Los # y las modas culinarias

Por: Ana Paula Tovar
Las redes sociales llegaron para quedarse y con ellas los hashtags (#). En Instagram hay miles de hashtags , se separan por temas, días de la semana o eventos ocasionales con impacto mundial. Una de las categorías más populares es la dedicada a la comida y una de las tendencias con mayor número de seguidores es comer lo más saludablemente posible. El tema ahora es que ya no basta con alimentarse bien y preocuparse por el entorno, por estos días también hay que publicarlo. De esta forma la moda ahora se extiende a la alimentación y sus hashtags .
Desde que fue creado en 2010 a la fecha, Instagram ha ganado 400 millones de s y muchos de ellos comparten fotos de platillos que consumen, sobre todo si lucen espectaculares y son súper saludables. La intención es hacer comunidad a través de una etiqueta que se multiplica por miles, incluso millones. Las nuevas tendencias alimenticias y sus seguidores usan redes como Instagram para encontrarse y compartir información.
Aquí repasamos los que más furor han causado entre los foodies de estos tiempos:
# EatClean
EatClean es la reina de las etiquetas saludables (casi 25 millones de referencias instagrameras ). Comer sano tiene una nueva dimensión que implica hacerlo sin causar impacto ecológico (o eso dicen): esta tendencia incluye la elección de alimentos orgánicos producidos en comunidades locales, de carne de animales que no vivieron hacinados antes de morir para ser vendidos en toneladas en los supermercados, y por supuesto, evitar consumir carnes de especies en peligro de extinción. En pocas palabras, invita a hacer conciencia antes de hincarle el colmillo a un delicioso costillar. La etiqueta #EatClean se relaciona frecuentemente con otras como # CleanEating # CruentlyFree y # EatLocal .
# Vegan
Los veganos son una comunidad muy activa en las redes sociales porque en ellas han encontrado un lugar para crecer y esparcir su estilo de vida que, por cierto, va más allá de no comer alimentos de origen animal: también rechazan otros tipos de productos relacionados con el maltrato y la explotación animal, como maquillajes o medicamentos probados en animales y la ropa, rios o mobiliario de piel, por sólo mencionar algunos. Ser vegano no es sencillo en Occidente, donde muchos platillos incluyen ingredientes de origen animal, desde un delicioso croissant con kilos de mantequilla, hasta una ensalada César en la que el aderezo se prepara con huevo tibio, un inofensivo sándwich con mayonesa y ni hablar de un cínico corte de carne argentino.
Productos como la quinua le deben su fama reciente a los veganos, que en busca de proteínas han dado con alimentos previamente incluidos en otras dietas y los han elevado al edén de las llamadas superfoods . Y no vamos a negar que la quinua sea un gran alimento, sin embargo esta fiebre por ella ha generado algunos conflictos para las poblaciones incas del Cono Sur de América, donde este cereal es sagrado y ahora se cultiva por toneladas para satisfacer la demanda extranjera, además de que se exporta y se vende a mayor precio en el mercado internacional. Hay algunos agricultores locales beneficiados, pero la población que no cultiva quinua ya no la puede consumir porque no les alcanza para comprarla. Otros alimentos que tuvieron sus días de fama como #superfoods son el aguacate ( # avocadotoast) y el # kale (col rizada), que superó el millón y medio de menciones. Ahora la #quinua o # quinoa (según la RAE el nombre correcto es quinua) está en la cima.
#GlutenFreePobre del gluten:de un día para otro comenzóa sercasi tan odiado comoelazúcar. El gluten es una proteínapresente encereales como el trigo, el centeno y la cebada,yenvariedades de éstos. Un día algún doctor le adjudicó los males de algún paciente particular y esto bastó para que se corriera la voz de que era malísimopara la salud: el comentario se replicósin sustentopara acabarcon la reputación deun productoinofensivo para la mayoría dela población.Sólo sialguienescelíaco, es decir,incapaz deprocesar y absorber el gluten,debedejar deconsumirlo. Según una estadística de 2013 realizada por la Food and Drug istration (FDA), en Estados Unidos aproximadamente3 millones de personassoncelíacas, muchas menos que todas aquellas que han decidido desterrar al pan de su dieta pero siguen tomando whisky y cerveza.Por lo pronto, hay alrededor de 7 millones que usan el #GlutenFree.
