezuela, incluso dotando medicamentos.
El texto del acuerdo fue promovido por Estados Unidos y presentado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México, Perú con el patrocinio de Costa Rica, Guatemala y Paraguay.
Venezuela se pronunció "rotundamente en contra" y fue apoyada por Bolivia, San Vicente y Las Granadinas y Dominica. Se abstuvieron Ecuador, Nicaragua, El Salvador y Uruguay.
La votación ocurre un día después de que el secretario de Estado Mike Pompeo pidiera ante la Asamblea General de la OEA que se suspendiera al país petrolero al asegurar que el gobierno de Nicolás Maduro estaba en camino a "desmantelar en gran escala" la democracia.
No es la primera vez que Estados Unidos hace esta petición. Hace un mes lo solicitó el vicepresidente Mike Pence en el mismo foro de la OEA. Pero con las palabras de Pompeo, sí es la primera vez que la crisis venezolana alcanza la agenda de la Asamblea General.
La istración de Trump ha criticado en repetidas ocasiones a Maduro, quien preside Venezuela desde la muerte de Hugo Chávez en 2013, y ha impuesto una serie de sanciones contra 50 de sus principales líderes, incluidos ministros, generales, jueces y funcionarios electorales.
En julio de 2017, la Casa Blanca impuso sanciones al propio presidente Nicolás Maduro, calificándolo de "dictador". También agregó al vicepresidente Tarek El Aissami a la lista, así como a ocho jueces y las cabezas del Consejo Nacional Electoral (CNE). La última figura sobresaliente del chavismo que fue sancionado es Diosdado Cabello, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.
Venezuela vive una de las peores crisis políticas y económicas de su historia. Sus habitantes luchan a diario con la hiperinflación –que alcanzará 13,000% en 2018, según el FMI–, la escasez de comida y de casi cualquier medicina, y viven azotados por la criminalidad en sus calles.
El gobierno chavista ya había pedido el retiro voluntario del país de la OEA luego de que en 2017 el Consejo Permanente de la OEA convocara a los cancilleres de sus países a abordar la crisis en Venezuela a propósito de las protestas opositoras contra el gobierno de Maduro. Se convirtió así en el primer integrante de la organización en hacer esta petición en toda la historia del ente.