Prueba: Aston Martin DBS Superleggera Volante 2020
Para dar un poco de contexto: El Aston Martin DBS apareció por primera vez en 1967. En ese entonces contaba con un motor de 6 cilindros en línea de 4 litros con una transmisión manual de 5 velocidades de serie y automática de 3 opcional. ‘Volante’ significa ‘Volador’ en italiano y la primera vez que Aston Martin la aplicó en uno de sus carros fue en un DB5 con chasis corto en 1965.
Las cosas han cambiado mucho desde 1965, no solo las tecnologías han evolucionado exponencialmente, sino que la marca cambió de istraciones en varias oportunidades.
Esta viene a ser la segunda generación del DBS Volante. La primera fue mostrada al público durante el Motor Show de Ginebra en el 2009, poco después de que un consorcio independiente tomara control de la marca en el 2006, y esta -la generación más reciente- fue presentada en abril del 2019 prometiendo el convertible más rápido en la historia de la marca británica.
Por el frente:
Su enorme capo tipo ‘almeja’ es de apertura invertida y fabricado en fibra de carbono. Los extractores superiores han sido estratégicamente ubicados y trazados para diferenciarse visualmente de los de la versión coupé y para apreciar la elegante tapa dorada metálica del reservorio de aceite. Un detalle interesante es que las aspas de los extractores sobre el capo han sido alineadas con los laterales ubicados sobre los guardafangos delanteros.
La gran parrilla delantera negra con textura multidimensional contrasta radicalmente con el color anaranjado de mi unidad de pruebas. Este contraste, junto a las líneas trazadas sobre el capó me hace pensar en un cometa entrando a la atmosfera, una metáfora a la enorme potencia con la que cuenta esta máquina.
La parrilla esta coronada con una interpretación moderna del emblema clásico de Aston Martin. En este caso fabricas usando un compuesto especial reciclado de carbono, dando una apariencia mucho más sigilosa.
Sus grandes tomas de aire en las esquinas delanteras se encargan no solo de trabajar con los intercambiadores de calor y enfriar los frenos, pero cumplir con el importantísimo trabajo de istrar el aire para mantener estabilidad y seguridad a altas velocidades.
Sus faros delanteros cuentan tienen diseño tipo joya. Usan tecnología LED (bajas y altas), además tienen integrados los direccionales, luces diurnas, lámparas de posición y graficas especiales cuando se activan o desactivan los pestillos.
Con sus 84.4” (2,145 m) de distancia entre sus los largos y elegantes espejos exteriores, el DBS Volante es un carro ancho, pero la apertura diagonal de sus puertas ayudan minimizar el riesgo de daños en estacionamientos estrechos.
Motor:
Su corazón es construido por la división de alto desempeño de Mercedes-Benz: AMG. Es un bestial V12 biturbo de 5.2 litros (318 pulgadas cubicas) que puede generar hasta 715hp (@6,500 RPM) y 664 Lb-Pie (@1,800-5,000 RPM). La única transmisión disponible es una automática ZF de 8 velocidades con capacidad de ser operada manualmente a través de las grandes paletas de fibra de carbono detrás del volante.
Las cifras que arroja este convertible son impresionantes: acelera hasta las 60 mph en 3.5 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 211 mph (340 km/h). Uno de los datos menos relevantes para los que están considerando comprar el DBS Superleggera Volante es el consumo de combustible, pero con la intención de demostrar el avance en la optimización del uso de combustible, les cuento que las cifras oficiales indican entre 14 millas por galón en la ciudad y 22 en la autopista.
Este es un vehículo con tracción a las ruedas posteriores, la cual llega a la transmisión ubicada detrás de los ocupantes y al diferencial (controlado electrónicamente) a través de un eje cardán fabricado en fibra de carbono.
Por el lado:
El DBS usa la excelente plataforma del Aston Martin DB11. En cuanto a sus dimensiones, el Superleggera Volante es 185.6” (4,7 mts.) de largo y su distancia entre ejes 110.4” (2,805 mts.).
Sus ruedas son de aleación de aluminio de 21 pulgadas y están forradas con neumáticos Pirelli P-Zero. Su sistema de frenos se apoya en materiales carbono-cerámicos. En el eje delantero sus neumáticos son 265/35 sus rotores son de 16” (410mm), mientras que en el eje posterior sus llantas son 305/30 y sus rotores de 14.17” (360mm).
Una preocupación siempre presente cuando me subo por primera vez en este tipo de carros es el peligro de dañar el spoiler delantero al momento de salir de un estacionamiento o cuando enfrento topes o rompemuelles. A pesar de que la distancia con el piso son respetables 3.5” (90 mm), lo que lo mantiene relativamente seguro, de todas formas, es recomendable enfrentarlos en diagonal. Minimizar el riesgo de daños en este tipo de piezas es importante para no comprometer el desempeño del caro -sobre todo a altas velocidades- y para evitar costosas reparaciones.
