Ayuda de Impacto: La inmigrante a la que le amputaron una pierna al ser aplastada por un camión tras cruzar la frontera y ahora anhela volver con sus hijos
Los sueños de una inmigrante que salió de Honduras en busca de un futuro mejor se cortaron de golpe después de haber cruzado la frontera sur de Estados Unidos, justo cuando creía que todo el inconmensurable esfuerzo había valido la pena.
Dejando atrás a sus 10 hijos -tres de ellos menores de edad- y ante la necesidad de sacarlos adelante después de que su esposo sufriera un derrame cerebral, Juana, de 46 años, inició una larga, complicada y solitaria travesía.
“Me vine sola (…) y cuando no tenía dinero le llamaba a mi hermana para que me mandara (dinero) para comer y pagar donde dormir; y proseguía”, cuenta Juana.
Y aunque el sueño seguía intacto durante los días en tren hasta llegar a la frontera, todo cambió el día de nochebuena, cuando decidió cruzar a Estados Unidos convencida de que era un día de fiesta y no habría mucha vigilancia.
Sin embargo, la pesadilla de Juana comenzó después de cruzar el muro, cuando corrió sin mirar atrás como le habían dicho que había que hacer y sentir que un camión pasaba por encima.
Tres meses después de estar inconsciente en un hospital de San Antonio, Texas, Juana despertó para enterarse que durante ese tiempo nadie la pudo identificar y que había sido sometida a seis operaciones, una de ellas para amputarle la pierna izquierda.
Después de superar el shock de saber que no tenía una pierna, Juana pudo comunicarse con Kenia, quien había llegado dos años antes a EEUU y vivió una angustia al no saber nada de su hermana.
“No podía dormir y me sentía culpable porque no había podido ayudarla realmente como debía de hacerlo”, recuerda Kenia, quien se gastó mucho dinero para tratar de localizar a Juana en la frontera y en albergues de Ciudad Juárez, sin imaginar que estaba en un hospital en suelo estadounidense.
Pero, sin duda, lo más duro para Kenia era tener que decirles a los hijos de Juana que no sabía dónde estaba su madre y en algún punto sintió que algo malo había pasado con ella.
Por eso, Kenia dice que nunca olvidará cuando sonó su teléfono para que Diana, hija de Juana, le contara que Juana estaba viva, pero con una pierna amputada. “Ahí me desmayé”, recuerda.
Juana asegura que, en un momento, realmente creyó que nunca iba a volver a sus hijos, por quienes se había ido de su lado y ahora anhelaba tanto estar a su lado, aunque no sabía cómo iba a ayudarlos sin una pierna.
Después de muchos momentos de reflexión, Juana entendió que tenía que resignarse “y recibir lo que Dios permitió”, aunque no fuera fácil.
Ahora, tras siete meses sin verlos y convencida de que quiere volver a Honduras, más que nada en el mundo, tiene la fe de que pronto podrá hacerlo para poder abrazarlos.
Por eso, Juana pide ayuda para de algún modo volver a andar en dos piernas con una prótesis y seguir ayudando a su empobrecida familia, con el sueño intacto de arreglar su casa.
Si quieres ayudar a esta valiente y fuerte mujer para conseguir esa anhelada prótesis y poder volver a Honduras para estar con los suyos, se ha abierto una cuenta en GoFundMe para recaudar todo el dinero necesario.