La crisis en Venezuela, el principal tema de pasillo de la Cumbre de las Américas
La adelanto de las elecciones presidenciales se han convertido en temas de debate que toman cada vez más fuerza en la Cumbre de las Américas, pese a que no son parte de la agenda oficial.
No está claro aún si este encuentro de jefes de Estado que arranca la noche del viernes y tiene como ejes centrales la corrupción y la gobernabilidad, incluirá en su declaración final algún pronunciamiento sobre la situación en Venezuela. Pero el tema está en boca de los asistentes a los eventos previos al principal.
Si bien el presidente Nicolás Maduro desistió de acudir al evento por considerarlo una “pérdida de tiempo”, sí llegó a Lima un grupo de diputados opositores y activistas que han sostenido una intensa agenda de reuniones y encuentros públicos para hablar del drama que viven miles de sus compatriotas.
En la tarde de este viernes, el vicepresidente de Estados Unidos, en reemplazo a Donald Trump, anunció la entrega de 16 millones de dólares de ayuda humanitaria para quienes tuvieron que abandonar el país por la crisis política y económica. Este aporte beneficiará al programa de la Agencia para los Refugiados de la ONU en la región y a comunidades de refugiados venezolanos en países como Colombia y Brasil.
Según datos de la agencia de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), más de 1.6 millones de venezolanos han abandonado su país desde el 2015, con Colombia, Estados Unidos y España como principales destinos. En Chile viven más de 160,000 venezolanos y más de 100,000 en Perú, según cifras de los registros de migraciones de ambos países.
Pence se reunió poco después de llegar a la capital peruana con líderes opositores como el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, el expresidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges y el alcalde de El Hatillo, David Smolansky, en el exilio tras ser destituido por el Tribunal Supremo de Justicia. Tras el encuentro, dijo que aprovechará su discurso y sus reuniones en la Cumbre de las Américas para pedir a Latinoamérica y al mundo que aumenten sus sanciones a Venezuela y ayuden a hacer frente a la crisis humanitaria.
"Nuestro mensaje buscará unir a nuestros aliados para afrontar esta crisis humanitaria, pero también traemos un llamado a más sanciones, más aislamiento y más presión diplomática, empezando en nuestro continente pero también en el resto del mundo, para reconocer que Venezuela es una dictadura", dijo el vicepresidente.
Piñera dice que no reconocerá las elecciones
Por su parte, el presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo a su arribo a Lima, que "es indudable que en Venezuela no hay democracia, no hay Estado de derecho, no hay respeto por los derechos humanos". Además afirmó que las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 20 de mayo no están organizadas de forma "limpia”. “Ningún país ni ninguna persona que se compromete con los valores y principios democráticos puede reconocer la elección, que no está siguiendo las reglas básicas de una elección democrática", añadió.
"Todos los países de América Latina y del mundo tenemos que hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para ayudar al pueblo venezolano a recuperar su libertad, su democracia, el respeto a los derechos humanos y salir de esta crisis económica, política y humanitaria", aseveró.
Antes, representantes de la sociedad civil venezolana se reunieron con el secretario de Estado interino de Estados Unidos, John J. Sullivan, y el de USAID, Mark Green, quienes reconocieron sus esfuerzos “en defensa de los derechos humanos y la democracia de su país”.
Sullivan ratificó el apoyo de Estados Unidos a los venezolanos “y a su derecho a elegir a sus representantes a través de elecciones libres y justas”.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, adelantó que varios países de América Latina “sumarán esfuerzos” para atender la crisis política, económica y social que sufren los venezolanos.
Aprovechando la presencia de políticos opositores al régimen de Maduro, un grupo de venezolanos presente en Lima realizó una serie de actividades para llamar la atención de los asistentes a la Cumbre de las Américas y pedirles que no se olviden de su país. Entre ellas, un conversatorio en el Congreso y una manifestación contra el presidente en una plaza en el centro la capital peruana. En todas ellas tuvieron que lidiar con grupos que sí apoyan al sucesor de Hugo Chávez.
“Lo que pedimos es libertad y democracia para nuestro país, sanciones personales a los violadores de los derechos humanos. Esperamos que en la declaración final de la Cumbre se hable de la crisis que está pasando Venezuela”, dijo a Univision Noticias Paulina Facchin, representante de la Mesa de la Unidad Democrática en Perú.
Por su parte, el diputado de la Asamblea Nacional, Armando Armas, pidió que la Cumbre no reconozca “la farsa” del 20 de mayo, cuando está previsto que se celebren nuevas presidenciales anticipadas, y aseguró que lo que buscan son “elecciones limpias y no como las que se están convocando”.
No solo Venezuela, también Cuba
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) emitió un mensaje dirigido a los jefes de Estado que participan de la cumbre en el que condena el deterioro de la libertad de expresión y de prensa en Cuba y Venezuela, “cuyos regímenes continúan violando los derechos humanos”.
“Tienen una obligación histórica para tomar medidas concretas que deriven hacia una rápida e indeclinable transición democrática (…) Deben impulsar medidas más drásticas que no permitan que el régimen intente perpetuarse en el poder”, instó.
La activista cubana, Rosa María Payá, ha estado participando de una serie de reuniones en Lima, entre ellas la Cumbre de la Sociedad Civil, donde expuso lo que pasa en su país, no sin antes ser interrumpida por seguidores del régimen de Raúl Castro.