"No había nadie suficientemente valiente para hacerlo", dice Dylann Roof en su primera confesión tras la masacre racista en una iglesia en Carolina del Sur
Dos horas duró el video de la calmada confesión de Dylann Roof tras la masacre en la que acribilló a nueve devotos en una iglesia en Charlestone, Carolina del Sur. Mientras la cinta corría este viernes en dos pantallas, en la sala de la corte el jurado escuchaba atentamente el testimonio que dio el joven de 22 años a la policía menos de 24 horas después del ataque.
"Alguien tenía que hacer algo porque los negros están matando a los blancos cada día en las calles y están violando a las mujeres blancas", dijo Roof, quien luego alegó que el daño que causó en esa iglesia fue "minúsculo" si se le compara con el que generan los negros a diario.
"Tenía que hacerlo, porque no hay nadie suficientemente valiente para hacerlo (...) El Ku Klux Klan no iba a hacer nada", dijo a los agentes que lo interrogaban la tarde después del ataque. Además, contó que escogió Charlestone por ser una ciudad "histórica" y con mucho signficado, y que llegó a esa iglesia tras hacer una búsqueda en Internet de recintos a los que acudieran afroamericanos. "No fui a otra iglesia porque podía haber gente blanca", explicó.
"Los blancos son superiores a los negros y a los hispanos, indios, árabes", agregó más adelante en la entrevista.
El 17 de junio de 2015, Roof –que se autodefine como un nacionalista blanco– ingresó a la iglesia metodista Emanuel African con su pistola Glock calibre .45 escondida en un bolso lleno de municiones. Tomó asiento por unos 15 o 20 minutos en una de las mesas donde estaba reunido un grupo de feligreses en una clase de estudio de la Biblia. Luego, sacó el arma y disparó: mató a algunos y otros lograron esconderse debajo de la mesa.
"Yo estaba sentado ahí pensando si debía hacerlo o no, porque sabía que podía irme", dijo Roof.
En su confesión, Roof cuenta que habría comprado el arma que utilizó en el ataque dos meses antes y que, tras los disparos, salió de la iglesia y se marchó en su carro, atento a que la policía pudiera seguirlo y herirlo. Por eso guardó algunas balas.
–¿Sabes a cuánta gente mataste? – pregunta el agente del FBI que hace el interrogatorio.
– Si tuviera que adivinar, diría que 5, creo. Pero no estoy seguro: 4 o 5 –responde el joven.
Más adelante, los investigadores del FBI le consultaron qué sintió por las muertes: "Me hicieron sentir mal", respondió.
Además del jurado, en la sala estaban tres sobrevivientes de la masacre y varias decenas de familiares de las víctimas, escuchando cada palabra de Roof. Algunos lloraban, otros tomaban notas, según cuenta el diario The Post and Courier. Aunque el joven aseguró este viernes que no dijo nada a sus víctimas durante el ataque, una de las sobrevivientes, Felicia Sanders, dijo el miércoles en la sala de audiencias que Dylann Roof justificó ese día su acción criminal al decir que los negros violaban a las mujeres blancas y se estaban apoderando del país.
Ese día también la fiscalía presentó sus alegatos iniciales. El fiscal Jay Richardson dijo entonces a la audiencia que el joven se preparó con antelación para ejecutar la masacre, practicando tiro y "entrando en el estado de ánimo de creer que haría lo que tenía que hacer". Además, aseguró que Roof materializó los asesinatos con un "corazón frío".
Roof está acusado de 33 cargos criminales, incluyendo el crimen de odio.