Cuando Pedro Rivera llegó a Estados Unidos "tenía 60 centavos de dólar en la bolsa" cuenta Jenni Rivera en su autobiografía 'Inquebrantable'. Con veinte dólares prestados logró viajar de San Diego a Fresno, donde se dedicó a la pisca de frutas y realizó diferentes trabajos para ahorrar y traer a la familia que había dejado atrás: su esposa Rosa y dos hijos.