#EleNao, la respuesta de las brasileñas al candidato ultraderechista Bolsonaro (a la que se ha unido hasta Madonna)

BRASILIA, Brasil. - Sentada frente al televisor de su casa en Brasilia, Aldenin Gomes observó el 21 de enero de 2017 cómo una marea humana, liderada por mujeres, caminaba por las calles de Washington en protesta contra Donald Trump, quien tan solo horas antes había tomado posesión como presidente de los Estados Unidos.
Lo que esta ama de casa no imaginó en aquel entonces era que en Brasil, un país donde en las últimas cuatro elecciones ganó la izquierda, iba a emerger un político ultraderechista llamado Jair Bolsonaro, y que las mujeres también se organizarían para salir a la calle a expresar su rechazo. La manifestación tendrá lugar este sábado y miles de mujeres han confirmado su participación. “Es un político que propaga el odio hacia las mujeres”, comenta Aldenin, mientras se pregunta “cómo se puede confiar en un hombre que cuando habla es para insultar”.
A los brasileños les ha llegado el turno de elegir presidente. Las elecciones se celebrarán el 7 de octubre y son muchas las mujeres que tienen claro su repudio hacia Bolsonaro, un candidato populista impulsado por la corrupción y la grave crisis institucional y económica sufrida en los últimos años por el gigante latinoamericano.
Según una de las últimas encuestas del instituto Ibope, un 50% de las mujeres no le votaría nunca, un 17% votaría en blanco y un 10% se muestra indecisa.
Pero Bolsonaro también es irado por una parte importante del país, a tal punto que las últimas encuestas le dan como candidato puntero tras la salida de la contienda de Luiz Inácio 'Lula' da Silva, que está preso por corrupción. Este exmilitar de 63 años, nostálgico de la dictadura (1964-85), contrario al aborto y a favor de la pena de muerte, es comparado a menudo con Trump por sus declaraciones incendiarias y su discurso conservador. De hecho, su lengua viperina ha dejado una buena colección de frases difíciles de olvidar.
Bolsonaro, por ejemplo, no tuvo ningún reparo en decir a una diputada que era demasiado fea para ser violada, afirmar que las mujeres se merecen salarios inferiores al de los hombres y describir el nacimiento de su hija como un “momento de debilidad”. Al referirse a las comunidad gay simple y llanamente comentó que prefería que su hijo muriese en un accidente a que fuese homosexual. También aseguró que sus hijos nunca tendrían una novia negra porque están muy bien educados.
Las mujeres, la mayoría del electorado
De segundo nombre “Messias”, Bolsonaro, que representa al Partido Social Liberal (PSL), es el candidato que provoca más rechazo, un 44%, y al mismo tiempo consigue liderar las encuestas con un 27% de intención de voto, seguido con un 21% por el candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Fernando Haddad, sustituto del expresidente Lula da Silva.
Entre las mujeres, que representan la mayoría del electorado, un 52.3 por ciento (77.3 millones del total de 147 millones de votantes), Bolsonaro lo tiene complicado.
El sábado, las protestas se llevarán a cabo en 70 ciudades del país, y traspasarán las fronteras porque hay marchas convocadas en otras naciones. El objetivo es intentar que este hombre, que se muestra a favor de dotar de armas a los civiles, no llegue al Palacio de Planalto en Brasilia, capital del país.
“#EleNão (#ÉlNo)” es el hastag con el que se ha lanzado la campaña de movilización contra él en las redes sociales. El grupo de Facebook “Mujeres unidas contra Bolsonaro” – que impulsó la campaña- ha llegado a alcanzar las 3.4 millones de personas.
“Es una lucha feminista contra un candidato que amenaza nuestros derechos y no representa a las mujeres. Otras muchas luchas como la de los negros, la comunidad LGTB o los indígenas también se han unido a nosotras”, explica a Univision Noticias Carol (que no quiso desvelar su apellido), una de las organizadoras del grupo de Facebook.
Empresarios, intelectuales, artistas de diversos ámbitos se han sumado a la campaña y han publicado un manifiesto, bautizado "Por la democracia, por Brasil", en el que alertan de la amenaza que supone la candidatura de Bolsonaro.
Internet arde y cantantes como Daniela Mercury o Anitta, la reina del pop Brasil, han apoyado a través de las redes al movimiento que en ese ámbito también ha pasado las fronteras y ha recibido el apoyo incluso de la cantante Madonna que publicó una foto en su red social Instagram con las etiquetas "Él no" y "Fin del fascismo".
“Estoy aquí para invitar a todas las mujeres brasileñas a que salgan a la calle el 29 de septiembre con el movimiento “Él no porque es machista, él no porque es homófobo, él no porque es un retraso para la democracia”, instó Daniela Mercury en un video. En una muestra de respaldo, el miércoles, Pablo Vittar, la cantante drag queen que causa furor en Brasil, terminó un concierto en el marco de una gala de entrega de premios al grito de “¡EleNão!”.
En las redes sociales se multiplican las propuestas de las activistas: camisetas, gorras, himnos, pancartas, adhesivos. La gente aporta, discute, debate.
“Queremos manifestarnos a través de propuestas artísticas, y estamos todas conectadas y en constante comunicación para lograr que todo salga bien”, comenta Carol.
Los organizadores se están movilizando desde hace días para que en la marcha participen personas de diferentes ideologías y nivel social.
Una contramanifestación de mujeres “pro Bolsonaro” ha sido convocada el mismo día en Río de Janeiro.
Bolsonaro, que cuenta con más de 27 años de experiencia en la política y que se jacta de ser uno de pocos dirigentes que no tiene manchas en su currículo por corrupción, se encuentra ingresado desde el 6 de septiembre en el hospital tras ser apuñalado durante un mitin callejero. Su equipo espera que reciba el alta este fin de semana.
Aunque no podrá participar en ningún acto de campaña, el candidato seguirá muy activo en las redes, donde goza de gran popularidad. Desde ahí Bolsonaro tiene la ardua tarea de convencer a las mujeres indecisas que apuesten por él el día de las elecciones. Alguna como Aldenin Gomes optará por sentarse en el sofá de su casa, encender el televisor y ser una simple observadora de los comicios. Porque tras años de declive en Brasil ya no confía, dice, en nada ni en nadie.