Qué esconde la política de 'tolerancia cero' de Trump que separa familias indocumentadas en la frontera
Este pasado fin de semana y por medio de sus acostumbrados tuits, el presidente Donald Trump confirmó la vigencia de la política de 'tolerencia cero' en la frontera ordenada por el fiscal general Jeff Sessions y dijo que no se trata de algo nuevo, sino de una política “horrible” heredada de su antecesor, Barack Obama.
Pero lo cierto es que Obama no separó niños, como ahora lo hace Trump. La anterior istración separaba unidades familiares enviando al padre a un centro de detención mientras enfrentaba su proceso de deportación, mientras la madre y su hijo por otra vía, incluso contemplando la posibilidad de enfrentar un proceso similar, pero en libertad.
Qué pasa en la frontera
Bajo la política de ‘tolerancia cero’, Sessions tiene como objetivo procesar criminalmente al máximo de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera. Y es aquí donde las familias son separadas: los adultos son enviados a las cortes de justicia con cargos criminales y los niños, transferidos a albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Todos, adultos y menores, inician un complejo y difícil proceso de deportación.
El punto es que, a diferencia de lo que sucedía bajo el gobierno de Obama, “ahora los adultos tendrán más dificultades en lograr permanecer en Estados Unidos y evitar la deportación, porque cuando se presenten delante de un juez de inmigración llegarán con un historial criminal por tráfico humano”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.
Problema serio
El temer uno o más cargos o convicciones en el historial “afecta, aunque la ley de asilo viaja por un camino separado y le corresponde a los tribunales de inmigración resolver un caso”, explica Velásquez.
“Sin embargo, el tener un cargo criminal por trafico de personas, que es el delito aplicado por el gobierno a los padres que cruzan ilegalmente al país, le va a afectar para toda la visa a la persona si en el futuro pide una visa y u otro beneficio migratorio, lo descalifica”.
Y en algunos casos, sino en todos, lo convierte en inisible, dicen otros abogados consultados por Univision Noticias.
“Esta política de ‘tolerancia cero’ tiene la intención de perjudicar, descalificar´ al inmigrante para que no pueda permanecer y no vuelva a venir a nuestro país”, previene Velásquez.
Qué pasa cuando lo detienen
Cuando la Patrulla Fronteriza (CBP) detiene a un inmigrante cruzando ilegalmente la frontera, no por un puerto de entrada (garita), queda detenido, o en un centro del CBP o en una cárcel de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
“La persona es llevada a una corte penal y es procesada por el delito de tráfico humano. Una vez finaliza este proceso, que es rápido, pasa a poder o es regresado nuevamente a ICE para enfrentar un juicio de deportación”, explica Velásquez.
“En esta fase a muchos les están negando la posibilidad de salir libre bajo fianza.
También pueden ocurrir arrestos y separaciones en la garita, dice la abogada. “Es en ese momento donde el agente que recibe al extranjero toma la decisión de aceptar el pedido de asilo y si separa o no a la persona que trae un menor de edad consigo”.
¿Los separan en la garita?
Velásquez dice que “lo veo continuamente. He visto a matrimonios con niños y al esposo lo toman en custodia, sin fianza, y a la esposa con los menores los procesan y luego los dejan salir libres baj0 fianza”.
Advierte que “esto no es nada nuevo. Obama también separaba a la familia. No dejaba libre al padre, pero si dejaba a la mamá con el o los menores en libertad, porque consideraba que la esposa no iba a desaparecer, que abandonaría al marido y se iban a presentar en las cortes. Esa era el propósito”.
“Lo hacían por falta de espacio. No podían tener a tanta gente detenida. La crisis del 2014 en la frontera sobrepasó la capacidad de respuesta del gobierno. Y también tiene en aprietos al gobierno de Trump”, indicó. “Esa crisis cambió todo, la política, la dinámica y la manera de cruzar la frontera”.
Velásquez apuntó que “la intención del gobierno, antes con Obama y ahora con Trump, es castigar a los inmigrantes. Y después de miles y miles de órdenes de deportación emitidas y de personas detenidas, la situación en la frontera sigue siendo difícil y compleja”.
Habrá demandas
En Dallas, Texas, el abogado de inmigración Jaime Barrón señala que “desgraciadamente, el presidente Trump con su intensidad de querer tratar de diseñar un sistema para que la gente indocumentada no venga a Estados Unidos, considera que, acusando a los padres de coyotes o tráfico humano, detendrá el cruce ilegal a Estados Unidos”.
“Pero se trata de un error. Esto ira a las cortes superiores porque demandarán al gobierno para que se limite y se establezca qué o quién es un criminal y si se puede acusar de criminales a padres o madres que huyen de sus países para salvar sus vidas”, agrega Barrón.
Barrón dijo además que “sin duda el que a estas personas les estén formulando cargos criminales como traficantes de personas afectara cualquier tipo de pedido de beneficio migratorio en el futuro”.
“En mi opinión, acusarlos de estos delitos es un abuso de autoridad, un abuso de poder por parte del gobierno de intentar crear cualquier opción legal para disuadir a las personas que llegan a la frontera en busca de asilo”, concluyó.