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Gastronomía

Los # y las modas culinarias

No basta con comer bien y preocuparse por el entorno: hay que publicarlo en las redes sociales. La moda ahora se extiende a la alimentación y sus hashtags.
9 Dic 2015 – 09:40 PM EST
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Fotografiar y etiquetar comida en redes es común entre los foodies. Crédito: Pixabay.com

Por: Ana Paula Tovar  

Las redes sociales llegaron para quedarse y con ellas los   hashtags   (#). En   Instagram   hay miles de   hashtags , se separan por temas, días de la semana o eventos ocasionales   con impacto mundial. Una de las categorías   más populares es   la   dedicada   a la comida   y una de   las   tendencias   con mayor número de seguidores   es   comer lo más saludablemente posible.   El tema ahora es que ya no basta con alimentarse   bien y preocuparse por el entorno,   por estos días también   hay que publicarlo.   De esta forma la moda ahora se extiende a la alimentación   y sus   hashtags .  

Desde que fue creado   en 2010 a la fecha,  Instagram ha ganado 400 millones de s y muchos de ellos   comparten fotos de platillos que consumen, sobre todo si lucen espectaculares y son súper saludables.   La intención es hacer comunidad a través de una etiqueta que se multiplica por miles, incluso millones.   Las nuevas tendencias alimenticias y sus seguidores usan   redes como   Instagram   para encontrarse y compartir información.    

Aquí repasamos los que más furor han causado entre los foodies de estos tiempos:  

# EatClean    
EatClean   es la reina de las etiquetas saludables   (casi 25 millones de referencias   instagrameras ). Comer sano   tiene una nueva dimensión  que implica hacerlo sin causar impacto ecológico (o eso dicen):   esta tendencia   incluye la elección de alimentos orgánicos   producidos en comunidades locales, de carne de animales que no vivieron   hacinados   antes   de morir para ser vendidos en   toneladas en los supermercados,  y por supuesto, evitar  consumir carnes de especies en peligro de extinción. En pocas palabras,   invita a hacer conciencia antes de hincarle el   colmillo a un   delicioso costillar. La etiqueta #EatClean se relaciona frecuentemente con otras como # CleanEating   # CruentlyFree y  # EatLocal .  

# Vegan    
Los   veganos   son una comunidad muy activa en   las   redes sociales porque en ellas han encontrado un   lugar para   crecer   y esparcir su estilo de vida que, por cierto, va más allá de no comer   alimentos   de origen animal: también rechazan otros tipos de   productos   relacionados   con el maltrato y la explotación   animal, como   maquillajes   o medicamentos   probados en animales y la ropa,   rios   o mobiliario   de piel, por sólo mencionar algunos. Ser   vegano   no es sencillo en Occidente, donde muchos   platillos   incluyen ingredientes de origen animal, desde un delicioso croissant con kilos de mantequilla, hasta una ensalada César en la que el aderezo se prepara con huevo tibio, un inofensivo sándwich con mayonesa y ni hablar de un   cínico corte de carne argentino.   

Productos   como la quinua   le deben   su fama reciente a los   veganos,   que   en busca   de   proteínas han dado con   alimentos previamente incluidos en otras   dietas   y los han elevado al edén de las llamadas   superfoods .   Y   no vamos a negar que la quinua sea   un gran alimento, sin embargo esta fiebre por ella ha generado algunos conflictos para las   poblaciones incas   del Cono Sur de América,   donde este cereal es sagrado y   ahora   se cultiva   por toneladas   para   satisfacer la demanda extranjera, además de que se exporta   y   se vende a mayor precio   en el mercado internacional. Hay algunos agricultores   locales   beneficiados,   pero la población que no   cultiva   quinua   ya no la puede   consumir   porque   no les alcanza para comprarla.  Otros alimentos que tuvieron sus días de fama como #superfoods son el aguacate ( # avocadotoast) y   el # kale   (col rizada),   que   superó   el millón y medio de menciones. Ahora la #quinua o # quinoa  (según la RAE el nombre correcto es quinua) está en la cima.  

