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Verificamos cinco afirmaciones del presidente Trump en la imposición de aranceles a decenas de países

Este miércoles 2 de abril el mandatario, en un discurso de poco más de una hora, hizo afirmaciones no apegadas a la verdad y otras faltas de contexto sobre las relaciones comerciales con algunos países.
Publicado 3 Abr 2025 – 12:21 PM EDT | Actualizado 3 Abr 2025 – 12:21 PM EDT
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La imposición de aranceles fue una de las promesas electorales de Trump. Crédito: Arlene Fioravanti Müller (arte) / Saul Loeb - AFP vía Getty Images (fotos).

En lo que llamó centró en hacer afirmaciones económicas sobre lo que, supuestamente, cobran otros países en aranceles a Estados Unidos, y repitió la falsedad de que durante su primer mandato no hubo inflación mientras que en la gestión de Joe Biden se registró “la más alta de la historia de nuestro país”.

En elDetector pasamos también la lupa por lo que dijo sobre aranceles de Canadá a productos lácteos, las supuestas razones por las que la Unión Europa y Australia no aceptan importación de pollo y carne de res estadounidenses, respectivamente, y por su afirmación de que Estados Unidos fue “proporcionalmente” más rico de 1789 a 1913 por los aranceles que se cobraban entonces.

Acá lo que verificamos:

“Canadá, por cierto, impone un arancel del 250 al 300% a muchos de nuestros productos lácteos [...] dejan entrar el primer cartoncito de leche a un precio muy bajo, pero después de eso, empeora y llega hasta 275-300%”. ENGAÑOSO.

La afirmación del presidente es engañosa: sí hay tipos arancelarios por encima del 200% estipulados para varios productos lácteos estadounidenses exportados a Canadá, pero estos se impondrían solo si se supera una cuota establecida, que es bastante superior a “un cartoncito de leche” y que generalmente corresponde a centenares de toneladas por año.

De hecho, antes de llegar a ciertas cuotas muchos productos lácteos estadounidenses, como por ejemplo, la leche, no pagan ningún tipo de arancel por entrar a Canadá.

“En 2024, Estados Unidos exportó más de 1,100 millones de dólares en productos lácteos a Canadá, lo que supone un aumento de casi el 55% en las exportaciones desde 2020. Ninguno de ellos estaba sujeto a aranceles canadienses de tres dígitos”, concluyó nuestro aliado, FactCheck.org a partir de datos oficiales del gobierno canadiense .

El presidente afirmó que la Unión Europea prohíbe la importación de “la mayoría de las aves de corral estadounidenses”, insinuando que la decisión se basa en que los europeos no quieren “aceptar nada” de EEUU. FALSO.

La prohibición que la Unión Europea (UE) ha impuesto sobre la importación de aves de corral no es una decisión económica, como sugiere el presidente Trump, sino sanitaria; por tanto, su afirmación es falsa.

El pasado 4 de febrero de 2025, la UE brotes reportados de gripe aviar en esos países.

“Canadá, Reino Unido y los Estados Unidos han presentado a la Comisión información sobre la situación epidemiológica en sus territorios y las medidas que han tomado para impedir que siga propagándose la enfermedad tras estos recientes brotes de GAAP [Gripe aviar de alta patogenicidad]. La Comisión ha evaluado esa información y considera que, habida cuenta de la situación zoosanitaria en las zonas sujetas a restricciones establecidas por las autoridades veterinarias de Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos, debe suspenderse la entrada en la Unión de partidas de aves de corral, productos reproductivos de aves de corral y carne fresca de aves de corral y de aves de caza procedentes de las zonas afectadas por los recientes brotes, a fin de proteger la situación zoosanitaria de la Unión”, se lee en el DOUE.

El presidente también mencionó la prohibición de Australia de importación de carne estadounidense, señalando que “no aceptan nuestra carne”. FALTA CONTEXTO.

A la afirmación del presidente le falta este contexto: desde 2003, cuando ocurrió el brote del virus de las “vacas locas”, Australia tomó la medida biosanitaria de limitar la importación de carne de res fresca estadounidense. Pero Estados Unidos fue incluido posteriormente en una lista australiana de países aprobados para la importación de carne refrigerada y congelada, de acuerdo con la página web Beef Central, un servicio de noticias dedicado a la industria de la carne en Australia.

