El Último Rey dijo adiós dejando un legado inolvidable: esto se vivió en el final de la serie
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Su voz se convirtió en un símbolo de la música regional mexicana. Sus canciones un refugio para soñadores y enamorados. Después de escalar peldaño tras peldaño, un hombre que desde niño anheló ser una gran estrella alcanzó lo más alto del firmamento. A continuación te presentamos los momentos cumbre del gran final de Él Ultimo Rey por Univision.
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La agonía de El Último Rey
Luego de la caída que le lastimó las cervicales cercanas al cráneo, el artista se mantuvo internado en el hospital. Su esposa Cuquita y sus hijos nunca perdieron la esperanza y esperaban la recuperación de Vicente.
Pese a que no la escuchaba, Refugio tomó la mano de su marido para pedirle que no se rindiera: "Nadie va a alejarme de tu lado. Por amor de Dios, cumple tu promesa de regresar por mí, te lo suplico”. Más tarde recobraría el conocimiento y trasladado a terapia intensiva.
Así pudo hablarle cara cara a su eterna compañera: "¿Me perdonas, Refugio de mi vida, por el pasado, por todas sus lágrimas, por caerme? No podré irme en paz sin tu perdón". Ella no dudó en dar su respuesta: "Hoy quedó atrás todo lo malo, me guardo en el corazón todo lo bueno que hemos vivido que es mucho". Tras sus palabras juntos recordaron cómo nació su amor desde que eran unos niños.
Cuando platicaba en el cuarto de hospital con Dalia, nuevamente el estado de salud del artista se agravó. La periodista les sugirió a los de la familia que deberían estar con él en ese momento. Pronto la luz de la estrella comenzaría a apagarse para brillar en la eternidad.
La despedida de los escenarios de El Último Rey
Años antes del incidente que lo condujo al hospital, él reunió a su familia para hablar seriamente: "He decidido retirarme". Ante la sorpresa de sus hijos les aclaró que deseaba irse de los escenarios con dignidad. La despedida sería monumental para que su gente le diera su bendición.
El escenario final sería majestuoso: el imponente Estadio Azteca. Luego de una gira, el ídolo pisaría el recinto para decirle adiós a una vida dedicada a la música. "Échale ganas. Disfrútalo mucho. Cómete el escenario", fueron las frases con la que su familia lo animó antes de salir a cantar.
Mientras caminaba por los pasillos, los rostros de su niñez y juventud se entremezclaron para darle paso al hombre que convirtió su voz en símbolo de la música mexicana.
El adiós a un ídolo, la muerte de El Último Rey
Conocida la noticia sobre la muerte del astro musical, su seguidores se lanzaron a las calles para despedirlo. Entonando sus canciones y dejándole un mar de flores en el día de su sepelio, sus fans acompañaron a la familia.
El rancho que tanto quiso se convirtió en su nueva morada, pues como voluntad quiso descansar para toda la eternidad en la tierra que lo fortificó. Pese al dolor por la partida de su marido, Cuquita habló con sus hijos con tranquilidad: "Es nuestro deber honrar su memoria y vivir por él".
Sus hijos acompañaron sus palabras con mensajes de amor: "Chente es el día en el que alguien se enamora. Chente es el remanso para un corazón roto. Chente es el orgullo de un país entero".
Tras su muerte, Vicente cabalgó hasta la tierra que lo vio nacer para reunirse con el ser que tanto extrañó. Su madre ya lo esperaba y al escucharlo sus ojos se llenaron de luz: "He sido testigo de tu maravillosa vida, hijo", le expresó con todo el cariño del mundo. Felices por estar nuevamente juntos se abrazaron para darle fin a la serie El Último Rey.