Todas las horas tienen beneficios específicos para el sexo y la cotidianidad. Tal vez no sea una mala idea programarlo en la agenda y establecerlo como una prioridad entre las actividades para disfrutar de sus ventajas.
¿Qué tal un risotto con trompetas, una hamburguesa de portobello, una sopa de champiñones o unas setas a la mantequilla? Las interminables opciones de la gran familia fungi alcanzan para todo el año.