#GlutenFreePobre del gluten:de un día para otro comenzóa sercasi tan odiado comoelazúcar. El gluten es una proteínapresente encereales como el trigo, el centeno y la cebada,yenvariedades de éstos. Un día algún doctor le adjudicó los males de algún paciente particular y esto bastó para que se corriera la voz de que era malísimopara la salud: el comentario se replicósin sustentopara acabarcon la reputación deun productoinofensivo para la mayoría dela población.Sólo sialguienescelíaco, es decir,incapaz deprocesar y absorber el gluten,debedejar deconsumirlo. Según una estadística de 2013 realizada por la Food and Drug istration (FDA), en Estados Unidos aproximadamente3 millones de personassoncelíacas, muchas menos que todas aquellas que han decidido desterrar al pan de su dieta pero siguen tomando whisky y cerveza.Por lo pronto, hay alrededor de 7 millones que usan el #GlutenFree.

   
#Paleo   
Los seguidores de la dieta paleolítica   le   dan la espalda a los   veganos. Esta   dieta   consiste en comer lo mismo que   nuestros antepasados del paleolítico: carnes,   pescados, frutas, verduras, raíces, huevos y grasas saludables como las   nueces.  Eligen los a limentos   silvestres, pues aquellos hombres cazaban y recolectaban, no cultivaban aún, así que los cereales   quedan fuera,   las legumbres,   los almidones,   los lácteos,   el alcohol,   los   alimentos procesados   y obvio, el satanizado  azúcar refinado.   La sal se tolera en pocas cantidades.   Como dato curioso, quien puso de moda esta tendencia fue el ex presidente Bill Clinton, que la adoptó luego de sus calamidades cardíacas.  

El   padre   de la 'paleo'   es   el   Dr.   Walter L.   Voegtlin .   La   creó   en los años 70 con el fundamento de que existe un  registro genético de ciertos   alimentos que hace que las personas reaccionen  mejor (o peor) a ciertos consumos. Sus críticos  alegan  que la evolución   del hombre   también   se   ha adecuado a su alimentación.   Pero hay algo que no queda claro: si nuestros antepasado tenían un promedio de vida de 35 años, ¿podría inferirse que el registro genético de la alimentación de un cincuentón no existe?   La lógica   actual   de   la dieta paleolítica   –que no requiere mucha   ciencia–   es que   los alimentos procesados aunados a la inactividad favorecen la acumulación   de grasa y consecuentemente provocan obesidad.   

# Detox    
La desintoxicación   ha tenido tantos detractores que   es increíble que siga vigente.   La forma más popular   (y comercial)   de   detox   el año pasado fueron los jugos   (zumos) y p roductos embotellados que prometían   a sus clientes   disminución   de peso y limpiar   su organismo   al   consumirlos rigurosamente por varios días. Timothy   Caulfield , catedrático de la Universidad de Alberta en Canadá   y autor del libro   ¿Está   Gwyneth   Paltrow   equivocada en todo? , asegura que  la desintoxicación aconsejada por algunos famosos es  una farsa, ya que el cuerpo   tiene sistemas de depuración   naturales   para expulsar toxinas por medio de la   orina y   el   sudor. Algunos aseguran que   los jugos  tienen un  efecto de   choque: inicialmente se nota una  desinflamación   en el cuerpo,   pero las consecuencias   para éste no son buenas, pueden incluir mareos y hasta descompensaciones. Además, está   comprobado   que   los nutrientes de las frutas y verduras   se pierden   paulatinamente   cuando su zumo no se ingiere inmediatamente después de ser procesados.   En conclusión,   cinco días de beber jugos verdes   no van a borrar 365   días   de excesos. Lo ideal, ya se sabe, es llevar   una   dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio.   


# MeatLessMonday    
En 2009   Paul, Mary y Stella McCartney   decidieron hacer   una campaña   para   invitar a la población a no   comer   carne los   lunes. En teoría si los “lunes sin carne” se replicaran a gran escala, disminuiría la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera que producen los excrementos del ganado, pues bajaría la producción cárnica. Es una iniciativa que   promueve el consumo de   otros alimentos al mismo tiempo que llama la atención hacia  al sufrimiento de los animales en las granjas de producción   y hacia la sobreproducción de granos para alimentarlos, así como a la posible extinción de algunas especies. Sus ventajas incluyen el ahorro familiar que se consigue al comprar productos   más baratos. La idea de no incluir carne en el menú   un día a la semana no es tan radical ni tan descabellada como   alimentarse sólo con   piña o   apio por un día.  Algunos  hashtags   relacionados a los   lunes vegetarianos son  # MeatLessMonday   y # lunessincarne .  

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