#Paleo
Los seguidores de la dieta paleolítica le dan la espalda a los veganos. Esta dieta consiste en comer lo mismo que nuestros antepasados del paleolítico: carnes, pescados, frutas, verduras, raíces, huevos y grasas saludables como las nueces. Eligen los a limentos silvestres, pues aquellos hombres cazaban y recolectaban, no cultivaban aún, así que los cereales quedan fuera, las legumbres, los almidones, los lácteos, el alcohol, los alimentos procesados y obvio, el satanizado azúcar refinado. La sal se tolera en pocas cantidades. Como dato curioso, quien puso de moda esta tendencia fue el ex presidente Bill Clinton, que la adoptó luego de sus calamidades cardíacas.
El padre de la 'paleo' es el Dr. Walter L. Voegtlin . La creó en los años 70 con el fundamento de que existe un registro genético de ciertos alimentos que hace que las personas reaccionen mejor (o peor) a ciertos consumos. Sus críticos alegan que la evolución del hombre también se ha adecuado a su alimentación. Pero hay algo que no queda claro: si nuestros antepasado tenían un promedio de vida de 35 años, ¿podría inferirse que el registro genético de la alimentación de un cincuentón no existe? La lógica actual de la dieta paleolítica –que no requiere mucha ciencia– es que los alimentos procesados aunados a la inactividad favorecen la acumulación de grasa y consecuentemente provocan obesidad.
# Detox
La desintoxicación ha tenido tantos detractores que es increíble que siga vigente. La forma más popular (y comercial) de detox el año pasado fueron los jugos (zumos) y p roductos embotellados que prometían a sus clientes disminución de peso y limpiar su organismo al consumirlos rigurosamente por varios días. Timothy Caulfield , catedrático de la Universidad de Alberta en Canadá y autor del libro ¿Está Gwyneth Paltrow equivocada en todo? , asegura que la desintoxicación aconsejada por algunos famosos es una farsa, ya que el cuerpo tiene sistemas de depuración naturales para expulsar toxinas por medio de la orina y el sudor. Algunos aseguran que los jugos tienen un efecto de choque: inicialmente se nota una desinflamación en el cuerpo, pero las consecuencias para éste no son buenas, pueden incluir mareos y hasta descompensaciones. Además, está comprobado que los nutrientes de las frutas y verduras se pierden paulatinamente cuando su zumo no se ingiere inmediatamente después de ser procesados. En conclusión, cinco días de beber jugos verdes no van a borrar 365 días de excesos. Lo ideal, ya se sabe, es llevar una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio.
# MeatLessMonday
En 2009 Paul, Mary y Stella McCartney decidieron hacer una campaña para invitar a la población a no comer carne los lunes. En teoría si los “lunes sin carne” se replicaran a gran escala, disminuiría la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera que producen los excrementos del ganado, pues bajaría la producción cárnica. Es una iniciativa que promueve el consumo de otros alimentos al mismo tiempo que llama la atención hacia al sufrimiento de los animales en las granjas de producción y hacia la sobreproducción de granos para alimentarlos, así como a la posible extinción de algunas especies. Sus ventajas incluyen el ahorro familiar que se consigue al comprar productos más baratos. La idea de no incluir carne en el menú un día a la semana no es tan radical ni tan descabellada como alimentarse sólo con piña o apio por un día. Algunos hashtags relacionados a los lunes vegetarianos son # MeatLessMonday y # lunessincarne .
Cocina recomienda: