El 19 de mayo, Michael Louis fue al hospital St. Francis en Tulsa, Oklahoma, a que le practicaran una cirugía de espalda y cinco días después recibió el alta médica. Tras esto, siguió quejándose de un supuesto dolor y exigió tratamiento adicional hasta que, el 1 de junio, compró un rifle AR-15 y entró al centro médico en donde asesinó a cuatro personas, incluido el especialista que lo operó. Al sospechoso se le encontró una carta que decía que el ataque era contra su médico tratante. Lee aquí más detalles del tiroteo en Tulsa, Oklahoma, que dejó cuatro muertos.