"La mató a sangre fría porque quería ver el fútbol": Una niña autista es asesinada a golpes por la pareja de su madre
Luego de dos años de relación, Hannah Butler se emocionó con la idea de aceptar a Paul Marsh en su casa, tras conocerlo en la residencia para ancianos en la que trabajaban y en donde había descubierto que se trataba de un buen hombre con quien su pequeña hija autista de tres años, Jessica Dalgleish, podría estar sin problemas.
Butler, de 29 años, sintió que por fin tenía una compañía que no solo la apoyaba sentimentalmente, sino que además se trataba de un hombre que tenía el conocimiento para comprender ciertos comportamientos iracundos que la niña tenía debido a su condición y que sabía de primeros auxilios en dado caso de necesitar aplicarlos, cuenta Mirror.
Mientras el tiempo transcurría, el comportamiento de la niña fue llenándose de episodios más drásticos en los que se arrancaba el pelo, se golpeaba la cabeza contra la pared y otras situaciones que atentaban contra su estado físico. Por eso, cuando en una revisión médica le hicieron notar los marcados moretones que tenía en su cabeza, ni por asomo se detuvo a sospechar en Marsh, dos años menor que ella, e incluso le compró un casco protector para protegerla.
El 21 diciembre de 2019, con las fiestas decembrinas instalándose en todo el Reino Unido y luego de tres meses de que la pareja había decidido compartir techo, Butler decidió tomar el turno que Marsh había preferido dejar pasar y se fue al trabajo tranquila.
Unas horas después, Butler recibió un mensaje en el que Marsh le pedía que se comunicara con él lo más pronto posible. En esa llamada, el hombre le explicó que Jessica, su pequeña bebé de tres años de edad, se había caído de las escaleras y que no hacía falta llamar a los servicios de emergencias. “No parecía en absoluto preocupado”, rememora la afligida madre.
Luego de insistirle desesperada que llamara a las autoridades para pedir ayuda, Butler salió de prisa hasta su casa donde encontró un montón de paramédicos alrededor de su hija, la cual estaba desnuda sobre el sofá de la sala.
Aunque verla sin ropa e inconsciente le pareció sumamente extraño, la urgencia de llevar a su hija al hospital se apoderó de Butler, por lo que rápido fue atendida por los servicios de emergencia con un helicóptero que trasladó a la pequeña hasta el centro de salud. Dos días después, Jessica Dalgleish sería declarada sin vida debido a las lesiones cerebrales causadas por una fractura de cráneo.
Tras lo sucedido, las autoridades iniciaron una investigación que encontró el relato de Marsh inconsistente y lleno de contradicciones, por lo que aquel hombre que parecía “muy tranquilo, bueno y amable” para Butler, sería arrestado por haber asesinado a la pequeña Jessica.
La averiguación policiaca determinó que Marsh lastimaba constantemente a la pequeña, a quien le propinaba golpes en todo su cuerpo, al sentirse frustrado por su comportamiento y sus dificultades de aprendizaje.
Sin embargo, aquel fatídico día Marsh terminó perdiendo los estribos cuando, cansado de que Jessica no quisiera comer un sándwich que le había preparado y con ganas de sentarse a ver un partido de fútbol en la televisión, la golpeó salvajemente hasta provocarle la muerte. Luego, llamó a Butler para inventarle que su hija se había caído de las escaleras.
“La mató a sangre fría porque quería ver fútbol en la televisión. Nunca debería haberlo permitido cerca de ella, pero confiaba en él”, precisó Butler.
Luego de ser aprehendido, Marsh fue llevado a juicio donde fue encontrado culpable de homicidio involuntario y en el que Butler se enteró que su hija había estado siendo lastimada durante mucho tiempo y que le había quitado la ropa aquel día para comprobar si tenía moretones.
“Confiar en él fue el peor error de mi vida”, rememora la afligida madre.
Horas antes del veredicto, el inspector jefe de detectives Neil Kember, indicó que la muerte de esa niña que media menos de un metro y que pesaba tan solo 11 libras, había sido “un caso trágico en el que le robaron la vida antes de que realmente comenzara”.
Además, agregó que la investigación que lideró había encontrado culpable a Marsh, por lo que esperaba que la sentencia que iba a dictar el jurado aquel 20 de diciembre de 2021, “le den a los familiares de Jessica una sensación de cierre mientras continúan llorando su trágica muerte”.
Sin embargo, a pesar del deseo de Kember, Butler quedó abrumada cuando supo que Marsh había sido condenado a tan solo 11 años, de los cuales “probablemente cumplirá solo seis”.
Butler le dijo al Daily Mail que la condena contra el asesino de su hijo había sido “increíblemente indulgente”, por lo que -con la ayuda de su madre, Casey- había iniciado una petición para solicitar una revisión de la sentencia.
“Esto ha destruido mi confianza por completo y no aceptaré que la sentencia no se ajuste a lo que cometió, además de que no descansaré hasta que tengamos justicia porque la vida de Jessica se merece más que lo que recibió”, agregó tajante.