El uso de aplicaciones en los teléfonos celulares deja un rastro del lugar donde el estuvo, los sitios que frecuenta y sus gustos, entre otros datos que son vendidos de manera legal a los interesados y que el gobierno adquirió. Hiram del Amo, experto en seguridad cibernética, indica que al descargar una app el autoriza que se puede vender su información.