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Univision Investiga

“Consumidores de Estados Unidos pagarían por el muro”, dicen expertos

La propuesta del gobierno de Trump de imponer un arancel del 20% a las importaciones mexicanas para financiar el muro fronterizo, sería un descalabro económico para ambos países.
28 Ene 2017 – 10:53 AM EST
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Dos días después de reunirse en la Casa Blanca con los ejecutivos más poderosos de la industria automotriz para buscar alternativas que fortalezcan sus compañías, el presidente Donald Trump abrió una posibilidad poco alentadora para ellos: establecer un arancel del 20% a las importaciones desde México para financiar el muro en la frontera sur.

Pocas horas más tarde del anuncio, hecho por el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, fuentes de la presidencia de Trump desmintieron esta iniciativa, y dijeron que simplemente era una “idea” de cómo se podrían recaudar los fondos para la construcción del muro.

Lo cierto es que la idea generó revuelo en un sector específico: el automotriz. Millones de vehículos que circulan en Estados Unidos son importados de México. Solo el año pasado Estados Unidos importó de ese país 2.6 millones de automóviles, es decir el 15% del mercado. Como se trata de vehículos económicos, cualquier variación en su precio, tendría un impacto directo en sus ventas, según explicaron los expertos.

Uno de los directivos que estuvo en la reunión con Trump fue el CEO de Fiat Chrysler Sergio Marchionne, quien al escuchar el rumor dijo que estos aranceles traerían “consecuencias monumentales” para la industria.

En repetidas ocasiones Donald Trump ha dicho que México tiene que pagar la construcción del muro, y de hecho la negativa del presidente Enrique Peña Nieto a esta propuesta parece haber sido la razón por la que se canceló la reunión entre los dos mandatarios la próxima semana en Washington.

Simón Gómez, editor de Univision Autos asegura que, “un impuesto como estos para pagar el muro no va a salir ni de México, ni de los fabricantes, ni de los concesionarios, va a salir de nosotros los consumidores en Estados Unidos”.

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Los principales perjudicados por el impuesto a la entrada de productos provenientes de México serían los consumidores en EEUU

Con esto Gómez se refiere a que el aumento de los precios de los vehículos no los asumirían las compañías sino los compradores. Esto significa que con la propuesta de Trump, los fondos para construir el muro vendrían de los bolsillos de los estadounidenses y no de los mexicanos, como ha insistido el republicano desde su candidatura a la presidencia.

Otro peso pesado de la industria automotriz que estuvo el martes reunido con Trump fue el CEO de Ford Mark Fields. Aunque la compañía no quiso dar comentarios a Univision sobre los efectos de este arancel, sería sin duda una de las más afectadas por la medida porque su modelo estrella, el Ford Fusion, uno de los cinco autos de pasajeros más vendidos en los Estados Unidos en 2016, se produce en México.

Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en 2016 el Ford Fusion fue el automóvil producido en México más exportado a los Estados Unidos con 271,299 unidades, y gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte cruzó la frontera con cero aranceles.

Parte por parte

Univision Investiga realizó un desglose de las partes de este vehículo, y constató que sin incluir el motor y la transmisión, la mayoría de sus piezas son producidas en México por grandes marcas europeas y japonesas como Bosch, Autoliv, Toyoda Gosei y Thyssen Krupp, que han establecido plantas para proveer a las grandes marcas con ensambladoras en México como Volkswagen, Nissan, General Motors, Fiat Chrysler, Ford y Mazda.

Actualmente 34 marcas de automóviles que ruedan por las calles estadounidenses se fabrican en México, como la Ram 2500, la Silverado 2500 doble cabina, el Fiat 500 y el Volkswagen Jetta, entre otros.

Esta medida afectaría a la industria automotriz en general, porque los repuestos de estos automóviles vienen en su mayoría de México y cada vez que se necesitaran reemplazar, el consumidor debería pagar un 20 por ciento adicional de impuestos, desincentivando las ventas de estos modelos, sostiene Gómez.

Según Gómez las razones por las cuales las compañías fabrican ciertos modelos en México es porque les es más rentable producir automóviles que se venden a gran escala no solo en los Estados Unidos sino también en otros mercados, como el caso del Ford Fusion, que se ensambla en la planta de Hermosillo, Sonora, y se exporta también a otras regiones como Asia y Europa con el nombre de Ford Mondeo.

El economista Alejandro Ruelas, profesor de la Universidad de Miami, dice que Ford es una marca para la clase media, y dado el caso de que su precio suba algunos miles de dólares, los consumidores lo “cambiarían por un modelo asiático”, bajando las ventas de compañías estadounidenses como Ford.

Aunque los aranceles a los productos mexicanos propuestos por la Casa Blanca no se limitarían a los automóviles, este sería el mercado más afectado; en 2015 el valor de las importaciones de vehículos desde México fueron de 74 mil millones de dólares, comparado a 15 mil millones de toda la industria de alimentos y bebidas combinadas.

Pero otros productos mexicanos que se venden en millones de unidades cada año como la cerveza, los aguacates o los chiles, que proveen además de los hogares a grandes cadenas de restaurantes, también se verían afectados, desincentivando el consumo de las familias.

Ruelas no ve con buenos ojos estos impuestos a los productos mexicanos, porque “lo peor que le puede pasar a Estados Unidos es un México con economía mala, porque aumentaría la inmigración, y la gente buscaría la forma de cruzar la frontera por arriba o debajo del muro para venir a trabajar acá”.

En fotos: Cómo se ve en la actualidad el muro fronterizo

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