Niño reparte gomitas de marihuana en la misma escuela en la que, días atrás, una alumna de preescolar dio tequila sus compañeros
Hace un mes, la Academia Grand River en Livona, Michigan, captó la atención mediática cuando una de sus alumnas de preescolar, de tan solo 5 años, puso borrachos a cuatro de sus pequeños compañeritos durante la merienda, luego de compartirles una bebida con tequila que había llevado a la escuela.
Ahora, tan solo tres semanas después del episodio que generó el enojo de los padres de familia de los niños afectados, FOX2 informó que dos niños de 11 años fueron hospitalizados luego de que uno de ellos llevara a la misma escuela unas gomitas de marihuana.
Luego de llevar a los menores al Hospital Beaumont y de que los médicos los declararon fuera de peligro, la Policía de Livonia inició una investigación para determinar el origen de las golosinas con marihuana.
“Se sentía raro, decía que todo era raro”, le dijo Krstle Morton a la cadena, respecto a lo que sintió su hijo, un alumno de 5º grado, quien accedió a comerse una de esas golosinas el pasado lunes 9 de mayo.
Morton aseguró que el otro niño había llevado de manera intencional la marihuana a la institución. “Me enfureció y me sentí devastada”, dijo la mujer respecto a lo que le provocó enterarse de la situación.
La afligida madre acusó a los padres del niño que llevó las gomitas e ironizó al recordar que la escuela no le permitió a su hija llevar galletas de mantequilla de maní, debido a que había niños con alergia. “Y ahora este niño está repartiendo marihuana en el aula”, precisó incrédula.
Como sucedió con el caso de la bebida con tequila, la escuela emitió un comunicado en el que aseguraron hacer todo lo que pueden para controlar lo que los estudiantes introducen en la escuela, pero que eso “simplemente no es posible”.
Además, aseguraron sentirse “angustiados al darnos cuenta de que uno de nuestros alumnos de quinto grado llevó el lunes a la escuela una gomita infectada con marihuana y la compartió con un compañero”.
En el escrito, distribuido por medios locales, la escuela dijo que los padres “deben responsabilizarse de mantener este tipo de productos fuera del alcance de sus hijos”.
La investigación sobre lo ocurrido está abierta.