“Australia ya ha completado evaluaciones de bioseguridad y seguridad alimentaria basadas en la ciencia que permitirían el comercio de carne vacuna estadounidense de ganado nacido y criado en Estados Unidos. Sin embargo, Estados Unidos decidió no avanzar con esta vía y, en su lugar, solicitó a Australia para la carne de res producida en Estados Unidos a partir de ganado nacido y criado en México o Canadá”, dijo a Beef Central, Tim Ryan, director del Consejo de la Industria Cárnica de Australia (AMIC, por sus siglas en inglés), explicando que esa decisión estadounidense ha retrasado el proceso porque implica nuevas revisiones de bioseguridad.

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, declaró, en respuesta a la afirmación de Trump durante el anuncio de los aranceles, que habían tratado de negociar con Estados Unidos para permitir las importaciones de carne vacuna, siempre y cuando se cumplieran las medidas de bioseguridad.

“El tema de la carne de vacuno fue sobre la enfermedad de las vacas locas… y también sobre el hecho de que no se podía garantizar que la carne de vacuno llegada a Australia,e viniera de Canadá o de México también”, dijo Albanese.

“De 1789 a 1913, fuimos una nación con aranceles, y Estados Unidos fue proporcionalmente en ese entonces más rico de lo que jamás ha sido”. FALTA CONTEXTO.

A la afirmación del presidente le falta contexto considerando que el Producto Interno Bruto per capita de Estados Unidos a 2022 es mayor que el de 1800, de acuerdo con Our World in Data (la referencia más lejana que conseguimos en elDetector). Trump sugiere que los aranceles de ese siglo, pudieron dar al país una bonanza. Sin embargo, expertos coinciden en que no son comparables los tiempos y señalan que el crecimiento de aquel entonces no estuvo necesariamente vinculado a los aranceles sino con otros factores.

Por ejemplo, Michael Hiltzik, periodista de Los Angeles Times y ganador del premio Pulitzer, explicaba en octubre de 2024, cuando el entonces candidato Trump también afirmó que en esa época Estados Unidos fue “el país más rico que jamás haya existido”, que “la década de 1890 nos trajo el peor desplome bursátil y una de las depresiones más profundas hasta ese momento. En retrospectiva, solo fue superada por el desplome de 1929 y la Gran Depresión de la década de 1930, y en algunos aspectos peor que esta última”. Esto, con la intención de probar que no es necesariamente un periodo al que el país debería querer regresar.

Por su parte, Douglas Irwin, profesor de Economía del Dartmouth College, escribió en abril de 2000 para el National Bureau of Economic Research: “Que los aranceles coincidieran con un rápido crecimiento a finales del siglo XIX no implica una relación causal”.

En su análisis, Irwin agregó que los datos presentados en su investigación “indican que el crecimiento de entonces estuvo impulsado en gran medida por la expansión de la mano de obra y la acumulación de capital, mientras que el crecimiento de la productividad fue indistinto”.

“Prácticamente no tuvimos inflación durante 4 años [los de su primer mandato], pero tras la transición a Joe ‘el somnoliento’, pasó de ser casi inexistente a ser la más alta de la historia de nuestro país”. FALSO.

Este par de afirmaciones verificado anteriormente en elDetector. Es falso que durante la primera gestión de Trump no hubo inflación, así como también es falso que durante la gestión de Joe Biden se haya registrado la inflación “más alta” en la historia del país.

La tasa de inflación promedio durante el primer gobierno de Trump mandato fue de 1.9% (entre enero de 2017, primer mes al frente del país y diciembre de 2020, último mes completo). Aunque algunos mandatos han mostrado una tasa promedio de inflación más alta, como los dos del expresidente demócrata Bill Clinton, con un 2.6% (entre enero de 1993 y diciembre de 2001), también ha habido presidentes como Barack Obama, que registraron una tasa de inflación promedio más baja, de 1.4% (entre enero de 2009 y diciembre de 2016), también en dos presidencias consecutivas.

Y aunque los niveles de inflación durante el gobierno de Biden fueron elevados – con un pico máximo de 9.1% en junio de 2022 durante la pandemia del covid-19–, no se equiparan con los registrados a comienzos de la década de 1980, de acuerdo con cifras oficiales.

En esa década se registró un pico en marzo de 1980 (cuando se situó en 14.8%). Ese año, según el Banco Mundial, la tasa anual de inflación fue de 13.5%. Pero en décadas anteriores, como en los años de 1917 a 1920, se registraron cifras incluso superiores, por ejemplo: 20.4% (junio 1917) y 23.7% (junio 1920).

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