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Una mujer es arrestada por envenenar a sus hijastros, asesinar a uno de ellos y culpar a uno de sus hijos biológicos

Tras supuestamente haber asesinado a la joven de 22 años con veneno para ratas, dos meses después quiso hacer lo mismo con su hermano menor, quien se dio cuenta de todo. Las autoridades también determinaron que la acusada envenenó a dos de sus exparejas en los últimos 5 años.
Publicado 27 Jul 2022 – 07:43 PM EDT | Actualizado 27 Jul 2022 – 07:44 PM EDT
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Para facilitarse la vida y poder enfocarse en sus negocios, una pareja contrató en 2010 a una chofer que se encargara de llevar a sus pequeños hijos, de cinco y ocho años. Al poco tiempo aquella mujer se convertiría en parte de la familia.

Mientras Cintia Mariano veía crecer a esos niños Fernanda y Bruno Carvalho Cabral en Río de Janeiro, también se volvió confidente del padre de los menores, Adeilson Cabral, a tal grado que ocho años después de que él se divorciara de Jane Carvalho, comenzaron una relación, explicó G1.

Lejos de que este contexto provocara un drama en el contexto familiar, Jane vio con buenos ojos que sus hijos convivieran con una mujer que los conocía y que, además, se llevaban bien con los dos hijos biológicos de quien había contratado años antes como chofer.


Según cuentan los allegados de la nueva pareja, Mariano dedicó su vida a atender a su nueva pareja “como un rey”, justo cuando ambos decidieron mudarse a una nueva casa a donde, a principios de 2021, Fernanda y Bruno -ahora de 22 y 19 años- se mudaron porque la vivienda de su madre estaba en remodelación.

A partir de ese momento los jóvenes notaron un comportamiento distinto en la mujer que los había cuidado de pequeños. Había cordialidad, pero también conflictos ásperos naturales por la convivencia diaria. La incomodidad fue tal que hace un año, Bruno decidió marcharse de allí, mientras que Fernanda decidió quedarse porque había comenzado a trabajar con su papá y le parecía cómodo seguir radicando allí.

El fatídico día

Todo comenzó después de almorzar, el pasado 15 de marzo. Fernanda, una joven entregada al cuidado de su cuerpo y fanática de ir al gimnasio, se sintió aletargada y con náuseas. Después, cuando sintió ganas de vomitar y quiso dirigirse al baño, no alcanzó a llegar y cayó desmayada.

Cuando su propio padre la halló en el suelo, con dificultades para respirar, con espuma saliendo de su boca y con los ojos en blanco, la trasladó de inmediato a una clínica médica privada a la que ingresó con la lengua torcida y seminconsciente.

Dos horas después Jane se enteró que su hija estaba en el hospital, gracias a que la propia Mariano le avisó para contarle algo de lo que había ocurrido. Cuando llegó al nosocomio supo que el estado de salud de Fernanda era crítico y que no había un diagnóstico claro para explicar todos los síntomas que padecía.

En ese punto, como si fuera parte de su instinto maternal, Jane les preguntó a los doctores si su hija podría haber sido envenenada, pero los doctores no la escucharon y desecharon esa teoría. Dos semanas después, ya intubada después de un paro cardiaco y con una lesión cerebral grave, Fernanda murió el 28 de marzo por una falla multiorgánica, según precisó el parte médico.

Bruno sospecha que algo pasa

El 15 de mayo, exactamente dos meses después de que Fernanda había fallecido, Bruno visitó a su padre y se quedó a almorzar, junto con una hija del primer matrimonio de Adeilson Cabral, Mariano y sus dos hijos.

En un punto, cuando se disponía a comer lo que Mariano había preparado, ella apagó la luz por unos segundos. Después, cuando el joven recibió su plato, el joven se quejó de que la comida tenía un sabor amargo y pudo observar unas piedritas azules en el plato que fue separando uno a uno.

Tras hacer notar ese detalle, Mariano se puso nerviosa y recogió el plato para traerle otro limpio con comida. Bruno prefirió ser prudente y se disculpó con amabilidad por no querer comer más, contó Folha.

Un rato después el joven le escribió a su madre para pedirle que pasara por él. Cuando estuvieron en el automóvil le contó a Jane lo que había pasado y, aunque quiso vomitar lo que había comido, no pudo hacerlo. A los pocos minutos comenzó a sentir los mismos síntomas que su hermana, provocando la histeria de su madre que veía la misma pesadilla otra vez ante sus ojos.

Bruno fue llevado al mismo hospital donde había fallecido su hermana, pero ahora Jane pidió hablar con los médicos a los que les advirtió su hijo podría haber sido envenenado, por lo que los doctores le practicaron de inmediato un lavado gástrico y diagnosticó una intoxicación severa, luego de que los exámenes detectaran altos niveles de raticida en el cuerpo del paciente.

Mientras Bruno se recuperaba, los doctores avisaron a la policía y de inmediato las miradas apuntaron a Mariano, quien fue denunciada por Jane, por lo que las autoridades decidieron exhumar el cuerpo de Fernanda, donde se encontró el mismo veneno.

Por su parte, en la casa donde Mariano vivía con el padre de los jóvenes la policía halló en la cocina un veneno para ratas que está prohibido para uso doméstico. De inmediato determinaron que la mujer había envenado a los dos, logrando asesinar a Fernanda.

Jane afirmó que Mariano había intentado deshacerse de sus hijos para quedarse con el dinero de su exesposo.

Culpó a su propio hijo

Al verse acorralada por las autoridades y después de que fue echada de su casa por la pareja, el caso terminó por conmocionar a todo Brasil cuando el hijo de Mariano hizo público que su madre lo había acusado de ser quien envenenó a los jóvenes.

Sin embargo, Lucas Mariano Rodrígues, de 26 años, fue ante la policía y le comprobó a la policía que su madre le había confesado haber colocado veneno para ratas en la comida que iban a comer los hijos de su pareja.

“Sí, yo entregué a mi madre. Ella me confesó. Le conté todo a la policía. Hice lo que tenía que hacer. Estaba sorprendido porque ella me acusaba a mí de haber cometido los crímenes que ella realizó. Me quería incriminar (...) Siento enojo y vergüenza, y al mismo tiempo tengo la sensación de haber cumplido porque destruyó muchas vidas, inclusive la mía”. Escribió Rodrígues en Instagram.

Un pasado oscuro

Tras darse a conocer lo que Mariano había hecho, sus propios hijos le sugirieron a la policía investigar el pasado de su madre porque contaron que había intentado matar al hijo de 6 años de una de sus exparejas, además de que otros dos hombres que convivieron con ella murieron en condiciones extrañas.

La investigación arrojó que en 2018, el dentista Pedro José Bello Gomes, de 64 años, comenzó a sentirse mal un día que estaba con Mariano, con quien llevaba dos años saliendo. Luego llegó al hospital con la lengua retorcida y con exceso de salivación. Moriría el 29 de septiembre de aquel año; los doctores dijeron que había sufrido de un accidente cerebro vascular.

Dos años más tarde, el 5 de noviembre de 2020, Francisco das Chagas -representante farmacéutico de 75 años- falleció con síntomas similares, poco después de que le había cedido un departamento a Mariano.

La policía cree que, tal como ocurrió con Fernanda y Bruno, los dos hombres pudieron ser envenenados.

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