¿Quién dijo que el deporte y la moda son opuestos, que los músculos y el encaje no se llevan bien? Basta con una breve revisión de las deportistas más chic de la historia basta para rebatir estas extrañas nociones. Desde la noruega Sonja Henie de los años treinta, hasta las muy contemporáneas hermanas Williams, para las mujeres del deporte, lo fregonas nunca les ha quitado lo fashionistas.
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El caso de Sonja Henie es, si bien no único (8 April 1912 – 12 October 1969), sí el primero de su género. La noruega, con más títulos que cualquier otra patinadora artística de la historia, fue de modo simultáneo campeona olímpica (1928, 1932, 1936), campeona del mundo (de 1927 a 1936), campeona europea (de 1931 a 1936) y actriz de cine. Con más de 10 películas, Henie era una favorita de Hollywood, donde llegó a estar entre las actrices mejor pagadas de su época. "La reina del hielo de Norguega" o el "Cisne Blanco", como se le llegó a conocer, puso sobre el mapa los patines sobre hielo de color blanco y el vestido corto con falda circular para el patinaje artístico: todo un escándalo para una época en la que todas usaban patines negros y faldas estilo saco de papa hasta los tobillos.
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Aunque llegó a ocupar el lugar número cuatro en el ranking de tenistas de Estados Unidos, Gussie Moran fue menos conocida por sus logros en la cancha de tenis, que por un atuendo que cambió para siempre al deporte. En 1949, se convirtió en la primera mujer en usar una falda corta que, al ella jugar, dejaba ver los holanes de encaje de sus pantaletas. Una favorita entre la prensa, que la llamó "gorgeous Gussie", no fue así entre las autoridades de Wimbledon, para quienes era una presencia no grata. Su gesto provocó un debate en el parlamento inglés y la estadounidense fue acusada por el comité del All England Lawn Tennis and Croquet Club de traer "la vulgaridad y el pecado al tenis".
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Una belleza clásica y natural, algo así como un cruce entre Audrey Hepburn y Grace Jones, Wilma Rudolph venció la poliomielitis infantil para convertirse en la mujer más veloz del mundo en 1960. Rudolph compitió en los Juegos Olímpicos de 1956 y 1960, año en que se convirtió en la primera mujer de Estados Unidos en ganar tres medallas de oro en atletismo en unos Juegos Olímpicos. Para los italianos, pasó a la historia como La Gazzella Nera ("la gacela negra").
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Con sus atuendos discretos y sencillos, casi minimalistas, la agraciada estadounidense Peggy Fleming ganó la medalla de oro en la competencia de patinaje artístico en los Juegos Olímpicos de 1968 en Grenoble, Francia. Fue la única medalla de oro lograda por Estados Unidos ese año y de doble importancia dada la tragedia del avionazo de 1961, en el que perdió la vida el equipo de patinaje artístico de Estados Unidos, de camino a Praga, Checoslovaquia, para el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico sobre Hielo.
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Si fuiste niña o adolescente en la década de los setenta y respirabas, lo más probable es que hayas aspirado a tener el corte de cabello de Dorothy Hamill, quien no era sólo una referencia en el mundo del patinaje artístico (medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Austria 1976 y campeona mundial del mismo año), sino también en el de la moda. Tanto así que su corte de pelo llegó a llamarse, nada más y nada menos que "el Dorothy Hamill". ¿Qué otra prueba puede haber de estar consagrada como ícono de la moda, que una muñeca estilo Barbie hecha a tu imagen y semejanza?
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Flo-Jo ostentaba sus uñas extra largas y extra decoradas, mucho antes de que el nail art fuera nail art. Cosa que no impedía que a partir de 1988, se convirtiera en la mujer más veloz de todos los tiempos. A la fecha, nadie ha batido su récord de las carreras de 100 y 200 metros. El ícono del atletismo se consagró definitivamente como uno del estilo al contar—al igual que Dorothy Hamill—con una muñeca tipo Barbie, hecha a su imagen y semejanza. Además, una de las actividades que emprendió después de su retiro del deporte fue diseñar los uniformes de basquetbol del equipo del NBA, los Indiana Pacers.
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Cuando la alemana Katarina Witt se presentó en la pista de patinaje artístico de las Olimpiadas de 1988 con un atuendo emplumado y sin falda, se desató una polémica que dio pie a la así llamada "norma Katarina", que estipulaba—hasta hace sólo trece años—que para ser itidas a las competencias olímpicas, las patinadoras debían usar faldas que les cubrieran las caderas y trasero. Además de famosa por sus elocuentes atuendos, Witt fue ganadora de dos medallas de oro, una en los Juegos Olímpicos de Sarajevo 1984 y otra en los de Calgary 1988. Fue campeona mundial en 1984, 85, 87 y 88, y campeona de Europa durante seis años consecutivos (de 1983 a 1988). Cuando, en 1988, Katarina aparece en el número de diciembre de la revista Playboy, el número se agota, cosa que sólo había llegado a suceder cuando en la revista inaugural figuró Marilyn Monroe.
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Gabriela Sabatini fue la amazona del tenis que atrapó los corazones de toda una generación, con su característica bandana, cejas pobladas, desarmadora sonrisa y belleza trigueña a prueba de balas. Antes de cumplir los 20 años, la porteña ya había calificado para los cuatro torneos Grand Slam y, al final de su carrera, había ganado 27 títulos individuales y alcanzado las finales de tres competencias Grand Slam. Sabatini ganó el Abierto de Estados Unidos en 1990, el campeonato dobles de Wimbledon 1988 y dos WTA Tour Championships en 1988 y 1994, además de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. No tan bien conocida es su línea de perfumes, 19 fragancias hasta la fecha, que curiosamente se encuentra entre las líneas de perfumes de celebridades más exitosa.
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¿Quién, si no Serena Williams, es capaz de portar con absoluta dignidad un vestido con estampado de leopardo en el Abierto de Tenis de Estados Unidos? Serena Williams es la número uno del mundo en el ranking WTA y, pese a sus que 38 títulos Grand Slam, cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos, una Copa Federación y dos Copa Hopman, Serena está consciente de que su carrera como tenista no puede durar para siempre. A nadie debe de sorprender que este ícono del estilo comenzó a incursionar en la moda con su propia colección, Serena Williams Signature Statement de ready-to-wear.
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Lo único que supera a Serena Williams portando un vestido de tenis con estampado de leopardo, es su hermana mayor, Venus Williams, trabajando la cancha del Abierto de Francia con un tutú negro. Venus fue la primera tenista afro-americana en alcanzar el lugar número uno de la clasificación de la WTA, en 2002. Ha ganado 48 torneos individuales de la WTA, siete de los cuales han sido torneos Grand Slam tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Entre muchos otros logros, Venus ganó tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y Pekín 2008. Como era de esperarse, Venus, al igual que su hermana, ha incursionado en el universo de la moda con su propia marca de ropa, Eleven by Venus Williams.
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