Su parte posterior
Otro de los datos menos populares en este tipo de carros es el espacio de carga. En este caso ofrece entre 6 y 7 pies cúbicos. Solo una diferencia de 1 pie cubico frente a la versión coupé para acomodar el techo retráctil.
Un punto importante, es que Aston Martin no pudo integrar el mismo sistema ‘Aeroblade II’ del coupé, así que lo adaptaron incrementando el área de o sobre el posterior y esculpiendo elegantes líneas que canalizan el aire hacia el delgado alerón de fibra de carbono sobre la compuerta.
Los delgados faros posteriores están conectados entre ellos por otra delgada barra transparente que, junto al alerón y el nombre Aston Martin extendido a través de la compuerta, acentúan sus anchas caderas que mantienen una distancia entre ellas de 77.6” (1970mm).
Un poco más abajo encontramos 2 enormes terminales de tubos de escape redondos en cada esquina y entre ellos un difusor totalmente funcional -y fundamental- para mantener esta bestia estable. Aston Martin asegura que puede generar 390 libras (177 kilos) de ‘downforce’ sobre el eje posterior a 211 mph (340 km/h), solo 6.6 libras (3kg) menos que la versión coupé.
Techo:
Su techo de lona retráctil tiene 8 capas de material aislante que no solo minimiza el ruido que se filtra hacia dentro de la cabina, pero también ayuda a mantener las temperaturas programadas sin importar el tipo de condiciones. Para conseguir esto, Aston Martin llevo a cabo duras pruebas, acumulando más de 10,000 ciclos bajo condiciones extremas en el circulo ártico y en el valle de la muerte.
Su operación se puede realizar desde dentro de la cabina o desde fuera a través de la llave siempre y cuando se encuentre en un radio de 2 metros. S e puede abrir en solo 14 segundos y cerrar en 16 mientras el carro avanza hasta 30 millas por hora (48 km/h).
Con el techo desplegado, su altura total es 51.0” (1,295 mts.) Los elementos que componen el techo retráctil agregan 100 kg sobre versión coupé. Aun así, los ingenieros consiguieron mantener la distribución de peso perfecta ente los ejes delantero y posterior (50:50).
Manejo:
Seamos honestos, el comprador promedio de este tipo de vehículo no está interesado en el desempeño ni en los detalles técnicos del carro, pero les puedo confirmar que su comportamiento es espectacular.
Sin importar el modo de conducción seleccionado, la sensación de aceleración es brutal cuando se acelera a fondo.
Comparte su arquitectura de aluminio y su techo con el DB11. En un esfuerzo por minimizar el peso total del vehículo, muchos de sus es son de fibra de carbono. El resultado es un convertible de 4,450 lbs. (2,019 kilos) de peso, solo 220 libras (100 kg.) adicionales frente a la versión coupé.
Para quienes están considerando este carro, deben saber que es adecuado para uso diario (con restricciones esperadas en un convertible) pero sus modos de manejo (GT, Sport & Sport +) lo acondicionan para la variedad de actitudes que uno puede tener frente al volante.
Por otro lado, como lo hemos visto en otros modelos de AM’s recientes, su sistema de suspensión se puede recalibrar presionando otro botón en el volante seleccionando también entre GT, Sport & Sport +. La opción más dócil hace un buen trabajo, pero el viaje es relativamente rígido.
La botonería y controles para operar su sistema de interface en su pantalla de 8” son compartidos con su socio alemán. Otra novedad en este carro, que no trae el coupé, es el sistema de enfriamiento para los preciosos asientos deportivos delanteros.
Precio:
El precio inicial del Aston Martin DBS Superleggera Volante en EE. UU. es $335,000. Pero las facturas finales pueden alcanzar niveles extraordinarios si es que se opta por el servicio de la división ‘Q’, el departamento que se especializa en personalizar los productos de la marca.
Aun así, el precio del DBS Volante es una de sus variables más atractivas, ya que esta $72,000 por debajo del Rolls Royce Dawn Black Label y $130,000 frente al Lamborghini Aventador S Roadster.
Sin duda, este carro mantiene el estilo sensual y sofisticado que Aston Martin porta mejor que ninguna otra marca en el segmento de superdeportivos de lujo. Su estrategia ha probado ser efectiva para capturar nuevos compradores, ahora queda esperar a los próximos productos que pretenden expandir aun mas su portafolio hacia otros segmentos (super camionetas utilitarias).