Una serie que muestra la importancia del apoyo familiar para quienes viven con VIH

“Aparte de la medicina, no hay nada mejor que el apoyo de la familia”, dice Félix, originario de Durango, México. Su hija Ana se contagió hace unos años con el virus de VIH, aunque en la actualidad se encuentra saludable, gracias a una combinación de tres medicamentos retrovirales que toma por las noches. “Cuando le tuve que decir a mi papá que tenía el virus del VIH, me dio todo su amor, su calor, su apoyo y su comprensión”, agrega Ana enternecida.
Los dos son parte de una serie de videos documentales de una campaña llamada ' We Are Family / Somos Familia', lanzada esta semana por Greater Than AIDS.
Para aquellos viviendo con el virus del VIH, que causa el sida, tener el apoyo de sus seres queridos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Recientes y numerosas investigaciones demuestran que las personas con el virus que tienen una red con quien contar viven una vida más larga y siguen más los tratamientos médicos.
“La familia influye positivamente en la autoestima, la confianza en sí mismo y la autoimagen de la persona contagiada. También les da apoyo moral, mostrándoles que la vida vale la pena ser vivida. La familia debe hacer saber que ser VIH positivo no es una razón para jubilarse anticipadamente, ni para dejar de estudiar o para dejar de realizar otras actividades sociales”, escribió en un extenso estudio la investigadora brasileña Maria Luciana Botti.
La serie de Greater Than Aids acompaña a una madre y a su hijo, a dos hermanos, a un par de cuñados, a varias parejas, entre otros hispanos, mientras comparten momentos de su diagnóstico, discusiones con su familia y tratamiento, de esta enfermedad que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sigue siendo una seria amenaza para la comunidad en Estados Unidos. Solo en 2014, “los hispanos / latinos representaron casi una cuarta parte de todos los nuevos diagnósticos de VIH estimados en el país”, publicaron en su más reciente reporte, que indica que en el país viven cerca de 1.2 millones de personas con el virus.
Poca información
La desinformación sobre las formas de contagio, el estigma que rodea a quienes viven con el virus, bajo uso de anticonceptivos de barrera como los condones y poca disposición a hacerse la prueba del VIH a pesar de que es sencilla y hay varias opciones, son algunas de las razones por las que el VIH afecta desproporcionadamente a los hispanos.
Esto queda en evidencia en los documentales, donde muchos de los entrevistados dicen que hasta que no les tocó de cerca, no sabían casi nada de la enfermedad.
Víctor y Silvia, dos hermanos que llegaron a Estados Unidos en 1988 lo comentan. “Pensaba que eso era algo que no me podía pasar. Lo veía muy lejano. Cuando me diagnosticaron con VIH mi mundo se desmoronó. [Tenía] miedo y culpa de pensar que le había fallado a mi familia, que les había quedado mal”, menciona Víctor. A lo que su hermana responde: “No sabíamos nada. Pensábamos que la persona que tenía VIH se moría pronto”.
Pero el amor y la camaradería entre ellos se fortaleció una vez que Víctor le contó el viacrucis por el que estaba pasando. Ahora cuenta alegre: “Mi hermana es en muchos sentidos una roca para mí. Siempre me ha apoyado sin esperar nada a cambio. Ella me pregunta frecuentemente cómo estoy, si estoy tomando medicamento. Me dice: tú puedes contar conmigo para lo que sea, yo estoy acá. No va a cambiar nada entre nosotros”.