La sologamia, el placer de estar solos

Por más que lo neguemos, la sociedad aún está pensada para vivir acompañados. Si nos remontamos a nuestra última etapa de soltería, recordaremos esa vez en la que fuimos al cine y el señor de la taquilla balbuceó -desconcertado- esa típica e incómoda pregunta: “¿Sólo le doy un boleto?”.
Pese a que existen muchos ejemplos como el anterior, son cada vez más los grupos de mujeres y hombres en Estados Unidos, España y México que manifiestan, con orgullo, su vocación de estar solos en un posmoderno estilo de vida al que llaman: Sologamia.
“La soltería a partir de los 30 está estigmatizada y queremos contribuir a que eso cambie; transmitir la idea de que puede ser algo transitorio, pero también puede alargarse y por eso debemos aprender a convivir con nosotros mismos”, revela Sologamia.com; la primera web de España dirigida a soloístas.
Sus fundadores, periodistas de profesión y sin pareja, prestaron atención a las necesidades de muchos solteros, que no son cubiertas por una sociedad pensada de a dos, con un portal de ocio, cultura e información sólo para solteros.
“ Quita la carga negativa que tradicionalmente asocia a estar soltero y disfruta el ocio de estar solo. Sologamia es un matrimonio sincero con tu presente y con tus proyectos de futuro, un compromiso leal con tu yo más hedonista”, enfatizan.
Otras páginas como S1ngular en México y Soloish, una subsección del diario The Washington Post, se han sumado a la iniciativa de contar la parte buena de vivir solos.
¿Una moda al descubierto?
Tras el éxito de su libro Quirkyalone, un manifiesto para los románticos sin compromiso, la autora estadounidense Sasha Cagen, defendió la soltería y definió la sologamia: “ Una persona que disfruta estar soltera (o pasar tiempo sola), y prefiere esperar a conocer a la persona correcta en lugar de tener citas indiscriminadamente”.
La idea del libro surgió en la noche de Año Nuevo de 1999, cuando Cagen no tenía a nadie a quien besar durante el conteo de la bienvenida al nuevo siglo. El éxito del libro fue tal, que Cagen se ha dedicado a dar conferencias sobre los beneficios de la vida como soltero e, incluso, promueve los matrimonios con uno mismo.
Una alternativa de negocio que el empresario sudafricano Jeffery Levin ha popularizado con su empresa I married me (me caso conmigo), en la que la gente puede auto regalarse anillos bañados en oro o un kit de boda solitaria, echando a la borda cualquier tabú sobre una vida sin pareja y en plenitud.
Sí, acepto.
Yasmin Eleby es una mujer estadounidense y pionera en las bodas solitarias. Ella contrajo matrimonio en enero de 2015 cuando cumplió 40 años. Pensó que era momento de comprometerse, así sea consigo misma, y eligió como marcha nupcial para su boda el tema I believe i can fly del cantante R.Kelly.
Así mismo, la mujer se enfundó en un vestido color violeta que dejaba al descubierto uno de sus hombros y contó con 10 damas de honor que la acompañaron en una auténtica ceremonia celebrada en el Museo de Cultura Afroamericana de Houston. ¡Vaya amor propio!
Sola en el altar, Eleby aconsejó a otras personas que “ no tengan miedo de tomar riesgos”, ya que “ nunca es demasiado tarde para probar algo diferente”. La inglesa Grace Gelder se une a la lista. Ella besó su reflejo en un espejo el día de su boda luego de 6 años de soltería; creyendo que no iba a encontrar a nadie mejor que ella misma para casarse.
Al parecer, la sologamia consagra el futuro de las relaciones en la idea que lo mejor es vivir disfrutando, con o sin compañía. Después de todo, ¿qué pasará si su pareja ideal no aparece hasta dentro de 20 años? O, quizá, ¡nunca! Qué mejor manera de continuar nuestro camino que jurándonos amor eterno a nosotros mismos. ¿No cree?
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