Muere una niña con discapacidad: su madre es la sospechosa por haber tardado unas seis horas en llamar al 911
Elise C. Nelson, una mujer de Minnesota de 35 años, ha sido detenida por ser la principal sospechosa del asesinato de su hija con discapacidad de 13 años, Kylie Larson. La mujer habría cometido el crimen y esperó varias horas para comunicarse con las autoridades.
La mujer está siendo acusada de asesinato intencional en segundo grado y homicidio involuntario en segundo grado, de acuerdo con Star Tribune.
La vida de Kylie había sido dura desde el momento de su nacimiento cuando presentó una considerable pérdida de oxígeno, por lo que padeció graves retrasos en su desarrollo que la hicieron depender de cuidados precisos las 24 horas del día, sin siquiera poder caminar por sí sola.
Como parte de sus cuidados, la pequeña usaba todo el tiempo un oxímetro de pulso que monitoreaba sus niveles de oxígeno y frecuencia cardiaca, mismo que si bajaba emitía una alarma de advertencia a sus padres, según los documentos judiciales contó el sitio Crime Online.
La vida de Kylie comenzaría a desvanecerse el pasado 19 de junio, cuando Nelson aprovechó que su esposo había salido a un viaje de pesca y el resto de sus hijos se habían quedado a dormir con unos amigos, como lo establecen las primeras investigaciones. Durante esa mañana la alarma sonó un par de veces, las mismas que la mujer la silenció y 11 horas después directamente apagó el aparato, dejando a la pequeña sin nada que revisara su estado de salud.
Tras la llamada de emergencia hecha por Nelson, los elementos de los servicios médicos hallaron a Kylie con sangre en la parte posterior de sus piernas y tirada inconsciente en el piso de la sala de su casa, asegurando que llevaba “bastante tiempo” muerta. CBS Minnesota informó que el último pulso de la niña fue a las 6:43 a.m. del 22 de junio, por lo que la mujer habría esperado seis horas antes de pedir auxilio.
Luego de recibir la información del oxímetro que habían fabricado por parte de los investigadores de la Oficina del Sheriff del Condado de Stearns, la compañía Medtronic confirmó que el dispositivo no había presentado falla alguna y funcionaba de manera correcta.
La muerte de Kylie fue catalogada como un homicidio por parte de la Oficina del Médico Forense del Medio Oeste, causado por la cancelación intencional de la alarma del oxímetro por parte de Nelson, la cual compareció ante un tribunal el pasado miércoles, estableciéndole una fianza de 350,000 dólares.
En su obituario, la familia describió a la niña como "nuestro regalo de Dios ... Su sonrisa era tan hermosa que irradiaba amor y alegría para todos. Kylie disfrutaba estar afuera y moverse, ya sea girando en su silla, salir a caminar con amigos y familiares, o viajar a lugares nuevos”, reportó StarTribune.