Le envió 900 mensajes y caminó casi 30 millas para matar a su ex y su hijo con autismo
Una madre y su pequeño hijo fueron asesinados a puñaladas por la expareja de ella. El hombre fue arrestado tras una intensa búsqueda de 24 horas después de que huyera de la escena del crimen.
De acuerdo con una audiencia judicial, Daniel Boulton, de 30 años, recorrió a pie 28 millas (unos 45 kilómetros) para matar a su expareja, Bethany Vincent, de 26 años y a su pequeño Darren Henson, de 9. El menor de edad, además, sufría autismo. Madre e hijo vivían en Louth, Lincolnshire, Reino Unido. Boulton tenía una orden de restricción al momento de perpetrar el ataque.
Vincent y Boulton comenzaron su relación tras conocerse a través de la app Tinder en marzo de 2019, pero esta se deterioró a finales del año pasado. Boulton envió hasta 900 mensajes a Vincent en el fin de semana previo al ataque, incluyendo uno que decía: “Destruiste mi vida y tienes el descaro de decir que yo arruiné la tuya”.
Los fiscales dijeron que Boulton itió haber cometido los asesinatos, pero dijo sufrir de “una condición mental”. La fiscal Katherine Goddard dijo que, a lo largo de su relación, el hombre había sido cada vez más violento con la mujer y su familia.
Para perpetrar el ataque, que ocurrió el 31 de mayo del año pasado, Goddard dijo que Boulton caminó a pie las 28 millas que separaban su casa del lugar de residencia de su expareja y su familia. Las autoridades encontraron a la mujer en la habitación principal y a Darren en el piso de su cuarto.
Un bebé gateando en la escena del crimen
La madre y su familia planeaban mudarse a una dirección desconocida para Boulton días después, según el recuento de la BBC. Cuando las autoridades llegaron a la escena del crimen, encontraron a un bebé de nueve meses gateando en la casa “sin daño físico, pero claramente afectado”, recordó Goddard.
Durante el juicio, que comenzó esta semana, los del jurado escucharon también que el hombre huyó para evitar la justicia.
Boulton entró a una cabaña vacía a las afueras de Louth, donde robó alcohol, ropa y comida y dejó una nota que decía: “Yo, Daniel Boulton, asumo toda la responsabilidad”.
El hombre fue arrestado al día siguiente, después de presuntamente haber apuñalado a un policía fuera de servicio que había tratado de detenerlo. Horas más tarde, fue acorralado y reducido con una pistola taser.
